Gonzalo de la Peña: «Hay mucho marketing tras los ‘robo advisors’»

VALÈNCIA.- Este madrileño de la cosecha de 1977 pasó su infancia en Mallorca para recabar en su juventud en València, donde se licenció en Administración y Dirección de Empresas (ADE) por la Universitat de València. Pero ya desde niño tenía claro que su vida laboral iba a encaminarse por el sector financiero. «Desde pequeño he tenido pasión por la bolsa porque mi abuelo trabajaba allí y el parqué siempre ha corrido por mis venas», reconoce este apasionado al golf —herencia de su abuelo y de su madre—, en lo que es una válvula de escape para desconectar de la tensión del día a día.  

Fue poner un pie en la Universitat de València y montar el Club de Bolsa de la Escuela de Empresariales, uno de los más potentes de la city local a finales de los años noventa. «Llegamos a abarrotar los salones con más de medio millar de asistentes siendo la primera entidad adscrita a dicha universidad en conceder créditos de libre opción por los cursos impartidos. Hablamos de hasta cinco cursos abiertos al público», añade De la Peña, quien reconoce abiertamente: «Fue mi primer proyecto de emprendimiento».

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En estos tiempos donde ser emprendedor es casi una obligación, a este financiero esa palabra le ha acompañado ya desde sus tiempos de universitario y posteriormente. No en vano, participó en el equipo fundador de Invertia, el mayor portal financiero de habla hispana; fue cofundador de la red social Impok Social Network y lo mismo de Openfinance, la filial valenciana de Bolsas y Mercados Españoles (BME), que acaba de cumplir quince años, donde actualmente es el responsable de Operaciones y Productos. «Siempre me ha gustado mucho montar cosas. Hoy en día hay un boom en el emprendimiento pero muchos no se dan cuenta de los riesgos que conlleva».

Llegan las nuevas tecnologías

«Tras mi salida de Invertia me fui al Banco Urquijo para liderar la transformación digital de la entidad y fue allí cuando me di cuenta de que tenía la necesidad de montar Openfinance. La banca contaba con buenos sistemas de backoffice, pero no estaban enfocados a mostrar una posición global del cliente y mucho menos a tener una visión de la rentabilidad-riesgo de su porfolio, y es allí donde centramos los esfuerzos de nuestro software», relata. Dados los éxitos de Openfinance, no tardó mucho en ser comprada mayoritariamente por Infobolsa (Grupo BME) por 3,5 millones de euros. «¿Pelotazo? No fue ningún pelotazo sino el pagarnos el esfuerzo de los años que llevábamos trabajando».

De la Peña también tiene entre sus aficiones viajar, y más en los últimos años por la expansión internacional de Openfinance. «Y estar con mi perro que es como un hijo», apunta. Pasar de estar en una startup independiente a un gran grupo y tradicional como BME no le supuso ningún problema. «Soy una persona bien sujeta a la jerarquía y mi gran jefe es mi cliente. Nunca he tenido problemas con BME porque el foco del cliente es básico y está en su ADN», afirma.

«Antes, el que quería seguir un valor sin esperar a los periódicos o se iba a una bolsa o lo hacía por el Teletexto» 

La irrupción de las nuevas tecnologías, de las que este experto sabe mucho, ha sido determinante en la mejora de la cultura bursátil. «Hasta entonces el que quería seguir la cotización de un valor sin tener que esperar a los periódicos del día siguiente tenía muy pocas opciones, al contrario de lo que sucede ahora: o se iba a una sala de bolsa de las muchas que había o seguía las cotizaciones por el Teletexto, o años después recibía mensajes en su móvil con unos costes muy elevados. En este sentido tengo que decir que mi primer proyecto dentro de la universidad fue montar sistemas en tiempo real».

El aumento de los robo advisors en los últimos tiempos tiene, a su juicio, «un elemento de marketing detrás y no hay que olvidar que han existido hace muchos años y ahí está el caso del Banco Cooperativo con más de dos décadas. Además, no es el robot el que te ofrece la cartera sino un comité de inversiones». Hoy en día cada vez son más empresas las que mediante algoritmos son capaces de ofrecerlo. «Se trata de automatizar el proceso y eso es muy bueno porque precisamente nosotros buscamos automatizar esos procesos», añade.

Por último, otra de las facetas de De la Peña es la de business angel por su conocimiento en el emprendimiento y su implicación en la búsqueda de nuevos talentos. «Sigo con la startup PLD Space — desarrolla lanzadores espaciales de bajo coste— desde sus orígenes donde fui uno de sus primeros inversores». También entró en la primera ronda de Verse, una plataforma de pagos basada en blockchain. «Estos chicos son unos cracks y ya llevan levantados 30 millones de euros». Aunque le queda el mal sabor de boca de no haber entrado en Kantox, plataforma de intercambio de divisas. «Estudié la posibilidad de hacerlo pero finalmente no me decidí... y me equivoqué porque nunca se puede acertar en todo. Desde entonces no han parado de crecer».  

* Este artículo se publicó originalmente en el número 34 (agosto/2017) de la revista Plaza