El reloj marcaba las doce y las campanadas resonaban en el salón, entre risas y brindis, con Lalachus y Broncano de fondo. Mientras todos celebraban, Marta miró su copa de champán y pensó en el año que terminaba. Había estado lleno de altibajos: un ascenso laboral que no la hacía tan feliz como imaginó, y una lista de propósitos incumplidos y olvidados entre la rutina y el cansancio. Se acordó de la frase de Leonard Cohen: "¿Cómo puedo comenzar algo nuevo con todo el ayer que llevo en mí?".
Tomó papel y lápiz y comenzó a apuntar lo que realmente le importaba en su vida: sus relaciones, su pasión por enseñar y su deseo de sentirse plena en lo que hacía. Marta estaba lista para cambiar.
Clayton M. Christensen, en su libro ¿Cómo medirás tu vida?, nos dice que medir una vida plena implica preguntarnos: ¿Dónde estoy invirtiendo mi tiempo, energía y talento? ¿Están alineados con lo que realmente valoro?
Christensen destaca que, si bien el salario y la seguridad laboral son importantes, la verdadera satisfacción proviene de elementos como el trabajo desafiante, el reconocimiento, la responsabilidad y el crecimiento personal. Una de sus ideas más potentes es que las personas solemos dedicar demasiado tiempo a actividades que generan recompensas inmediatas, como reconocimiento profesional o beneficios económicos, dejando de lado relaciones y proyectos que ofrecen una satisfacción más profunda. Por eso, el primer paso para comenzar el año es identificar qué aspectos de nuestra vida nos acercan a la felicidad y cuáles nos alejan de ella.
Davidson complementa esta idea invitándonos a explorar nuestras pasiones más auténticas. A través de lo que él denomina la "economía de la pasión", destaca que vivimos en una era donde es posible conectar intereses personales con oportunidades profesionales. Esto no significa abandonar responsabilidades, sino ser estratégicos: preguntarnos qué nos emociona profundamente y cómo podemos integrarlo en nuestra vida diaria.
Ambos autores coinciden en que hay tres áreas fundamentales donde enfocarnos:
Para llevar estas ideas a la práctica, Davidson propone siete pasos que nos ayudan a transformar nuestros sueños en realidad:
El poder del inicio de año no reside en las fechas, sino en la oportunidad de detenernos y preguntarnos: ¿cómo quiero medir mi vida este año? Al reflexionar con honestidad y diseñar metas alineadas con nuestras pasiones y valores, podemos convertir este momento en un punto de inflexión hacia una vida más plena y significativa.
La clave está en combinar la introspección con la acción. Decía Gerard Butler en el filme Exposados, que "la vida implica asumir fracasos; y la muerte, arrepentirte de no haber tenido más". Este año, atrévete a construir una vida que no solo te dé satisfacción, sino que también deje una huella positiva en quienes te rodean.
¿Estás listo para empezar?