Mis amigos vascos, que los tengo, buenos y muchos, y mis paisanos gallegos que como se intuye son todos, serán quienes marquen el tiempo político de nuestro país, y a lo mejor les tendremos que dar las gracias (graciñas y eskerrik asko). Si algo ha quedado claro en esta investidura fallida de Mariano Rajoy, es que se ha perdido un tiempo precioso. Aunque nada es prescindible que diría, Pedro Sánchez, me quedo con esa sensación. El bloqueo es total. La brillantez parlamentaria del líder popular, sólo ha valido para que sus huestes se confortaran después de su plúmbleo discurso inicial y la cerrazón del socialista, ha desconcertado no sólo a los demás, si no también a los propios.
Tengo la percepción descorazonadora de que las urgencias de nuestro país, fundamentalmente económicas, no interesan a nuestros próceres. No hay alternativa viable, al menos que se vislumbre en este momento. Y la sospecha que tengo es que todavía no lo hemos visto todo, para sorpresa de los ciudadanos. No sé si nos toman el pelo (quiero creer que no), pero el desasosiego y la frustración se instalan entre los votantes, que si se ven convocados a una nueva convocatoria electoral, creo que responderán con una abstención manifiesta.
Prescindible, previsible, irrelevante, son conceptos que han sacado a pasear sus señorías. Esa sensación de desprecio, empecinamiento y falta de interés por lo que verdaderamente interesa a los ciudadanos, justifican la clara desafección por el gobierno de las cosas y quienes deben llevarlo a cabo. Les propongo un juego de preguntas, pero sin respuestas (aunque alguna las adivino o las sospecho, otras no me atrevo a contestarlas). Aquí van:
- ¿Mariano Rajoy se conformará con ganar batallas parlamentarias, tras un esfuerzo inútil que le lleva camino de la melancolía? ¿Se lo juega todo a una revolución interna en el PSOE? ¿Habrá nueva investidura antes o después de los comicios en Galicia y País Vasco? ¿En algún momento se planteará arrojar la toalla?
- ¿Qué rédito político, partidario, electoral e incluso personal le supone a Pedro Sánchez su actitud?¿La supuesta humillación de Rajoy, buscada intensamente por Sánchez, le ha supuesto algún beneficio? ¿Intentará su investidura con apoyo de Podemos e independentistas?
- ¿Ha valido de algo para un futuro próximo, el esfuerzo de cesión y negociación de Albert Rivera? ¿Mantendrá su apoyo a Rajoy para una nueva investidura? ¿Sigue vivo el pacto con los populares? ¿Qué ha perdido por sostener a Rajoy? ¿Podría optar a ser candidato a la Presidencia del Gobierno?
- ¿Los resultados de las elecciones gallegas y vascas moverán el tablero? ¿Si el PSOE pierde posiciones cederá y se abstendrá con Rajoy? ¿Si Núñez Feijóo no revalida la Xunta, se debilita Rajoy? ¿Si el PNV no necesita al PP para mantener a Iñigo Urkullu al frente, queda descolgado Rajoy en Madrid? ¿Si Feijóo se mantiene y el PP es decisivo para el PNV cambiarán las tornas en Madrid? ¿Por qué será que todos pensamos en el pragmatismo del PNV?
- ¿A qué juega Pablo Iglesias? ¿Qué le interesa más, su ego, derrotar y fagocitar a Sánchez o las terceras elecciones? ¿O también busca el interés de España, de la gente que dice él?
- ¿Cómo se resolverá la deriva soberanista de Cataluña? ¿Se mantendrá la unidad que tanto ha reclamado Rajoy, sobre esta cuestión?
- ¿ Cuándo convocará El Rey Felipe nueva ronda de contactos para proponer candidato? ¿Después de los comicios autonómicos o antes? ¿ Propondrá candidato o esperará acontecimientos? ¿Se ofrecerán Rajoy y/o Sánchez?
- ¿Habrá terceras elecciones? ¿Con qué resultados? ¿Se desbloqueará la situación, entonces?
El tablero
Pues seguimos buscando respuestas, que esperemos no sean muy lejanas. No sé si los ciudadanos se han anestesiado definitivamente y ya no esperan nada. El caso es que saber que todos los partidos sólo se pueden poner de acuerdo en adelantar las terceras elecciones al 18 de diciembre, para evitar el día de Navidad, es decepcionante y frustrante. Y ojo con la economía. Avisa el Ministro del ramo, Luis de Guindos, que las previsiones anuncian una desaceleración de nuestro crecimiento y demás parámetros económicos. En fin, repasemos un día más El Tablero:
- PP: Mariano Rajoy, más Don Tancredo que nunca. Está en forma y aunque sea un contrasentido con el arte de Cúchares que le adjudico, está pro activo. Con fineza, mordaz, ocurrente, divertido... el mejor parlamentario sin duda. La vaciedad e impericia de sus opositores le agrandan el terreno. Displicente con Sánchez (parecía él el derrotado como cuando fracasó en su investidura), conciliador y por fin cariñoso con Rivera, divertido y paternalista con Iglesias. Estratégicamente el primer día fue aburrido, con tono bajo, gris, en fin un discurso de investidura. Parecía falto de fe. Pero en la segunda sesión destapó el tarro de las esencias en el cuerpo a cuerpo con sus rivales. De humillación como pretendía Sánchez, nada. Le desnudó, no tiene alternativa posible respaldada por independentistas. Rajoy ha gestionado su no investidura. No ha querido romper puentes, por si acaso e incluso estaría dispuesto a seguir negociando y cediendo. Ha estado cómodo y hasta divertido. El PP no está sólo, mantra superado (170 escaños con C´s y Coalición Canaria) y ha confesado que rectifica errores en su gestión con el pacto con Rivera. Y lapidario ha espetado a Sánchez que con su irresponsabilidad va a pasar a la historia por provocar las terceras elecciones. “Le pido que nos deje gobernar, le pido su abstención”.
- CIUDADANOS: Albert Rivera el mutante equidistante. Ha resuelto bien su incomodidad. La centralidad exhibida como mérito (antes con el PSOE, ahora con el PP) la ha sabido rentabilizar. Su intervención ha sido eficaz. Amplió el desglose programático pactado con los populares. En su ejercicio de funambulismo central ofertó al PSOE gobernar desde el Parlamento. Aunque su acuerdo con el PP parezca un matrimonio de conveniencia, ha tenido la virtud de posicionarle. Otra cosa será el rédito electoral que pueda recoger en un futuro, no sabemos si cercano. Creo que ha conseguido ensanchar por la izquierda su electorado. Se ha ofrecido a Sánchez y Rajoy para desbloquear la situación - “Voy a intentar unir a los distintos”-. Le ha dicho al socialista que “no sea el tapón porque el conformismo no es la solución”. Y también ha sido muy duro con Iglesias al que definió como el comentarista de verano. Y ojo con su deseo: “ Yo quiero ser Presidente del Gobierno algún día”.
- PSOE: Pedro Sánchez bronco, radical e incoherente (último epíteto dedicado por El País). Cierra puertas, puentes, cauces o cualquier otro accidente orográfico. Se le vuelven en contra sus palabras. Se convierte en irrelevante, o peor aún en prescindible. De tanto decir que no (hasta 84 veces NO) hay quien dice que quiere negociar la abstención en privado. Sensación de discurso sin preparar con retahíla de frases de Rajoy y pocas propias. Su discurso superado por las urnas. Creo que sólo se preocupa de seguir al frente de su partido. Sorpresa entre los propios que esperaban algo más. Tampoco transmitió mucha emoción. Su cara, sus gestos de abatimiento reflejaban otra situación: el que perdía era él. Todavía no visualizó cual va a ser su futuro. Por ejemplo en Andalucía el PP abre brecha entre PSOE y C´s y dialogo con los de Rivera. La oferta envenenada al PSOE de Pablo Iglesias, Joan Tardá (ERC), Francesc Homs (PDC) y el peneuvista Aitor Esteban, le cierran sus opciones, si las hubiere (El Comité Federal dejó claro que no se admitiría el apoyo de independentistas con el referendum y el derecho a decidir). Mi duda es si se abrirá el debate en el PSOE y en su Comité Federal. Los barones y Susana Díaz permanecen emboscados (menos los inasequibles al desaliento, Guillermo Fernández Vara y Emiliano García Page). La constatación de la irrelevancia de Sánchez, puede provocar su salto al ruedo.
- UNIDOS PODEMOS. Pablo Iglesias el divertimento estupendo. Rajoy es estupendo, Pablo es estupendo. ¡Vaya batalla floral! Arrobado por la capacidad oratoria y parlamentaria de Rajoy, se olvidó de su discurso, últimamente moderado. A mi modo de ver, a pesar de su puesta en escena, estuvo desdibujado por sobre actuación, con su histrionismo desfasado, por su posicionamiento errático con las confluencias. Recuperó el tono ideológico duro. Vehemente, electoralista. Se dirigió a Sánchez, inténtelo (oferta envenenada). Le machacó con las críticas de las viejas glorias (González, Rubalcaba, Zapatero, Guerra, Borrell,...) de su partido. Blandió su puño en alto (ojo la elección del color, azul fuerte que le dejaba a la vista sus rodales de sudor). Y además se recreó en la descalificación con el mediador Rivera, del que dijo era la filial naranja que blanquea al PP. Y una observación: para próximas intervenciones Unidos Podemos debería centrar el mensaje. Lo digo a cuenta de la portavocía coral que diluía su mensaje. Parecía una suma de voces atropellada y que inducía a error. Caótico tantos portavoces. Xavi Domènech, Alberto Garzón, Alejandra Fernández,… Y no me resisto a centrar un concepto: La gente. Lo he dicho ya en alguna ocasión, la gente somo todos, los que votan a Pablo, Pedro, Rivera, Rajoy y demás líderes. En fin que Iglesias siempre quiere ser el gallo en el corral.
Las frases de la investidura
Mariano Rajoy, avisa a propios y ajenos: “Seguiré adelante pase lo que pase. Daré la batalla”. ¡Profesión de fe y aviso a navegantes!
Albert Rivera, tras el pacto con Rajoy: “Cuando no me fío, exijo y pido compromiso”¡Marcando territorio!
Pedro Sánchez, calificando a Rajoy: “Usted no es de fiar”. ¿Y? ¡Sólo es el canto del cisne!
Pablo Iglesias, el estupendo: “En política es fundamental ser capaz de manejar los tonos. Estoy muy satisfecho con mi discurso” ¡No tiene abuela!
Aitor Esteban, portavoz PNV, dirigiéndose a Sánchez: “Lo que nos vamos a reír todos si usted nos llama para gobernar”. ¡Las risas vascas y la irrelevancia de Sánchez!
Javier Maroto, vicesecretario sectorial PP: “Lo importante en un debate como este, no es el buen rollito personal”. ¡En política, ni siquiera los propios son amigos!