MADRID (EP). Muchos ciudadanos tienen dificultades para distinguir entre una gripe y un resfriado ya que los síntomas más frecuentes de ambas infecciones respiratorias (congestión nasal, dolor de cabeza o muscular) son similares, si bien en un proceso gripal aparecen de forma más brusca y son más duraderos.
La doctora Débora Nuevo, del Servicio de Medicina Interna del Hospital Nuestra Señora del Rosario de Madrid, ha explicado que los síntomas del resfriado suelen instaurarse de forma más paulatina y los primeros en aparecer suelen ser una secreción nasal acuosa, estornudos y molestias leves en la garganta como cosquilleos o picor.
Además, en el resfriado la fiebre no es presente mientras que en la gripe se da en el 80 por ciento de los casos, siendo habitual una temperatura corporal de más de 38 grados durante tres a cuatro días.
La congestión nasal, en cambio, es menos frecuente en la gripe mientras que en el resfriado puede durar hasta una semana; y en cuanto a la tos, en la gripe suele ser seca y en el catarro va acompañada de flemas.
En la gripe son también más frecuentes el dolor de cabeza, hasta en un 80 por ciento de los casos; los escalofríos, en más de la mitad de los casos; el malestar y el cansancio. En el resfriado, por su parte, es común sufrir dolor de garganta e irritación ocular.
Además, otra de las diferencias entre ambas patologías está en los virus que causan ambas enfermedades también varía ya que, mientras que el catarro o el resfriado común puede estar causado por hasta 200 microorganismos diferentes, la gripe sólo puede provocarla el virus influenza.
¿Y si en realidad es alergia?
Por otro lado, la doctora Nuevo recuerda que algunos síntomas del catarro común o de la gripe estacional pueden ser también similares a los que aparecen en las alergias estacionales, como son la rinorrea, es decir, la secreción nasal acuosa; la irritación ocular, la tos y el escozor de garganta.
Sin embargo, "en la alergia el mal estar general no suele ser generalizado, sino que puede estar derivado de las molestias anteriores y aparece sin dolores musculares, articulares, ni fiebre".
En cuanto al tratamiento, esta experta ha asegurado que sí varía dependiendo si se trata de un proceso catarral o una gripe estacional. Así, para el resfriado o catarro, se recomiendan descongestionantes y en algunos casos analgésicos para las molestias o el dolor. En estos casos, también es importante asegurar una ingesta de agua adecuada y beber abundantes líquidos.
Para la gripe, además de estos fármacos para reducir la fiebre a veces se necesitan también medicamentos antivirales que deben ser recetados por el médico. "Dependiendo de la gravedad, el médico puede indicar otro tipo de fármacos e incluso en algunos casos, los más graves aunque no muy frecuentes, la hospitalización", indica la especialista.
No obstante, el coordinador de Urgencias y Medicina Interna en el Hospital La Milagrosa de Madrid, Ismael Said, aconseja consultar con un médico si los síntomas no cesan pasados los 7-10 días o si aparecen síntomas diferentes como ahogo, dificultad respiratoria o dolor torácico, ya que estas enfermedades pueden complicarse si el paciente está bajo de defensas.
Además, pide prestar especial atención ante estos síntomas en mayores de 65 años, sobre todo los que viven en residencias; niños menores de 6 meses de edad; embarazadas en cualquier trimestre de gestación, personas con enfermedades crónicas cardiovasculares o pulmonares, enfermedades crónicas metabólicas (diabetes, obesidad), renales, hepáticas, infecciosas (VIH) e inmunológicas.