VALÈNCIA. DIA Supermercados no levanta cabeza en bolsa y ayer encadenaba la séptima caída consecutiva al cerrar en los 0,569 euros y bajar un 1,82%. Pero la cosa no queda ahí porque fue el noveno descenso en el parqué de las últimas diez jornadas donde ha pasado de cotizar al precio de la OPA lanzada por el multimillonario ruso Mikhail Fridman (0,67 euros por título) a perder un 15% respecto a dicho precio y basta ver el gráfico de las últimas sesiones para hacerse una idea.
El último repunte de la cadena de supermercados se produjo el pasado 14 de febrero, cuando por sus títulos se pagaban 65 céntimos. Ni que decir tiene que la negativa marcha de las 'días' -como se les conoce en la jerga bursátil- viene provocada por la maltrecha situación que atraviesa, con serias dificultades de supervivencia y más si no aprueba la mega ampliación de capital por valor de 600 millones de euros.
Sin ir más lejos el pasado 17 de enero, los analistas de S&P, que la tienen calificada muy adentro del temido 'bono basura', señalaron que urge dicha ampliación de capital. "Lo que me interesa de la compañía es si se va a hacer o no la ampliación de capital, que es necesaria, y si va a poder pagar los bonos que vencen este verano", señalaba entonces Leandro de Torres, responsable de S&P Global Ratings España en un encuentro con la prensa.
En la misma línea se pronunciaban hace una semana los analistas de Morgan Stanley, advirtiendo que o amplía capital o irá a disolución. "Si la junta general de accionistas no aprobara el aumento de capital y no se materializase ninguna otra operación que permitiera remover la causa legal de disolución en la que está incursa la sociedad, el consejo de administración debería solicitar la disolución judicial de la sociedad en el plazo de dos meses a contar desde la fecha de celebración de la junta general de accionistas", señalaban en un comunicado.
Una ampliación que no es del agrado del magnate ruso como lo señaló a mediados de diciembre pasado. Su fondo de inversión, LetterOne, cuya división de comercio minorista L1 Retail es el que ha lanzado la OPA, abogaba por un plan de negocio "sostenible y realista" en la cadena de supermercados y por un consejo de administración "sólido" al considerar que el actual carece de experiencia.
Fridman pretende que los accionistas elijan en la que será histórica junta -y de supervivencia- del próximo 20 de marzo entre su propuesta, que ofrece 67 céntimos por título e incluye una ampliación de capital posterior de 500 millones de euros, y la del consejo de administración de DIA, que plantea una recapitalización de 600 millones de euros. El grupo de distribución ha incluido en el orden del día una reducción de capital para la compensación de pérdidas, con la posterior ampliación de capital por 600 millones de euros, lo que se conoce como 'operación acordeón'.
Mientras tanto DIA Supermercados anunció la pasada semana un ERE que afecta a 2.064 empleos e implica el cierre de 287 tiendas entre las que se encuentra el almacén de Manises; mientras los sindicatos exigen responsabilidades por la mala gestión de la firma y reiteran que los trabajadores "no son los culpables" de la situación.
Por otro lado continúan los movimientos en el accionariado de DIA, ya que los minoritarios de Acción Concertada han pasado de contar con el 3,09% de los derechos de voto a sumar un 3,41%. Este aumento se deber principalmente a la reciente compra de un paquete de dos millones de acciones por parte del francés Gregoire Bontoux, miembro de la familia que fue accionista de referencia en Carrefour y que ha sumado su participación a la de Pedro Gómez-Pablos Calvo, según se desprende de los registros del regulador bursátil.
Otro grupo de accionistas minoritarios (Asociación de Accionistas Defensores de DIA), que ya han adelantado que no acudirán a la ampliación de capital, han emitido un comunicado en el que vierte críticas contra Fridman por valorar la empresa a un precio notablemente más bajo del real y al consejo de administración por su "comportamiento errático". En opinión de esta plataforma -fundada por el empresario Rafael del Castillo y que dice aglutinar cerca del 6% de los títulos-, el equipo gestor de la cadena de supermercados debería "buscar otras vías para conseguir capital y evitar la disolución", y plantea como posibilidad la venta de activos inmobiliarios. Además, han censurado la posición de Fridman -a través de su sociedad LetterOne- por ofrecer 67 céntimos por título cuando la situación de la firma "no es tan mala como se ha querido señalar".