Grupo Erum entra en las renovables e invierte en la 'startup' vasca de agrovoltaica Powerfultree

ALICANTE. La empresa alcoyana Grupo Erum, uno de los referentes en la fabricación de productos de consumo con plástico reciclado, sigue abriendo nuevas líneas estratégicas de negocio. Tras lanzar su división de seguridad vial con una nueva baliza inteligente para vehículos, o impulsar como accionista la empresa de tratamiento de residuos industriales Acteco, Erum ha entrado ahora como socio inversor en la startup vasca de energías renovables Powerfultree, especialista en los sistemas agrovoltaicos. 

Según confirman desde la empresa, la agrovoltaica (plantas de energía solar integradas en el entorno natural) es una nueva línea estratégica de Erum, que ya está trabajando en ella, y para ello ha entrado como accionista de Powerfultree. El responsable de impulsar esta nueva línea y la participación del grupo en la firma de renovables es Juan Manuel Erum, de la segunda generación familiar. Junto a Erum, participa en el capital de la firma de renovables la también alcoyana IOT Synergy Investment, empresa de Álvaro Soler Esteban, cofundador de Multiscan Technologies.

Este mismo martes, Juan Manuel Erum anunciaba un acuerdo entre Powerfultree y la UPV (con campus en Alcoy) para poner en marcha el proyecto de 'Aula Vegetal Welfare Erum-IoT'. "Este aula será un espacio de colaboración en el que se fomentará y desarrollará la tecnología agrovoltaica, una iniciativa que combina la aplicación de tecnologías como IoT (Internet de las cosas), agrovoltaismo, robótica, visión artificial e inteligencia artificial, con el propósito de promover prácticas sostenibles y avanzadas en el campo de la agricultura", señala Erum. "Estamos seguros de que el aula marcará un hito en la promoción de la tecnología agrovoltaica y atraerá talento hacia esta área".

Hace unos días, Erum y Powerfultree hicieron pública una carta abierta que han remitido a los partidos que se presentan a las elecciones generales, en la que pedían medidas de apoyo al sector de la energía agrovoltaica. En dicha carta, las dos empresas pedían a los candidatos incluir los sistemas agrovoltaicos en sus programas: "pensamos que es una de las soluciones para reducir la transición de suelo agrícola a fotovoltaico. Ha demostrado ser una solución real en Francia y Alemania, donde trabajan en proyectos piloto de cara a un desarrollo comercial, y pensamos que España no debería quedarse atrás, al disponer de un excelente recurso solar y una agricultura de calidad", señalaba la misiva.

La 'agrovoltaica' permite que energías renovables y agricultura compartan el suelo, en lugar de competir por él. De esta forma, la aprobación de un proyecto fotovoltaico ya no tendría que implicar necesariamente pérdida de superficie para la agricultura, y al mismo tiempo los paneles solares estarían más integrados en el entorno. Varios estudios demuestran que viñedos, frutales, viveros, maíz o trigo pueden coexistir perfectamente con las placas si se observa una separación mínima entre las líneas de paneles. Algunas instalaciones que ya se están proyectando por parte de CHM o Atitlan contemplan incluso el doble uso ganadero.

Diversificación en la inversión

La apuesta por la agrovoltaica que lidera Erum es solo el último ejemplo de la estrategia inversora de la empresa alcoyana, que se caracteriza por su diversificación y la apuesta por sectores no directamente relacionados con su actividad. En algunos casos, lo hace creando nuevas líneas dentro de su propio grupo, pero en otras recurre al papel de inversor estratégico para impulsar la actividad de otras firmas, como ha sucedido en este caso con Powerfultree, o en empresas como Acteco, dedicada al tratamiento de residuos industriales y que se acaba de integrar en Repsol.

En este caso, Erum es cofundadora de la empresa junto a Jorge Ramis, actual presidente y consejero delegado de la empresa. A finales de 2022, los impulsores de Acteco cerraron un acuerdo para que Repsol tomase el 27% del capital de la firma, tras cuatro años de colaboración entre ambas empresas para impulsar nuevos modelos de economía circular mediante la recuperación de polímeros tras el fin de su vida útil y su reincorporación en nuevos productos de alto valor añadido en sectores como el de la automoción, la sanidad, la construcción e infraestructuras o el embalaje