VALÈNCIA. Quizá era uno de los planes urbanísticos más esperados del mandato. Por lo simbólico del proyecto, por la degradación que vive la zona a la que afecta y porque, a la postre, era una de las reivindicaciones más sonoras de la ciudad, recogida en la mayoría de programas electorales y en el Pacto de La Nau. El Plan Especial del Cabanyal (PEC) se abordó como una medida urgente y empezará a ver la luz en los próximos meses.
El próximo lunes, la Comisión de Urbanismo debatirá y previsiblemente dará luz verde al nuevo planeamiento del barrio tres años después de suspender el que había aprobado el anterior ejecutivo local, encabezado por Rita Barberà, al que viene a sustituir. Este nuevo plan desecha la prolongación de Blasco Ibáñez.
Según anunció el equipo redactor, conformado por los urbanistas Gerardo Roger y Luis Casado, y la delegación que dirige Vicent Sarrià, el PEC proyecta un total de 703 viviendas nuevas aproximadamente, un 60% de las cuales serán de protección pública (VPP) y el resto, de renta libre. Establece además la disposición de 235 viviendas-alojamientos dotacionales en suelo de dominio público destinadas en régimen de alquiler a jóvenes, mayores de 65 años y colectivos sociales.
Por otro lado, incluye la construcción de un hito en el barrio marítimo: un edificio de 15 plantas para uso hotelero en el entorno de la avenida Eugenia Viñes y frente a La Marina. Asimismo, contempla la construcción de seis aparcamientos, cinco de los cuales serán en altura y el otro, subterráneo. En total, se proveerá al barrio con más de 1.200 plazas de aparcamiento.
Y el motivo: se peatonalizarán múltiples vías -unos 50.000 metros cuadrados-, por lo que se pretende trasladar la supresión de esas plazas de aparcamiento a las nuevas construcciones. La idea es ofrecer estacionamiento "a precios asequibles y moderados". Por otro lado, el PEC prevé multiplicar por dos los equipamientos públicos actuales del barrio, cuya superficie estimada en la propuesta es de casi 54.000 metros cuadrados, y suma 50.000 metros cuadrados de zonas verdes y jardines.
Esta versión del proyecto, la versión preliminar, cuenta con cinco unidades de ejecución. Se presentó en septiembre y pasará el lunes por la comisión con pequeñas y puntuales modificaciones, nada de grandes cambios, según explicaron a este diario fuentes municipales. Más tarde, se elevará al pleno del jueves y, tras su publicación, se abrirá un período de alegaciones de 45 días. Los plazos administrativos hacen prever que su aprobación final en el pleno municipal, tras el estudio de las alegaciones, se produzca bien entrada la primavera.
Uno de los condicionantes para dar salida al Plan Especial del Cabanyal era tener clara una solución para los llamados Bloques Portuarios. Si bien existía la posibilidad de derribarlos sin más -que nunca se llegó a contemplar como factible-, las opciones que barajaba el Ayuntamiento eran su reedificación -sustentada por el grupo municipal socialista y por la concejalía de Urbanismo, encabezada por el socialista Sarrià- o su rehabilitación interna -impulsada por el grupo de València en Comú y por su lideresa Maria Oliver-.
Tras varios tira y afloja entre ambas posturas, se acabó optando por la reedificación de los Bloques, pero no en la misma huella, sino en el entorno cercano, lo que permitirá continuar la vida normal a sus residentes mientras se construyen las nuevas fincas. El PEC había dejado un hueco blanco en el espacio de los Bloques a la espera de una decisión final. Con esta ya tomada, se ha procedido a darle salida. Este lunes será el primer paso.
