El operativo de búsqueda se activó tras varios avisos de una pelea entre sus padres
VALÈNCIA. (Agencias). La Guardia Civil ha hallado enterrados los cadáveres de los dos niños desaparecidos hoy en Godella, un niño de tres años y medio y una niña de apenas cinco meses, según han informado fuentes próximas a la investigación.
La búsqueda de los menores se ha había activado después de que varias llamadas alertaran de gritos y una pelea entre los progenitores, que permanecen bajo la custodia de la Guardia Civil y han sido interrogados durante toda la jornada.
Tras conocer estos hechos, la Guardia Civil y la Policía Local han desplazado al lugar varias patrullas, que en un primer momento comprobaron que el padre de los menores se encontraba en la casa, y no así la madre, que según algunos testigos había salido corriendo y desnuda.
Después de varias horas de interrogatorio con versiones contradictorias de los padres, la madre ha conducido a los investigadores hasta el lugar donde estaban los cadáveres de la niña de cinco meses y del niño de tres años y medio.
Según la versión del padre, la madre de los dos niños trató de ahogarlos este miércoles por la noche después de que la pareja tuviera una fuerte discusión. El delegado de Gobierno, Juan Carlos Fulgencio, había explicado que se habían contradicho e incurrido en incoherencias y que, en un primer momento, no se mostraban colaboradores.
Las citadas fuentes subrayan que la familia residía en una casa ocupada y que los servicios sociales habían abierto un expediente debido a los problemas mentales de los progenitores y la desatención hacia los menores que podía conllevar a la retirada de la custodia.
Al ser preguntado por los menores, el padre ha ofrecido respuestas "incoherentes", ha relatado el delegado del Gobierno, por lo que la Guardia Civil ha activado el operativo de búsqueda y aumentado los efectivos, ha señalado Juan Carlos Fulgencio.
La Guardia Civil y la Policía Local han comprobado que el padre estaba en la casa, pero no la madre. Algunos testimonios indicaban que había salido corriendo desnuda, hasta que ha sido encontrada a mediodía escondida en un bidón, con arañazos "propios de haber corrido, sin más". Además, ante las preguntas sobre los menores, las respuestas del padre habrían sido "incoherentes".
Preguntado sobre si se ha encontrado sangre, el delegado ha señalado que se trataba de "un pequeño rastro de sangre esporádico que puede ser de un corte cualquiera", si bien ha remarcado que no correspondería a "una agresión grave y mortal y que la investigación descarta que pueda ser debido a un hecho delictivo". También ha precisado que no se ha encontrado ningún arma.
En el dispositivo de búsqueda han participado bomberos, equipos de rescate en montaña y perros adiestrados en la búsqueda de personas vivas y fallecidas. La actitud de los padres en el transcurso de los interrogatorios ha sido poco "poco colaboradora", según las mismas fuentes.
Tras horas de búsqueda por los alrededores de la vivienda que ocupaba la familia, los agentes han encontrado los cuerpos sin vida enterrados en las inmediaciones.
Los padres de los menores, de en torno a los 30 años, Gabriel, de nacionalidad belga y María, mexicana, al parecer presentan algún tipo de desequilibrio y se mostraron reacios en todo momento a colaborar con el instituto armado, que reforzó el dispositivo para tratar de encontrarlos con vida.
Fuente próximas a la familia aseguran que desde hace años Gabriel y María habían adoptado un estilo de vida jipi además de mantener cierto coqueteo con algunas sustancias estupefacientes. Testimonios recogidos por Cuatro al Día en su entorno cercano afirman que Mónica, la madre de María y abuela de los niños había mostrado últimamente preocupación por la situación de sus nietos dado el estado de abandono de los niños así como su reiterada falta al colegio. También han descrito a Gabriel como una persona violenta.
A primera hora de la mañana, un vecino de Rocafort había alertado de que un varón de pelo rubio parecía perseguir a una mujer que corría delante, ambos semidesnudos. Cuando la Guardia Civil llegó al lugar, los vecinos les remitieron a una barraca donde se supone que vive una familia okupa.
Al llegar allí, los agentes encontraron a un hombre con rasguños en la cara y, al ser preguntado por su familia, aseguró que había tenido una discusión con su mujer. Tras varias contradicciones, llegó a espetar: "No se preocupen, que están todos muertos". En ese momento, los agentes pusieron en marcha una investigación para dar con el paradero de los menores de la pareja.
Mientras se rastreaba con helicópteros y perros la zona en busca de los niños, el hombre aseguró a la Guardia Civil que su mujer le ha dicho que iba a irse al fondo de una piscina para reencarnarse en sus hijos, si bien posteriormente no ha dado una versión clara de lo sucedido. Finalmente, los pequeños han sido encontrados enterrados junto a la vivienda donde residían. Se desconocen las causas del suceso.
Los niños desaparecidos en Godella fueron vistos por última vez este pasado miércoles por una amiga de la familia que les llevó comida y su búsqueda estaba activada en los alrededores de la vivienda.
El dispositivo ha estado formado por 110 efectivos con participación de Guardia Civil, Policía Nacional y Local, voluntarios de Protección Civil y bomberos con perros de búsqueda especializados en hallar personas vivas y fallecidas.