VALÈNCIA. Heineken España sigue pensando en verde y apuesta por la innovación y la sostenibilidad impulsando un nuevo modelo logístico en las ciudades. La cervecera abre paso al reparto verde en nuestro país con un proyecto de movilidad sostenible “última milla”, pionero en España, que arranca en Sevilla con objetivo de extenderse a otras capitales de nuestro país, y que busca evitar la emisión a la atmósfera de más de 21.450 toneladas de CO2 cada año en la ciudad.
La movilidad sostenible es un desafío necesario para cumplir el objetivo de neutralidad climática que la Unión Europea se ha fijado para 2050, que implica reducir un 90% las emisiones vinculadas al transporte. Y especialmente urgente en países como España, donde hay más de 24,5 millones de coches en circulación -casi uno por cada dos españoles- y el 82% de la población vive en núcleos urbanos. El Ministerio para la Transición Ecológica ha presentado recientemente el borrador de su Plan Nacional de Energía y Clima, una estrategia para cumplir con el Acuerdo de París contra el cambio climático que define las prioridades para 2050 en materia de reducción de emisiones en núcleos urbanos. Todo ello para que las personas puedan disfrutar de una mejor calidad de vida en ciudades más seguras, inteligentes y sostenibles.
Heineken comparte esta ambición verde con el Gobierno a nivel nacional, autonómico y local y ha puesto en marcha este pionero proyecto, que arranca en Sevilla y se expandirá por otras ciudades del país, y que consiste en la incorporación de una flota de ciclomotores eléctricos a su reparto de “última milla” para distribuir cerveza a bares y restaurantes.
La cervecera vuelve a apostar por la colaboración público-privada con este proyecto. El acuerdo firmado con el Ayuntamiento hispalense a través de Aussa, la empresa encargada de gestionar los aparcamientos públicos, busca testar los beneficios ambientales y sociales de esta iniciativa para diseñar el plan más adecuado para fomentar la movilidad y el transporte sostenible en la ciudad. Entre los objetivos se encuentran la lucha contra el cambio climático y crear espacios de vida más agradables en los núcleos urbanos: descongestionando el tráfico, reduciendo la contaminación acústica y visual, mejorando la calidad del aire y la salud de los ciudadanos, y al mismo tiempo cuidando el suelo histórico y el patrimonio cultural de los cascos antiguos.
La familia Heineken España sitúa así a Sevilla como ciudad puntera en materia de movilidad sostenible, sumándose a la tendencia de ciudades como Estocolmo o Londres, que se han convertido en referentes en la última década por sus iniciativas verdes y políticas de inversión en infraestructuras sostenibles.
“En la familia Heineken España tenemos la ambición de elaborar cervezas que le gusten al mundo, a las personas y al planeta. Nos hemos comprometido a ser neutros en carbono en toda nuestra cadena de valor en 2040, y eso supone trabajar la sostenibilidad desde una visión transversal, “desde el campo al bar”. Ya hemos conseguido reducir nuestras emisiones de CO2 en distribución un 23,4% en los últimos 10 años, y con este proyecto ponemos el foco en la movilidad sostenible”, ha explicado Guillaume Duverdier, presidente ejecutivo de Heineken España
Desde hoy mismo, estos vehículos cero emisiones y específicamente diseñados para el transporte de cerveza junto a la start-up andaluza Scoobic, estarán repartiendo Cruzcampo por los bares del icónico barrio de Santa Cruz. Con una capacidad de carga de hasta 500 kg (8 barriles), tienen una autonomía de 150 kilómetros en desplazamientos urbanos y una cilindrada de 49 centímetros cúbicos. A ello añaden sus reducidas dimensiones -solo un metro de ancho y casi 3 metros de largo- y su menor peso, que les permiten circular por las calles más estrechas a una velocidad de 7 km/h.
Asimismo, la incorporación de los vehículos de “última milla” a la flota de reparto impulsa la generación de empleo en la ciudad, con la próxima apertura de la fábrica de vehículos híbridos de la start-up. Este centro supone una inversión de más de 13 millones de euros y generará más de 200 empleos directos.
Heineken tiene la ambición de ser neutra en carbono en toda su cadena de valor en 2040. Y para lograrlo, no solo aspira a ser la cervecera más verde, sino que trabaja la sostenibilidad desde una visión transversal, “del campo al consumidor”, que se centra en las áreas más urgentes en cada territorio. Apoyándose en el poder de la tecnología como elemento impulsor del cambio para diseñar soluciones creativas, que atajen problemas reales y concretos. Y colaborando con toda la sociedad, con clientes, consumidores, distribuidores, proveedores, start-ups e instituciones para llegar más lejos.
El transporte es una de las áreas en las que centra sus actuaciones para reducir su huella de carbono. Decidida a fomentar una logística cada vez más verde, en la última década Heineken España ha logrado reducir sus emisiones de CO2 en distribución un 23,4%. Y aspira a reducir un 20% más esa cifra de cara a los próximos cinco años, tal y como acredita el compromiso adquirido con AECOC, que en 2020 le valió el premio Lean & Green. Para lograrlo, seguirá fomentando el transporte colaborativo y el uso de vehículos que utilizan combustibles menos contaminantes, como eléctricos e híbridos, como los camiones ECO de su flota de distribución.
La nueva planta termosolar, que tiene una potencia de 30 MW, una capacidad de almacenamiento de 68 MWh y 8 hectáreas de superficie, se prevé reduzca más de un 60% el consumo de gas fósil de esta fábrica