Historia de un secuestro entre el disparate y la reflexión política

VALÈNCIA. En el ámbito de la literatura, el thriller encuentra aliados en la imaginación de los lectores, y en el del cine, en el uso de la banda sonora y el montaje. Consciente de las limitaciones que le imponen las tablas, la directora de teatro Pepa Miralles, ha optado por amancebar el género con la comedia en la propuesta Icària, programada del 18 al 21 de marzo en el Teatro Rialto. “Este ritmo vivace beneficia al thriller porque el espectador no tiene tiempo de pensar. En esa sucesión de situaciones, lo descolocamos y nos acompaña hasta el final en su afán por descubrir qué está pasando”, avanza la responsable del nuevo montaje de la veterana compañía de Alcoi La Dependent.

Durante la preparación del proyecto, la directora ha tenido en mente comedias míticas protagonizadas por atracadores abocados a chapuzas criminales como Rufufú (Mario Monicelli, 1958) y Un pez llamado Wanda (Charles Crichton, 1989), y un drama basado en hechos reales, en concreto en los secuestros protagonizados por la familia Puccio durante los años ochenta en Argentina, El clan (Pablo Trapero, 2015).

En los tres casos, los planes de los delincuenten no acaban como estaba previsto. Ese desbarajuste está presente también en Icària, “con unos secuestradores profesionales que son un poco Pepe Gotera y Otilio”. 

La sombra de una campaña electoral

La trama está ambientada en un almacén de aspecto lumpen, donde dos hombres y una mujer han secuestrado a un acaudalado empresario. La primera incógnita que se le plantea al público es cuáles son las motivaciones tras el rapto, ya que un rescate económico no parece ser suficiente.

Entre los criminales implicados hay un idealista que defiende la tesis esgrimida por el teórico político y socialista Étienne Cabet en su publicación de 1840 Viaje a Icaria, donde aboga por una utopía comunista donde se erradiquen la propiedad privada y el dinero.

El estreno de la obra coincide con un momento de polarización en la política española, con el recién acuñado eslogan “comunismo o libertad” por parte de la candidata popular a las elecciones a la presidencia de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. No obstante, Miralles afirma que en el texto de Pasqual Alapont no hay una reivindicación, “sino unos hechos que pueden llevar a una reflexión, la de si es posible un mundo mejor, en el que todos podamos ser felices”.

La directora asegura que no es una propuesta doctrinaria, pues deja al espectador llegar a sus propias conclusiones, que inevitablemente estarán ligadas a su postura ideológica y política.

El lustre del COVID-19

La obra de teatro se vio afectada por la crisis sanitaria. La Dependent salió en enero al paso del cierre de los teatros de Alcoi provocado por el coronavirus, con una primera función desde el Teatre Calderón retransmitida en directo vía Zoom.

Pepa Miralles incluso le observa una ventaja al contexto en el que se ha desarrollado y estrena la pieza: “La pandemia no ha envejecido el texto, al contrario, es una obra que parece escrita en estos momentos, ya que plantea la disyuntiva de si de esta salderemos mejores”. 

Icària habla de la utopía, de la familia, de la zozobra personal, de la esperanza y del dinero. “Viene al pelo. La pandemia le ha dado mucho brillo”.