Le fotógrafe Tonje Thilesen analiza la conexión entre los cuerpos humanos y la naturaleza a través de Homesick, un fotolibro editado por el estudio valenciano Carmencita Film Lab. Este se complementa con una exposición que podrá verse en Carmencita hasta finales de noviembre
VALÈNCIA. Desde que tenía apenas 13 años a Tonje Thilesen siempre le había interesado la naturaleza. Siempre agarraba su cámara y huía por el lago cercano a su casa en Oslo para buscar algo que fotografiar con su analógica. Cualquier cosa podía ser ívctima de su objetivo: el agua fluyendo, un pequeño insecto, las ranas que brincaban por la zona… Con el paso del tiempo Tonje hizo de la fotografía su profesión, y a día de hoy le artiste ha realizado trabajos de fotografía para prestigiosos medios como The Guardian, The New York Times, la revista TIME y el Wall Steet Journal entre otros, aunque confiesa que siempre prefiere el trabajo más intimista: “Trabajar para grandes medios no es tan sorprendente como suena, muchas veces en un proyecto pequeño hay una implicación mucho más compleja que la que sucede a través de un encargo”.
Desde Carmencita Film Lab, estudio de fotografía analógica afincado en València y con sede en ciudades como Barcelona o Lisboa, conocieron el trabajo de Tobje y supieron que era totalmente necesario colaborar con ella: “Al final nos interesaba mucho su visión intimista, lo que hicimos es contactar con ella y confeccionar junto a Sergio Membrillas un fotolibro que pudiera explicar una parte de su trabajo”, explica Élyse en nombre de Carmencita. A través de más de una veintena de fotografías se cuenta la historia vital de Tonje, de forma lineal y siguiendo un relato que traspasa desde humanos hasta animales pasando por nieve, tierra y demás elementos que se entrelazan en el relato, tal y como lo explica una de las curators: “Al final buscamos que la fotografía siga también un relato, no queremos enseñar fotografías aisladas del artiste, es una labor de mediación entre elle y nosotros”.
Fotos: TONJE THILESEN
Le artiste Tonje viaja desde Noruega a España para presentar el fotolibro en València, y aprovecha para desvelar alguna de las claves de su trabajo: “Fotografío cosas por las que siento cierta afinidad, o con las que siento conexión. Cuando trabajo con modelos necesito que exista una buena relación para lograr los posados que realmente llegan a transmitir algo”, explica. Al final su trabajo actual avanza muchos según las exigencias, trabajar para grandes medios le ha enseñado a sentir la presión de los plazo y los márgenes de los encargos, pero siempre sigue haciéndolo a su manera: “Yo para trabajar pongo mis condiciones, si no el trabajo no queda bien y yo no me siento satisfecha con ello”.
¿Y frente al reto de mostrar algo tan personal? En la confección de su fotolibro Homesick, junto a Carmencita, se lleva a cabo una selección de fotografías en las que se contempla “un archivo del mundo natural” en el que le fotógrafe forma parte de un trabajo con una atmósfera “nostálgica y más semejante a un sueño que a la realidad”. Con juegos de luz y contando con diferentes personajes, paisajes y elementos Tonje logra fotografías la ternura y la intimidad entre los seres humanos y la naturaleza: “Al final todo se trata de conexiones, para mi es muy importante contemplar lo que me rodea y aprender de ello, y ya después capturarlo”.
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