VALÈNCIA (EP). La Unidad del Dolor del Servicio de Anestesiología y Reanimación del Hospital Clínico Universitario de València realiza cada año alrededor de 2.500 técnicas intervencionistas para tratar el dolor crónico y atiende más de 6.500 consultas anuales.
Con motivo del Día mundial del Dolor, que se celebra cada 17 de octubre, el centro hospitalario ha organizado una mesa de debate para tratar el abordaje multidisciplinar del dolor, según ha indicado la Generalitat en un comunicado.
La jornada ha sido inaugurada por la directora general de Atención Hospitalaria, Asunción Perales, quien ha señalado que el objetivo de la Conselleria de Sanidad es "concienciar sobre la importancia de un adecuado control del dolor como una vía para mejorar la calidad de vida de los pacientes".
"El impacto del dolor crónico se extiende a la vertiente laboral, familiar y personal, con lo que repercute en el desarrollo de las actividades cotidianas y profesionales y afecta negativamente al estado de salud físico, mental y social", ha expresado.
En este sentido, ha apuntado que, para lograr hacer frente al impacto que causa el dolor entre los pacientes, "es decisivo potenciar el papel central de las unidades de dolor". "En la Comunitat Valenciana se contabilizan 25 unidades en los diferentes centros públicos, dos de ellas se han estructurado el pasado mes de septiembre, una de ellas en Alcoi y la otra en el Hospital de Atención a pacientes Crónicos y de Larga Estancia de La Magdalena" ha explicado.
Las unidades del dolor se encargan de atender a pacientes con dolor crónico, que es aquel que tiene una duración superior a seis meses. La Unidad del Dolor del Hospital Clínico de València cuenta con una cartera de servicios que se compone de múltiples técnicas intervencionistas, como pueden ser bloqueos, infiltraciones, técnicas discales, radiofrecuencia, epiduroscopia o neuromodulación, entre otras.
El doctor Carlos Tornero, jefe de sección del Servicio de Anestesiología, responsable de la Unidad del Dolor del Hospital Clínico de València e investigador principal de los estudios en dolor del Instituto INCLIVA en el Grupo de Investigación en Anestesiología y Reanimación, ha explicado que, en los últimos años, han incorporado "las técnicas más modernas" de estimulación medular.
"Este año, el Hospital Clínico ha incorporado la estimulación magnética transcraneal (TMS), una técnica de neuromodulación no invasiva que se añade a la terapia transcraneal de corriente directa (TDCS) que lleva realizándose en la Unidad del Dolor desde hace año y medio aproximadamente", ha precisado.
Ambas técnicas tienen el objetivo de modificar la transmisión de la señal nerviosa, siendo la estimulación magnética transcraneal una técnica que actúa "más profundamente" a nivel de la corteza cerebral y que tiene indicaciones en casos de dolor más complejo que la de corriente directa. Hasta el momento se ha realizado esta nueva técnica a 80 pacientes.
"La mayor parte de casos que se atienden en la Unidad del Dolor del Hospital Clínico son los relacionados con dolor musculo-esquelético, principalmente de origen vertebral, tanto lumbar como cervical" ha especificado Carlos Tornero.
Por edades, la franja de edad media de los pacientes se sitúa en los 60 años, "siendo en todos los casos un importante reto conseguir una mejora del dolor y, sobre todo, intentar recuperar la funcionalidad del paciente para que pueda reincorporarse a una vida lo más normal posible", ha añadido.
La Unidad ha sido "pionera" en la aplicación de técnicas de neuromodulación no invasiva, realizando tanto terapia transcraneal de corriente directa como la recientemente incorporada estimulación magnética transcraneal. Es una unidad multidisciplinar integrada por diferentes profesionales sanitarios, entre ellos, médicos anestesistas, médicos de familia, neurofisiólogos, psicólogos y enfermería.
En la actualidad, el instituto de investigación INCLIVA está desarrollando un estudio -que comenzó hace tres meses y tiene una duración prevista de reclutamiento de nueve meses- de pacientes de la Unidad del Dolor del Hospital Clínico con dolor generalizado para valorar la mejora de su calidad de vida mediante la aplicación de técnicas de neuromodulación no invasiva.
La estimulación transcraneal de corriente directa es una técnica de neuromodulación no invasiva que se aplica en pacientes con dolor crónico de difícil control y que también se utiliza para tratar diversos trastornos neurológicos y psiquiátricos. Se trata de una técnica que aplica una corriente eléctrica de baja intensidad sobre el cuero cabelludo (transcraneal) con el objetivo de estimular áreas específicas del cerebro.
En el actual estudio, la aplicación de estimulación eléctrica transcraneal se realiza colocando diferentes electrodos sobre el cuero cabelludo en función de las áreas corticales a estimular en cada caso.
Esta técnica se aplica al paciente el primer día en la unidad del dolor y, a posteriori, se le explica cómo continuar la terapia en su propio domicilio. Este procedimiento requiere un sistema que el paciente se lleva a su casa para seguir allí el tratamiento durante tres semanas.
Esto supone "grandes ventajas" para los pacientes y una "optimización" de los recursos sanitarios, lo que permite poder tratar a un mayor número de pacientes afectos de esta patología "tan incapacitante" como es el dolor generalizado.