Foto: NACHO LÓPEZ. VALÈNCIA. El mapa de galerías de arte contemporáneo de València mengua. La galería House of Chappaz, fundada y dirigida por Ismaël Chappaz, abandona la ciudad y centrará sus esfuerzos en su sede de Barcelona, junto a sus socios Oriol Armengou y Ferran Mitjans. Así lo ha comunicado el galerista, que señala que ha tomado la decisión con el objetivo de “concentrar esfuerzos y fortalecer la visión internacional del proyecto galerístico desde la capital catalana”.
“Después de nacer y persistir en València durante 13 años y posteriormente a un profundo proceso de análisis y reflexión, hemos creído que ha llegado el momento de cerrar el espacio de arte contemporáneo ubicado en el carrer de Cavallers de València, estableciendo un punto y aparte de nuestro proyecto galerístico”, refleja en un comunicado.
La galería es uno de los espacios clave para entender la escena artística de València de los últimos años. Fue en 2021 cuando nació el proyecto, que era heredero directo de la galería Espai Tactel, que durante una década opero desde Russafa. Con nuevas sedes -en plural- y un proyecto renovado se puso en marcha House of Chappaz, que entonces sumaba dos espacios en València y un tercero en Barcelona, en colaboración con Toormix, que actualmente opera bajo la marca House of Chappaz Basement.
Con todo, a partir de ahora la sede catalana pasará a llamarse House of Chappaz, siendo el “centro de operaciones del proyecto y desde dónde generaremos toda nuestra actividad como proyecto galerístico”. Este movimiento, “doloroso pero esperanzador”, dará paso a una nueva etapa que comenzará en septiembre y que en València se despide con la exposición Articulaciones del Deseo. “Creemos que ha llegado el momento de arriesgar, de dar este paso adelante y de avanzar en nuestro viaje, aunque nos duela abandonar nuestra amada ciudad, pero es a la vez un gran estímulo”.
“Hemos de entender las galerías como espacios híbridos que, aún y asumiendo también una función comercial, son principalmente espacios de cultura, espacios de exhibición dónde proponer y dar espacio a visiones arriesgadas, lugares de encuentro y de reflexión. Si cierra una galería no sólo cierra un espacio expositivo, cierra un sitio dónde se generaba una programación de forma continua, una ventana cultural, una red de trabajo y de apoyo a los artistas, que también cumple una función con la ciudadanía”, reflexiona el galerista.
