VALÈNCIA. La descomunal Dana, que asoló hace ya 15 días el sur de la provincia, dejó a su paso poblaciones totalmente anegadas con una gran incidencia en muchas de las construcciones de las localidades más afectadas. Algunas, incluso, se han derrumbado, dejando a muchas familias sin un techo. El principal problema en estos casos es que edificios que a aparentemente están en buen estado escondan una realidad que ponga en peligro la seguridad de las personas. Por ello, en estos casos es de vital importancia la revisión e inspección de los edificios para conocer su salud real.
Unas labores que desde hace días realizan expertos como los arquitectos técnicos sobre el terreno. Para ello, la Generalitat Valenciana ha creado la Unidad de Evaluación de Daños, coordinada por la propia Administración valenciana y gestionada por el Instituto Valenciano de la Edificación (IVE). Este grupo está formado por arquitectos técnicos voluntarios que revisan estructuras y sistemas de edificios para garantizar su seguridad y habitabilidad. Pero, también para ayudar a los afectados a acceder a las ayudas públicas.
Y es que gran parte del parque edificado en las zonas afectadas por la devastación del temporal han quedado afectadas en distintos niveles. Así, humedades, filtraciones, lesiones en cerramientos son algunos de las principales problemas que se están detectando, explican a este diario desde el Colegio Oficial de la Arquitectura Técnica de Valencia (COAT Valencia). Pero también hay casos más graves que incumben a los propios cimientos de la edificación.
En estas inspecciones se están analizamos muros, pilares, cimientos, vigas, forjados, cubiertas, fachadas, carpinterías, particiones interiores, suelos y techos. También, otras instalaciones fundamentales como electricidad, suministro y evacuación de agua, gas y climatización. El objetivo es identificar cualquier lesión que haya sufrido el inmueble y plasmarlo en un informe técnico que permitirá determinar las reparaciones necesarias y cuantificar los daños.
Este documento es de gran importancia, ya que, según explican desde el COAT Valencia, servirá para que los propietarios puedan acceder a las ayudas públicas destinadas a la recuperación de sus viviendas tras la catástrofe. Por ello, recuerdan que los ciudadanos que hayan sufrido las consecuencias de la Dana en sus viviendas contacten con sus ayuntamientos para solicitar esta inspección gratuita. Por el momento, esta Unidad de Evaluación lleva más de 300 inspecciones realizadas en las localidades de Albal, Algemesí y Catarroja.
Por el momento, los daños que se han detectado presentan una enorme variedad, influenciados por factores como el caudal y la fuerza de la corriente, los elementos expuestos, el tipo de construcción, la antigüedad y la ubicación de cada inmueble. "Estas variables determinan la diversidad de afecciones que encontramos: desde humedades y filtraciones, hasta la degradación de revestimientos, lesiones en cubiertas o daños en cerramientos", explica Federico Esteve, arquitecto técnico residente en Algemesí.
"Cuando la fuerza del agua es significativa, la presión ejercida sobre los elementos constructivos puede ocasionar daños más graves, llegando incluso a comprometer la estructura. "En los casos donde el terreno ha sido horadado por el caudal y se expone la cimentación a simple vista, es imprescindible realizar una revisión urgente para evaluar los riesgos y garantizar la estabilidad del edificio", subraya.
Por tanto, la prioridad es identificar posibles daños estructurales, aunque no todos los edificios presentan problemas de este tipo. En muchos casos, las grietas que están encontrando, son superficiales, pero otras pueden estar afectando a elementos constructivos, fachadas o muros de carga, obligando a su revisión. Estos casos también se han detectado, especialmente en inmuebles próximos al barranco.
"El trabajo que queda por delante es inmenso. Es imprescindible realizar inspecciones en todas las zonas afectadas, y en algunos casos será necesario un seguimiento técnico posterior para garantizar la seguridad de los edificios", afirma Vicente Terol, presidente del COAT Valencia. "La Generalitat Valenciana, a través del Instituto Valenciano de la Edificación (IVE), es la encargada de organizar y coordinar este esfuerzo técnico desde la Unidad de Evaluación de Daños. Este trabajo requiere una planificación rigurosa, ya que implica movilizar y coordinar múltiples recursos", recuerda.
En cualquier caso, destaca la labor altruista de los colegiados, "demostrado, una vez más, su compromiso y profesionalidad al ofrecerse como voluntarios para evaluar los daños en los edificios afectados por la DANA". "Desde el colegio estamos apoyando esta iniciativa con todos los recursos posibles, ofreciendo asesoramiento, cobertura aseguradora gratuita y facilitando la labor de nuestros técnicos”.