València acoge el V Encuentro Internacional de Rectores de Universia (Fotos: Kike Taberner)
València acoge el V Encuentro Internacional de Rectores de Universia (Fotos: Kike Taberner)
València acoge el V Encuentro Internacional de Rectores de Universia (Fotos: Kike Taberner)
VALÈNCIA. Los retos e incertidumbres asociadas a la rápida irrupción de la inteligencia artificial (IA) han marcado buena parte de la sesión inaugural del V Encuentro Internacional de Rectores que se celebra esta semana en València, en el que expertos de la talla del creador de la World Wide Web (WWW), Tim Berners-Lee o la responsable de la estrategia de investigación de la IA conversacional de Google, Pilar Manchón, y la presidenta del Banco Santander, Ana Botín, han hecho referencia a los efectos inmediatos de las tecnologías digitales.
“¿Cómo va a cambiarnos la inteligencia artificial? Ahora mismo la dirección no está clara”, ha reconocido Manchón, quien ha abogado por invertir más en seguridad en lugar de ralentizar la investigación en torno a las IA para asegurar “que su uso es seguro antes de lanzarlas a la sociedad”. “Tenemos que ser valientes, pero responsables”, ha sostenido en un panel de debate junto a la asesora científica en el Instituto Vodafone y directora de la Fundación Ellis, Nuria Oliver, y el físico y Premio Príncipe de Asturias, Ignacio Cirac.
En el marco de este encuentro internacional organizado por Universia y el Banco Santander, que reúne hasta este miércoles a alrededor de 700 líderes universitarios de catorce países distintos, Manchón ha explicado que la sociedad se encuentra ahora “al filo de descubrimientos que van a ayudarnos a hacer las cosas más rápido”, aunque ha matizado que ello no puede ocurrir sin “lo que importa, que es el ser humano”. En relación a ello, y respecto a los chats conversacionales, ha recordado que estas tecnologías “no son todavía lo suficientemente maduras” y que por ello se debe tener “cuidado”.
“No están listas para la forma en la que estamos estructurados en materia de Educación o en cómo trabajamos. Los niños van a usarlas de manera que no corresponde, estamos en un periodo de transición” en el que tanto alumnos como docentes deben aprender a manejarlas, ha expresado. En este sentido, Oliver ha argumentado que pese al “muy rápido” avance de la tecnología hay “muchas cosas que no contribuyen al progreso”, y que por ello convendría cambiar de dirección. Además, ha apuntado a la ausencia de movilización social ante este nuevo escenario. “No deberíamos tener que gestionar las consecuencias negativas de una tecnología que no tiene a las personas en el centro”, ha dicho.
Oliver ha hecho igualmente mención a las particularidades de una revolución tecnológica que, al contrario de lo que sucedió en el pasado, esta vez “impacta en empleos que requieren de mucha formación”, por lo que ha señalado que ahora el aprendizaje a lo largo de toda la vida “es crítico”. “Los seres humanos podemos aprender durante toda la vida, no solo hasta los 22 años para después amortizar ese conocimiento. Debemos contar con cursos cortos para mejorar y adaptar nuestra formación”, ha puntualizado.
En una línea igualmente crítica, y en la charla que inauguraba el V Encuentro de Rectores, el científico británico Tim Berners-Lee ya había abogado por buscar un cambio de rumbo en la web. “Puede que de hecho fuera responsable de la elección de Donald Trump y del Brexit, la gente se está dando cuenta de que no quiere verse manipulada, quiere tener el control de lo que hacen” en Internet, ha asegurado.
El padre de la WWW, el sistema de intercambio de información digital mediante páginas hoy mundialmente empleado, ha advertido así de los peligros vinculados a grandes tecnológicas como Facebook, Twitter o Google. “Internet es simplemente una plataforma, lo que debe cambiarse son las aplicaciones que se construyen usando la web. Se puede cambiar la forma en la que se están haciendo las cosas”, ha aseverado.
De esa voluntad de tratar de convencer a las tecnológicas de un cambio de rumbo nació la iniciativa ‘Contract for the Web’, que pretende “que empresas, gobiernos y ciudadanos se comprometan a que en la web se respeten los derechos humanos de los usuarios y sea accesible para todos a nivel global”. En este sentido, Berners-Lee ha defendido también su proyecto ‘Solid’ para la descentralización de datos en Internet desarrollado por el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), que quiere “mejorar la privacidad” de los usuarios.
Por su parte, y desde el ámbito de la computación cuántica y la creación de los conocidos como superordenadores, el físico Ignacio Cirac ha reconocido que existen “algunas preocupaciones” en torno a una tecnología “en desarrollo” y que plantea incertidumbres. “Si un país construye este ordenador y nadie más lo tiene, no solo tienes acceso a desencriptar mensajes, sino a construir nuevos materiales u objetos que tienen patente, y eso generaría desigualdades. Por eso varios países están desarrollándolos en paralelo”, ha indicado.
Más adelante, y en el acto inaugural del V Encuentro Internacional de Rectores, la presidenta del Banco Santander, Ana Botín, ha recordado que la irrupción de las nuevas tecnologías digitales afecta a actividades “basadas en activos intangibles” como son “la Educación y los activos financieros”, y ha abogado por revisar y actualizar la misión de la universidad ante estas cuestiones. En esta línea, ha anunciado la inversión en la Universidad de 400 millones de euros más entre 2023 y 2026 para “seguir fomentando la educación, la empleabilidad y el emprendimiento”.
Por su parte, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha decantado por construir nuevos espacios de conocimiento como “una solución realista a los desafíos que afronta la humanidad”, a la vez que el president de la Generalitat, Ximo Puig, ha subrayado que la “ciencia, conciencia y decencia” deben inspirar las conclusiones de este Encuentro porque “de poco sirve la inteligencia artificial sin inteligencia emocional”.
De igual manera, durante este martes se han realizado también una serie de paneles de discusión en torno al papel de la formación sobre distintos aspectos de relevancia, como el apoyo en la creación de empresas y de nuevos marcos y redes para la movilidad o la colaboración entre distintas universidades para favorecer una educación más abierta e inclusiva.