MADRID (EP). Iberdrola registró un beneficio neto de 828 millones de euros en el primer trimestre de este año, lo que supone un descenso del 4,7% respecto al mismo periodo del ejercicio anterior, según ha informado este miércoles la eléctrica.
La compañía ha explicado que los resultados se han visto afectados por las condiciones meteorológicas en España, con una baja pluviosidad que ha supuesto una menor producción hidroeléctrica y con una menor producción eólica, así como por el cierre de la central térmica de Longannet en Reino Unido en marzo de 2016 que afecta a la comparativa del trimestre, y por la situación competitiva en el mercado de clientes en este país.
El beneficio neto del grupo en el periodo se vio así salvado por los resultados de activos no corrientes en el periodo, que se dispararon a 256,2 millones de euros, frente a los 29,1 millones de euros en el primer trimestre del año pasado, gracias a la operación de fusión de Gamesa con Siemens Wind, que ha aportado a la energética 255 millones de euros, tras la dilución de su participación del 20% al 8% en la compañía fusionada, incluidos los 198 millones de euros correspondientes al dividendo extraordinario cobrado el pasado 11 de abril por el cierre de la fusión. No obstante, el grupo energético prevé que las cifras se recuperen a lo largo del año y mantiene sus previsiones de crecimiento para el final del ejercicio.
A este respecto, señaló que a lo largo del año varios de los efectos que han lastrado los resultados del trimestre, como el cierre de Longannet o la comparativa con un primer trimestre eólico "excepcionalmente fuerte" en 2016, se irán laminando, y, además, se producirán otros impactos, como la subida de tarifas en Reino Unido a partir de abril y la nueva capacidad que se pondrá en operación tanto en renovables (1.393 MW) como en generación regulada en México (+129 MW).
La filial americana Avangrid, que cotiza en la Bolsa de Nueva York y de la que el grupo controla el 81,5%, registró un beneficio neto de 239 millones de dólares (218,4 millones de euros), un 13% más.
El resultado bruto de explotación (Ebitda) alcanzó los 1.862 millones de euros, un 8,2% menos, impulsado por la contribución del negocio de redes, principalmente de Estados Unidos. Asimismo, la inversión creció un 13,4% hasta superar los 1.000 millones de euros, y un 93% se destina a los negocios de redes, renovables y generación contratada.
La deuda financiera neta del grupo a cierre del pasado mes de marzo se situaba en 29.760 millones de euros, con un incremento de 346 millones de euros respecto a diciembre de 2016, como consecuencia del proceso inversor.
La compañía cuenta con cerca de 6.500 megavatios (MW) en construcción en energías renovables y generación contratada, lo que permitirá poner en marcha más de 2.000 MW durante 2017. En España, el periodo se caracterizó para el grupo por la fuerte disminución de la producción hidroeléctrica (-44%) y por una menor producción del resto de tecnologías renovables (-12%) derivadas de las condiciones climatológicas. La producción de centrales de carbón y gas cubrió la caída de estas, con aumentos del 70% y del 27%, respectivamente.
Por otro lado, tal y como se acordó en la pasada junta general de accionistas, el consejo de administración ha aprobado la ejecución el próximo mes de julio de una nueva edición del programa 'Iberdrola Dividendo Flexible', con un precio de compra garantizado de, al menos, 0,145 euros brutos por acción -un 16,9% más que en julio de 2016-, más 0,03 euros brutos en efectivo, con lo que la remuneración al accionista se sitúa en 0,175 euros brutos por acción.
Este importe, sumado a los 0,135 euros brutos por acción ya abonados el pasado mes de enero, supone que la retribución anual alcance los 0,31 euros brutos por acción, casi un 11% más que el año anterior.