VALENCIA. El fabricante valenciano de helados Ice Cream Factory Comaker (ICFC), heredera de la histórica Avidesa, incrementó su beneficio un 26% durante el último ejercicio por encima de 1,5 millones de euros tras un incremento de ventas que le acerca al listón de los 100 millones de facturación.
Según las últimas cuentas depositadas por la compañía, correspondientes a 2014, la cifra de ventas creció un 4,28% respecto al año anterior para situarse por encima de 91,4 millones de euros. El resultado de explotación, según destaca el informe de gestión, se situó en 4,46 millones de euros.
En ese informe, la empresa destaca que en los últimos meses ha puesto en marcha una serie de acciones encaminadas a "afrontar con éxito en la cuenta de resultados estos momentos de crisis", acciones que no detalla. Además, haber consolidado su posición de liquidez y solidez financiera a medio y largo plazo "mediante el refuerzo de su estructura financiera con las principales entidades financieras del entorno".
En este sentido, la firma ha reducido ligeramente su pasivo a corto plazo a 12,4 millones de euros. Por tipo de deuda, la compañía ha logrado reducir su pasivo financiero a corto plazo (vencimiento a doce meses) en cerca de 1,2 millones en el último ejercicio, de manera que al cierre del mismo este se situaba en 10,5 millones de euros.
ICFC, con sede en Alzira, es una compañía valenciana líder en la fabricación de helados a nivel europeo destinados al canal de la alimentación y restauración.
La firma surge de la histórica Avidesa fundadada en 1964 por Luís Suñer. En poco tiempo se convirtió en una marca de referencia en calidad y líder nacional durante muchas décadas. A principios de los 90, Avidesa fue comprada por Helados Miko y, cuatro años más tarde, por Helados Camy.