Se trata de crear flujos constantes de ingresos a raíz de un esfuerzo y una inversión realizada solo una vez. Esto es lo que se conoce como ingresos pasivos y hay muchas fórmulas de obtenerlos, tanto en un negocio físico como online
VALÈNCIA. “Hace 20 años descubrí la magia de los ingresos pasivos cuando decidí aportar capital para un negocio y a cambio comencé a recibir un porcentaje de las ganancias del mismo…La emoción fue en aumento cuando descubrí que con lo que ganaba podía seguir invirtiendo en otras cosas y fui vislumbrando cada vez con mayor claridad un camino que parecía no tener fin”. Lo cuenta Agustín Grau en su libro “Libertad financiera en dos pasos”.
Grau dice llevar 20 años generando ingresos pasivos de modo automático, lo que casi le convierte en un experto en la materia de la que es, también, formador. Hasta 100 estrategias distintas propone este autor para obtener dinero de forma constante y automatizada de un único intento. “Quiere ello decir que, a raíz de una acción inicial, percibimos un beneficio económico muchas veces y además sin trabajo alguno”, aclara. La prolongación en el tiempo de esas entradas de dinero sería otro de los requisitos.
“Esto es lo que, en la metodología Lean de las startups, se conoce como el principio de la escalabilidad. Crear empresas que puedan seguir creciendo, de forma lineal o exponencial, sin necesidad de invertir muchos más recursos que los iniciales”, precisa Benjamín Romero, COO en The Epic School. La suya es una plataforma de enseñanza donde youtubers de influencia internacional imparten cursos en disciplinas para millennials, como baile robótico o producción musical. Ellos graban el video con el talento artístico, lo suben a la plataforma y luego los alumnos interesados pagan entre 35 o 40 euros para consumirlo a su antojo. Desaparecen así los límites de alumnos y las barreras de tiempo o espacio.
En el caso de la escuela anterior no hablamos de meros tutoriales, puesto que los alumnos establecen sinergias y feedback con el influencer, pero son muchos los que han encontrado en Youtube la vía de su sustento. Uno de ellos Oscar Marrón http://oscarmarron.com/, quien asegura ganarse la vida impartiendo clases, tanto a alumnos particulares como corporativos, que quieren hacer crecer su propio canal en la red.
El abaratamiento de costes y el fácil acceso a la tecnología es lo que ha propiciado el surgimiento de otros muchos tipos de negocio nativos digitales. Están los infoproductos, la venta de hosting, los directorios, el patrocinio de post…hasta los populares marketplace que se ofrecen como plataforma intermediaria de otros comercios a cambio de una comisión.
En todos estos casos, si la ejecución es acertada, se puede crecer sin límite. La secuencia para obtener estos ingresos la resume Agustín Grau en los siguientes pasos: realizas el trabajo o constituyes el ingreso; creas el sistema (mecanismo) para que el ingreso llegue a ti y percibes el beneficio de modo automático o casi. La automatización y el mecanismo serían los conceptos más importantes.
Aclarar también que, aunque así contado puede parecer sencillo, la obtención de estos ingresos suele ir precedida de una enérgica inversión, si no en dinero, sí en tiempo. “No ha sido un camino de rosas…Para empezar, he trabajado un montón para poder sacar adelante mis webs. Ha habido semanas que he trabajado 12 o 14 horas al día, incluidos fines de semana, y también he pasado algunas épocas de bastante estrés” declaraba Ángel Alegre, responsable de Vivir al máximo y creador de Infoproductos.
Pero la capacidad de generar ingresos pasivos no se restringe al entorno digital. Antes al contrario, la iniciativa corresponde al mundo físico. Negocios como un servicio de lavandería automática o un establecimiento de máquinas expendedoras, parecen auspiciados por esta doctrina. Sin embargo, a estos modelos ya tradicionales, la nueva economía suma fórmulas disruptivas.
Así, el uso compartido de los bienes ha traído al ecosistema emprendedor casos tan exitosos como el de Blaclacar o Airbnb. Otra opción es diversificar las funciones de un bien. En esta línea se halla la nueva propuesta de Drive Brands, la startup de origen valenciano que ofrece a los conductores de coches particulares la posibilidad de lucir un vinilo con publicidad en la carrocería. A cambio perciben una compensación económica en función de las zonas y de los kilómetros que recorren.
De esta manera, por hacer lo de siempre, los interesados pueden obtener más de 100 euros adicionales al mes, cuenta Ioritz Hidalgo Calero, CEO de la compañía a cuya idea se han adscrito ya más de 500 conductores. Ellos, como empresa 100% de marketing y branding, reciben de las compañías anunciantes un porcentaje que oscila entre un 30 y un 40% del pago del cliente y se limitan a la instalación y retirada del vinilo de los vehículos.
Alquilar la plaza de garaje mientras no la utilizas es la idea con la que startups como Parkfy o WesmartPark dicen querer descongestionar las calles de las ciudades, reducir la emisión de gases contaminantes y procurar beneficios añadidos tanto a los propietarios de las plazas como a sus usuarios.
En definitiva, de lo que se trata es de darle una vuelta a lo que ya tienes y convertirlo en un activo que genere ingresos pasivos.