Apuesta por diseño, comodidad y responsabilidad y ha lanzado su primera producción

Imperative: el empeño del emprendedor Lucas Martínez por crear calzado sostenible desde Banyeres

24/11/2024 - 

BANYERES. La unión de un espíritu emprendedor, pasión por la moda y la sostenibilidad, así como por la gestión de empresas, confluyeron para dar lugar al nacimiento de Imperative, con sede en Banyeres de Mariola, “que no es solo una marca de calzado, sino que es una experiencia que equilibra tres pilares fundamentales, como son el diseño, la comodidad y la sostenibilidad. Creemos que el consumidor no debería tener que elegir entre estos pilares de forma independiente, por lo que trabajamos para ofrecer una propuesta que los integre de manera equilibrada”, tal y como explica su fundador y CEO, Lucas Martínez.

La idea de crear una marca empezó a tomar forma durante una etapa de reflexión personal y profesional, “cuando me di cuenta de que quería algo más en mi vida: ser dueño de mi tiempo y dedicarme a un proyecto que realmente resonara con mis valores. Sabía que para lograrlo debía salir de mi zona de confort, asumir riesgos y afrontar desafíos que me ayudarían a crecer tanto a nivel personal como profesional. Fue a finales de 2019 cuando decidí dar el paso definitivo, convirtiendo esa idea en un proyecto real que tomó forma el año pasado con nuestra primera producción”. 

Este proyecto personal ha ido creciendo y actualmente el equipo está formado por cuatro personas. Imperative ha nacido como empresa digital y en un mundo tan interconectado, la ubicación física no es una barrera, sino una oportunidad para aprovechar las herramientas tecnológicas disponibles. Estas herramientas nos permiten conectar con clientes y proveedores de cualquier parte del mundo y, además, aunque nuestro equipo se encuentra en diferentes puntos, nos mantenemos unidos gracias a la comunicación constante: realizamos una reunión semanal por videollamada para alinear estrategias y objetivos, y utilizamos plataformas de mensajería para mantener una interacción diaria y resolver cualquier necesidad en tiempo real. Lo verdaderamente importante no es desde dónde operas, sino lo que tienes para ofrecer. En nuestro caso, hemos encontrado en el comercio electrónico un vehículo esencial para compartir nuestra propuesta. Nos ha permitido llegar a clientes de toda España” e ir más allá, pues recientemente fue seleccionada entre cientos de candidaturas para participar en la feria COSH! de Berlín, donde emprendedores y marcas sostenibles se unen para mostrar sus productos.


El “desafío enorme” de introducirse en el mercado

Para llevar a cabo esta primera producción han contado con una industria de Elche que acumula más de 60 años de experiencia, “que además demuestra un firme compromiso con el medio ambiente, pues utilizan energía solar y adaptan sus horarios a la luz natural”, explica Lucas Martínez, quien añade que “algo fundamental para nosotros es seleccionar cuidadosamente a nuestros proveedores, para garantizar la calidad y sostenibilidad de todo el procesoa la vez que  nuestra producción está diseñadpara minimizar nuestra huella de carbono y promover decisiones de compra informadas y conscientes”. En esta primera producción han utilizado materiales responsables, como cuero vegano recubierto con resinas naturales derivadas de los desechos del maíz, y tejidos reciclados.

Como se apuntaba, la sostenibilidad es uno de sus pilares básicos, unida al diseño y la comodidad. “Nuestras zapatillas combinan un estilo minimalista, atemporal y versátil, pensado para adaptarse a cualquier ocasión. Están creadas pensando en personas que valoran tanto la estética como el bienestar, siendo adecuadas tanto para el día a día como para ocasiones más especiales”. Porque tienen muy claro que el exterior es importante, pero también el interior, específicamente en la plantilla, y “cada par incluye plantillas ergonómicas fabricadas con algas y materiales transpirables, lo que asegura una comodidad óptima con ello las zapatillas puedan ser utilizadas durante largos periodos”.

A la hora de hablar de quiénes son sus potenciales clientes, se trata de un “público diverso pero que comparte una visión común: se trata de personas urbanas, activas y con un estilo de vida dinámico, que buscan productos con los que puedan identificarse tanto desde un punto de vista estético como ético, y que entienden la importancia de invertir en productos duraderos y responsables, en lugar de optar por opciones rápidas y desechables”.

Acceder a un mercado como este, el de las zapatillas, es “un desafío enorme”asegura Lucas Martínez, quien reconoce que los consumidores tienen a su disposición miles de opciones, incluidas grandes marcas con décadas de trayectoria, con músculo financiero y presupuestos enormes para marketing. El mercado está dominado por gigantes, pero creemos firmemente que hay espacio para marcas como la nuestraNuestro mayor reto es conectar con un público que busca productos responsables sin renunciar a la estética ni a la funcionalidad. No es un camino fácil. Requiere paciencia, constancia y capacidad para adaptarse, pero estamos convencidos de que las barreras pueden superarse cuando tienes un producto auténtico, un mensaje claro y, sobre todo, la capacidad de generar confianza demostrando con hechos que lo que ofreces tiene valor”.

Precisamente, buscando conectar mejor con su público potencial, han definido dos ‘buyer personas’ clave: Marta, que representa al público español, y John, diseñado para el público europeo. Cada perfil incluye detalles sobre su edad, profesión, comportamiento, personalidad y gustos y “estos perfiles nos permiten entender mejor las necesidades de cada segmento y adaptar nuestras estrategias de comunicación y producto de manera más efectiva”.

Emprender: una montaña rusa que recompensa

Lucas Martínez compagina, de momento, un trabajo por cuenta ajena por las mañanas con Imperative, al que le dedica no solo las tardes, sino todo el tiempo que sea necesario, porque “emprender no es fácil ni es para todos, pero es una de las experiencias más enriquecedoras que existen. Es un desafío constante que te obliga a salir de tu zona de confort y a enfrentarte a retos de todo tipo, tanto externos como internos”. Desde afrontar la falta de recursos económicos y financiación externa hasta comenzar a pagar una cuota de autónomo antes de empezar a generar ingresos. En sucaso, además, “compaginar el trabajo por cuenta ajena mientras me ocupo del proyecto es un desafío tanto a nivel de gestión del tiempo como de energía. Además, en España, el emprendimiento no está bien visto debido a la falta de cultura empresarial y una mentalidad que prioriza la estabilidad económica-laboral, donde se prefiere ser funcionario antes que empresario”.

Junto a ello, reconoce que empreder puede ser, a veces, “una experiencia solitaria, especialmente al principio, cuando no tienes un equipo completo en quien apoyarte. Además, el síndrome del impostor aparece con frecuencia, haciéndote cuestionar si realmente estás capacitado para crear y sostener tu proyecto. Personalmente, me he sentido incómodo en muchas ocasiones pero también entendí que esas sensaciones son oportunidades para aprender y seguir creciendo. Emprender implica una gran dosis de resiliencia, capacidad de adaptación, pasión por lo que haces y creo que algo de obsesión”. Pero, a pesar de todo, “compensa. Todo el esfuerzo cobra sentido cuando alguien compra tus zapatillas o cuando recibes un mensaje de alguien diciéndote cuánto le han gustado. Es en esos momentos cuando comprendes que, aunque el camino es una montaña rusa, las recompensas personales y profesionales hacen que valga la pena cada paso dado. Volvería a hacerlo una y otra vez”.

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