Industrias Químicas Tamar adapta con éxito sus planes de expansión a la actual coyuntura

VALÈNCIA.  La capacidad de adaptación es una habilidad crítica para muchas empresas ante la actual coyuntura. Y es una habilidad que se puede encontrar en Industrias Químicas Tamar y que ha sido clave para hacer frente las consecuencias provocadas por la pandemia. Tal y como reconoce su CEO y propietario, José Martí, “una vez superado el desconcierto inicial, decidimos que nuestro proyecto expansivo iniciado a finales del 2018 debía seguir, pero eso sí, adaptándonos a la nueva situación. Por ello decidimos transformar una línea de detergentes en pastillas por una que produjera pastillas desinfectantes efervescentes en base cloro, con gran eficacia virucida para desinfectar superficies contaminadas por la covid-19”.

Una línea de producción que ha llegado para quedarse.  “Representa ya aproximadamente un 5% de nuestras ventas, aunque en los primeros meses (abril y mayo) fue superior pero a partir de junio el mercado se empezó a saturar y ya no fue lo mismo. En la actualidad este producto se ha consolidado y además conseguimos que se le reconociera efecto virucida, no solo bactericida, y tenemos todos los registros por parte del Ministerio de Sanidad”.

Eso se ha traducido en que esta pyme de la localidad valenciana de Estivella ha creado empleo durante la pandemia. En plena campaña, tuvieron que doblar turnos y la plantilla pasó de 31 personas a casi 70 (en la actualidad cuentan con 43 empleados) y “mientras tanto los equipos de ventas tanto nacionales como internacionales seguían su curso ascendente en ventas y cerrando acuerdos. Por supuesto teletrabajando, pues una vez decretaron el estado de alarma las oficinas se quedaron vacías para aislar al equipo de producción y que pudieran hacer su trabajo con normalidad”.

Esa capacidad de adaptación también se ha traducido en saber aprovechar las ventajas de los ICO-COVID. “Cuando eres una pyme, la financiación bancaria es complicada y los analistas de riesgo de los bancos trabajan siempre contra datos del año anterior y basándose en eso incrementan su apoyo sensiblemente o lo disminuyen. Con esta situación Industrias Químicas Tamar siempre ha debido regular muy bien su crecimiento y adaptarlo a su capacidad financiera, pero… ¿y si de repente te pudieran dar esa financiación para líneas de Importación, exportación y confirming?  Pues la respuesta es sencilla, ya no debes de tener miedo a morir de éxito, así que puedes impulsar las ventas sin reservas. Y eso es lo que conseguíamos con los ICO-COVID”, apunta José Martí. 

Además, el CEO de Industrias Químicas Tamar asegura que para aquel entonces el presupuesto 2020 de la compañía estaba ya conseguido “y nos alejábamos a toda velocidad del punto de equilibrio de la empresa, con lo que podía utilizar esa marginalidad bruta para bajar precios y abordar nuevas ventas, ganando competitividad, sobre todo en el extranjero. Como resultado fue que la cifra de ventas de Internacional o Comex en 2019 estaba en torno a un 10% de la facturación y en 2020 representará cerca de un 30%. De ahí también nuestro gran crecimiento en la plantilla de trabajadores, que además se ha consolidado debido a que en estas fechas, el año pasado, apenas llegábamos a la treintena y ahora todavía somos 43 empleados”. 

Dos nuevas naves para ampliar la capacidad productiva

Y como apostar por continuar con el proyecto expansivo de Industrias Químicas Tamar se ha demostrado una buena decisión, la compañía acaba de comprar dos nuevas naves para ampliar su capacidad productiva. Las naves, que están ubicadas en el mismo polígono en el que se encuentra la firma, se sumarán al proyecto de construcción de naves en las actuales instalaciones. Todo ello se traducirá en ampliar su superficie en cerca de 2000 m2 nuevos, “con lo que tendremos más de 7.000 m2 para 2021. Además, en este proyecto va una obra de pavimentado para mejorar la salida de las máquinas a las naves de logística y unas obras de ampliación de oficinas en otros 40 m2”. 

Estas nuevas instalaciones están diseñadas para conseguir un mayor rendimiento y comodidad en sus trabajadores, “se van a climatizar y aislar térmicamente las salas de compactación de tabletas de cloro”; y se independizan las líneas de compactación incorporando una etiquetadora y un final de líneas nuevo ganando una mayor versatilidad y agilidad”. A ello se une que se va a comprar una línea de llenado de líquidos, que irá en una de las naves recién adquiridas, “para, de esta forma, consolidar nuestra capacidad productiva y adaptarla a la nueva demanda. 

Todo ello va a permitir que Industrias Químicas Tamar cierre 2020 entorno a los 8 millones de euros de facturación y el objetivo es acercarse a los 10 millones en 2021. Además han cerrado importantes acuerdos de distribución en Canadá, EEUU, Túnez, Marruecos, Libano, Polonia, Italia o Bulgaria, entre otros países, “todos ellos con pedidos para empezar a servir a partir de enero del año que viene. No obstante debemos ser consecuentes y prudentes con la incertidumbre del contexto sanitario-económico actual. Cualquier cosa puede ocurrir, pero seguiremos luchando e intentando adaptarnos”, concluye José Martí.