EL INVERSOR ESTÁ DESNUDO / OPINIÓN

Información empresarial para invertir a largo plazo

10/05/2017 - 

VALÈNCIA. Si a la Antigua Grecia le debemos el término democracia por el cual el peso de los representantes en la toma de decisiones entendemos debe guardar proporcionalidad con su contribución o participación real, al mundo anglosajón le debemos el término stakeholder que no es más que el nombre que le damos a ese conjunto de partes interesadas en el proceso. 

En una comunidad de vecinos se trataría de los propietarios, los inquilinos y sus familiares, el administrador, los servicios contratados o la administración pública. En el caso de una empresa hablaríamos de los empleados, los proveedores, los accionistas, los clientes o la administración pública. Como se puede ver, la mayoría de roles se repiten en uno y otro caso, y puesto que todos ellos son parte interesada en el correcto funcionamiento de la comunidad o de la empresa desde una perspectiva praxeológica entendemos que todos ellos querrán defender sus intereses de la mejor manera posible y para ello necesitan contar con información.  Así es como llegamos a la necesidad de los accionistas de obtener información de las empresas en las que están invertidos o bien a las que prestan dinero a través de la renta fija, pero con la certeza que sin información es imposible valorar.

Históricamente los estándares de la contabilidad han evolucionado país por país impulsados desde dos frentes. A partir de la intervención del gobierno y a partir de la iniciativa privada de los profesionales del sector. Los estándares nacionales tenían sentido mientras el campo de acción de los inversores se limitaba a su país pero con la internacionalización de sus intereses en las últimas tres décadas del siglo XX la globalización de los mercados exigía nuevas reglas compartidas por todos.

Actualmente el inversor busca oportunidades en cualquier parte del mundo y cada vez más empresas ven en los mercados cotizados una vía para acceder al crédito a costes ajustados. Para el primero la estandarización de la información facilita entender el negocio, sus márgenes, su capacidad de generar beneficios, ofrece transparencia respecto a la fiscalidad y permite realizar comparativas frente a otras inversiones. Para la compañía supone una reducción de costes en cumplimiento normativo y en coste del capital, mejora la calidad de las auditorías y la formación interna. En definitiva, es lógico que la tendencia sea caminar hacia mercados regulados que ofrezcan transparencia informativa y estándares de calidad para procesarla con lo que se genera confianza entre las partes.

En España es el ICAC (Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas) el encargado de definir los estándares contables, que como en el resto de la Unión Europa se adoptaron siguiendo la normativa IFRS (International Financial Reporting Standards) de la que posteriormente hablaremos más en profundidad. Y los principales mercados regulados son las bolsas de Madrid, Barcelona y Valencia; el MEFF Exchange y Segmento Derivados Energía; el Mercado Electrónico de Renta Fija; el SEND – Sistema Electrónico de Negociación de Deuda; el Mercado de Deuda Pública en Anotaciones; AIAF – Mercado de Renta Fija y el Mercado Continuo, que es el principal en el que cotizan las acciones de las compañías.

El caso de Estados Unidos

En el caso de Estados Unidos, como referente internacional, el encargado de definir los estándares contables es el FASB (Financial Accounting Standards Board) y sus criterios contables son conocidos como US GAAP. Es importante no confundirlos con la entidad reguladora del mercado cotizado que para el caso de España es la CNMV (Comisión Nacional del Mercado de Valores) y en el caso estadounidense es la SEC (Securities and Exchange Commission). Por ejemplo en el caso de los Estados Unidos un cambio que ha entrado en vigor para 2017, pese a haber sido adoptado progresivamente por las empresas durante los últimos años, ha sido la nueva regla que se refiere al beneficio fiscal que recibe una empresa cuando ofrece opciones a ejecutivos y trabajadores. El cambio no afecta lo que una empresa debe pagar en impuestos relacionados con sus opciones de compra de acciones. Simplemente cambia el lugar donde una empresa reporta el beneficio fiscal relacionado con las opciones. En este caso, lo que se busca es que esa partida sea más evidente para los inversores en línea con el programa de simplificación contable.

Por tanto, los GAAP (Principios de Contabilidad Generalmente Aceptados) son un conjunto de normas y procedimientos contables que las empresas deben seguir cuando compilan sus estados financieros. Es una combinación entre la norma y la práctica común cuyo objetivo es garantizar un nivel mínimo de coherencia en los estados financieros de una empresa, lo que facilita a los inversores el análisis, la extracción de información útil y la comparativa entre diferentes compañías.

Como hemos visto, en Unión Europea el IASB (International Accounting Standards Board) apuesta por la normativa IFRS, mientras que en Estados Unidos el FASB apuesta por US GAAP, siendo las dos principales normativas a nivel internacional. Desde 2002 tanto IASB como FASB han estado trabajando en la convergencia de ambas y debido a los avances logrados en 2007 la SEC eliminó el requisito de que las compañías no estadounidenses registradas en Estados Unidos concilien sus informes financieros con US GAAP si sus cuentas ya cumplían con las IFSR. Este fue un gran logro, ya que antes de la decisión, las empresas no estadounidenses que operaban en los Estados Unidos tenían que presentar estados financieros conformes con los US GAAP.

Miquel Boix es director comercial de Buy & Hold Asesores EAFI