VALENCIA. La familia Lladró intentó este miércoles cerrar, tres semanas antes de lo previsto, la venta de la emblemática firma de porcelana al grupo PHI Industrial, pero no pudo hacerlo por problemas de salud que impidieron a varios accionistas acudir a la empresa.
La junta general extraordinaria para aprobar la venta está convocada para el 5 de enero en primera convocatoria y para el 9 de enero en segunda. Sin embargo, como publicó Valencia Plaza, la intención de la familia es aprobarla antes de fin de año para que el día 1 de enero tomen posesión los nuevos propietarios, aprovechando el cambio de ejercicio fiscal y que la empresa detiene su actividad durante las fiestas navideñas.
Para ello, es necesario celebrar una junta universal de accionistas, es decir, una reunión sin convocatoria previa con un mes de antelación en la que el 100% del capital esté presente y acuerde darle validez como junta general.
Y ahí estuvo el problema, que se citó a todos los familiares para este miércoles y allí que fueron casi todos, compuestos y sin venta porque la junta no pudo celebrarse.
El motivo, la ausencia de la exesposa de José Lladró, Marí Carmen Castelló –3% del capital–, convaleciente de una caída, que había confirmado que acudiría pero a última hora no apareció. Tampoco asistieron los otros dos hermanos fundadores, Juan y Vicente, aunque su presencia no era necesaria porque estaban representados.
La imposibilidad de celebrar la junta provocó malestar en varios de los asistentes, que viven unos momentos de mucha tensión ante la inminente venta de la empresa familiar.