VALÈNCIA (EP). Intersindical Valenciana ha aseverado este lunes que la fusión de Caixbank y Bankia es "un mal negocio para la inmensa mayoría de la sociedad" y "un primer paso para crear un oligopolio bancario".
La organización sindical ha señalado que "el conjunto de la sociedad vería con buenos ojos que la fusión diera a una entidad bancaria capaz de hacer frente a las grandes entidades financieras internacionales que controlan la economía mundial y de subvertir las políticas depredadoras del territorio y explotadoras de la clase trabajadora desde una perspectiva financiera globalizada".
"Desgraciadamente, no es este el objetivo. Se trata de participar del pastel sin cambiar las reglas del juego, con lo cual seguiremos sufriendo los dictados de sus intereses, que se encuentran a las antípodas del interés general", ha alertado.
A su juicio, la fusión de Bankia y Caixabank "es un primer paso para crear un oligopolio bancario en el Estado español" en el que "se reduce la competencia a la mínima expresión y se deja más desvalidas todavía a las personas y empresas que quieran acceder a un préstamo".
Además, ha advertido que las personas estarán "abocadas a la consolidación de la banca como poder fáctico que controlará no sólo la economía sino también la política, y usará, porque no hay ninguna otra alternativa, el chantaje de la deuda pública y la financiación de las políticas públicas".
En esta línea, ha afirmado que "el conjunto de la sociedad no tiene nada a ganar y mucho a perder". "Además, no podemos obviar que la fusión busca cerrar sucursales y despedir centenares de trabajadoras y trabajadores; unas consecuencias inaceptables socialmente", ha reprochado.
Ha censurado que "esa es su manera de reducir gastos en un contexto en que la banca obtiene beneficios escandalosos a pesar de la crisis económica que sufrimos y que ahora se agrava con la crisis sanitaria".
"Se podría pensar que, en última instancia, hay un reparto de dividendos entre las persones accionistas y un efecto redistributivo de los beneficios. Pero si la previsión es que sólo un 17% de las acciones irá a manos de pequeños accionistas, el efecto redistributivo es ridículo y no compensa la pérdida de puestos de trabajo", ha apostillado.
Por otro lado, ha advertido de "la incógnita sobre que pasará con el dinero del rescate que invirtió el Estado". "De entrada, parece que los 24.000 millones destinados al rescate de Bankia han quedado reducidos a 2.700 millones, que es el valor atribuido a la participación del Estado en la nueva entidad", ha expuesto.
Así, ha señalado que "nada hace pensar que se puedan recuperar" y que, de hecho, "los protagonistas de la fusión no han hecho ninguna intervención pública" y "no han manifestado la voluntad de condonar la deuda que tuvimos que pagar al erario público para el rescate bancario".
Igualmente, ha afirmado que el Estado, "como valedor de la fusión, tiene que renunciar a constituir una banca pública cercana y sensible a las necesidades de la población y que alivie la presión sobre la ciudadanía, las personas autónomas y la mediana empresa tanto a la hora de acceder a la financiación como de las condiciones de devolución en momentos de dificultad económica como la actual".
"La mayoría social reivindicamos una banca pública que mitigue el impacto de los desahucios y de los concursos de acreedores, que están a la orden del día en los últimos tiempos y, de esto, no tenemos respuesta tampoco", ha agregado.
En clave valenciana, ha insistido en que la fusión "tampoco aporta ningún beneficio". "El hecho de tener la sede social en nuestro territorio es, simplemente, un título honorífico y poco más", ha subrayado.
"Las valencianas y los valencianos queremos recuperar un sistema financiero autóctono, que se implique en los proyectos políticos sociales y económicos específicos de la sociedad valenciana y no un ente financiero alejado de nuestra realidad y más interesado en el gran negocio internacional", ha reivindicado, antes de lamentar que "se pierde una oportunidad de recuperar la antigua Bancaja o una entidad similar que cumpliera la misma misión".
Intersindical ha recalcado que la fusión de Bankia y Caixabank "es una oportunidad de negocio para los poderes económicos y financieros desde una perspectiva internacional o de control de la economía del Estado español, pero ni lo es para las Administraciones Públicas ni para la clase trabajadora, porque perderemos soberanía política y nos convertiremos en un títere a merced de los intereses de la gran banca", ha zanjado.
Durante el fin de semana del 12 al 14 de noviembre, los clientes de Bankia no podrán usar Bizum