El investigador principal, jefe de grupo de CIBERES, Jesús Bermejo, ha coliderado, desde el consorcio europeo EGIS, un trabajo pionero que supone un avance significativo en la medicina de precisión para el tratamiento de la sepsis. En el estudio, que ha sido publicado en 'The Lancet Respiratory Medicine', también ha participado el jefe de grupo Antoni Torres del Hospital Clinic.
En la actualidad, la sepsis, que es la forma más grave de una infección, tiene una mortalidad entre el 10 y el 20 por ciento, que se eleva hasta el 40% en los casos de shock séptico, causando hasta 11 millones de muertes anuales en todo el mundo, unas 17.000 en España.
En este contexto, como explica el doctor Bermejo, también investigador principal en el CIBER y profesor asociado de la Facultad de Medicina de la Universidad de Salamanca (USAL), hay que tener en cuenta que "en la sepsis hay alteraciones inmunológicas muy claras y que tienen mucho que ver con su fisiopatología, pero es curioso que todavía no hayamos sido capaces de evaluarlas" para optimizar el manejo de estos enfermos.
Ahora, tras un intenso trabajo de dos años, expertos de diferentes especialidades que conforman el Grupo Europeo de Inmunología de la Sepsis (EGIS), han logrado recopilar todas las herramientas clínicas disponibles en los centros hospitalarios y otras de próxima implementación con las que se podrá realizar "la foto inmunológica" que permitirá identificar mejor cuando una infección está evolucionando hacia la sepsis, y al tiempo, iniciar antes y elegir mejor el tratamiento.
"Ya hemos aprendido del mundo del cáncer que hay que personalizar el tratamiento, pues en la sepsis debería ser lo mismo", asegura el Bermejo, también autor senior del artículo publicado en 'The Lancet Respiratory Medicine' junto con Sara Cajander, Fabienne Venet, Matthijs Kox o Joerg C Schefold.
La investigación recoge un conjunto de técnicas válidas para analizar el valor de diferentes biomarcadores que se pueden medir en la sangre, con procedimientos sencillos que van desde la citometría de flujo, hasta otros más emergentes relacionados con la expresión génica -hay cartuchos que ya miden el RNA en media hora- , el uso de biosensores para establecer los niveles proteicos o aparatos como el nefelómetro para determinar las inmunoglobulinas, etc.
En palabras del investigador, "lo importante, como destacamos en el artículo, es combinar toda esta información con inteligencia artificial para tratar a la persona como un todo, teniendo en cuenta su sistema inmune, la situación clínica que está padeciendo y el patógeno que le está infectando, obteniendo así lo que llamamos combitipos que nos pueden ayudar a tomar mejores decisiones".
Por todo ello, supone un salto cualitativo para la práctica clínica haber logrado un consenso entre la treintena de investigadores de la red de colaboración europea EGIS en torno al uso y la validez de estos procedimientos, que ya forman parte del día a día hospitalario pero que no se aplican de forma rutinaria para identificar a los pacientes con sepsis y evaluar su gravedad.
"El personal clínico que trate a estos enfermos tiene que ser consciente de que existen herramientas que, si las utilizamos en todo su potencial, y además combinamos la información que nos ofrecen, podemos ser capaces de identificar mucho antes la enfermedad y de tratarla mejor", concluye el investigador.