VALÈNCIA (EFE). Investigadores de la Universitat Politècnica de València (UPV) han conseguido el reconocimiento del Nabo Fino de La Yesa como variedad de conservación del Ministerio de Agricultura, que contribuirá a su protección y puesta en valor.
Este reconocimiento es fruto del trabajo de más de cuatro años realizado por personal investigador de la UPV, liderados por el Instituto de Conservación y Mejora de la Agrodiversidad Valenciana (COMAV), con el apoyo de la Cátedra Bayer de la universidad y la conselleria de Agricultura.
Este trabajo ha impulsado además la creación de la Associació de Productors i Comercialitzadors del Nabo Fino de La Yesa, junto con el ayuntamiento de la localidad, informa la UPV.
El director del Grupo de Conservación y Mejora de Variedades Tradicionales de Hortalizas del COMAV y profesor de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica y del Medio Natural de la UPV, Salvador Soler, ha indicado que en el 2019 cultivaban esta variedad unos 10 agricultores, con una superficie total de poco más de 10 metros cuadrados.
El número de agricultores que cultivaban esta variedad tradicional de nabo, la superficie total invertida en su cultivo, así como la edad avanzada de estos agricultores, "sugerían de forma inequívoca que existía un peligro real de desaparición del 'Nabo Fino de La Yesa' como variedad tradicional", explica Soler.
Los investigadores se propusieron conseguir este reconocimiento como variedad de conservación, que contribuiría a su protección y a su puesta en valor.
El Nabo Fino de La Yesa es un producto autóctono valenciano, de la comarca de Els Serrans, cultivado desde hace más de 150 años, según diferentes referencias escritas, en las que además ya se aludía a la calidad de esta hortaliza.
Entre sus propiedades destaca su contenido en vitamina C, aproximadamente el doble de contenido que el 'nabicol', el triple que el nabo y 10 veces más que la chirivía presente en el comercio.
Además, tiene el doble de contenido en minerales que estos mismos productos, y también un mayor nivel de antioxidantes totales y polifenoles.
En 2020 y 2021, el equipo liderado por Salvador Soler llevó a cabo un exhaustivo trabajo caracterización de esta hortaliza, que permitió determinar las características morfológicas, agronómicas y de composición que definen al Nabo Fino de La Yesa como un producto agrario valenciano de elevada calidad.
Además, los análisis de calidad/composición que llevaron a cabo corroboraron las referencias a su calidad de más de 150 años y han contribuido a su caracterización como uno producto o variedad tradicional de calidad con propiedades muy adecuadas para ser valorizado y para potenciar su cultivo.
"El peligro de erosión genética al que se encuentra sometida esta variedad de nabo valenciana, el constituir un producto de calidad y tener referencias de más 150 años que la atestiguan constituían las características necesarias para ser considerada una variedad candidata a ser registrada como Variedad Conservación, como así lo ha reconocido ahora el Ministerio de Agricultura después de estos años de trabajo", celebra Soler.