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entrevista a la presidenta del ppcv

Isabel Bonig: "Barceló es un parapeto que Puig mantiene para no quemarse él en la pandemia"

Foto: KIKE TABERNER

La líder de los populares valencianos afirma que coincide con Toni Cantó en que tienen que tejer estrategias en común y que no tendría "ningún problema" en una confluencia electoral

7/03/2021 - 

VALÈNCIA. El inicio del confinamiento por el coronavirus hace aproximadamente un año por estas fechas supuso un punto de inflexión también en la política valenciana. El PP que lidera Isabel Bonig (Castelló de la Plana, 1970) optó en ese momento por tender la mano al presidente de la Generalitat, Ximo Puig, por la disposición a la firma de acuerdos conjuntos y por una oposición relativamente suave. El paso de los meses, sin embargo, ha derivado en un incremento en la dureza de las críticas a la gestión del Consell y a los diversos episodios de polémicas, como los de los hospitales de campaña o la vacunación. La presidenta de los populares valencianos hace balance de esta etapa en esta entrevista dividida en dos partes [segunda parte], aunque también del futuro de su partido tras las elecciones catalanas. ¿Que si se ve pactando con Toni Cantó? "No tengo ningún problema. Lo que tenga que ser será", afirma sin descartar opción alguna. 

-¿Cuál es el gran problema de gestión del Botànic bajo su punto de vista? 
-La propia gestión. Le ha faltado gestión, que ha sido nefasta, y mucha profesionalidad, por ser breve. Podía ser comprensible en la primera ola, en la que de hecho el PP se puso al lado del presidente Puig. Pero no hay equipo de profesionales gestionando, no ha habido rumbo. Las medidas parece que se han adoptado esperando a ver qué hacían los otros, a última hora, y el virus ha ido por delante. Es entendible en la primera ola, pero no después de un año.

-Les 'perdona' por tanto la gestión de la primera ola, podríamos decir, pero a partir de la segunda...
-Yo asumo que esto no era fácil y que nadie tiene una varita mágica. Cosa que no sé si ellos hubieran hecho si gobernase el PP. Pero hay muchísimas cuestiones que ya se sabían y les han vuelto a pillar. Así que repito que es comprensible en la primera ola, pero no en la segunda, y mucho menos en la tercera. Y ahora deberían estar preparándose para una cuarta, Dios quiera que no con la misma intensidad que la tercera, que ha sido devastadora. Pero desde octubre ya estaban empezando a encenderse las alarmas y el presidente Puig no hizo absolutamente nada.  

-¿Piensa que hay alguien en concreto en el Consell que tenga más responsabilidad sobre la gestión o es compartida del Gobierno al completo?
-Es una responsabilidad compartida y si hay un responsable es el presidente. Él dirige la acción del Gobierno para lo bueno y para lo malo. En los telediarios y en las fotos sale él, para lo bueno sale él. Pero mantiene a la señora Barceló y a todo el equipo, por lo que él asume la responsabilidad. Es lo que conlleva un liderazgo, a pesar de que el señor Puig es de dar poco la cara y esconderse mucho. De hecho, Barceló es un parapeto y la mantiene para no quemarse, clarísimamente. En cuanto a las disputas internas que ya son evidentes, debería ser él quien cohesionara al Gobierno como presidente. Si no puede...

Foto: KIKE TABERNER

-¿Qué habría cambiado radicalmente en la toma de decisiones si gobernara el PP?
-La gestión sanitaria. Hubiéramos creado un grupo de expertos y de primera línea que estuvieran en la gestión diaria como han hecho otras comunidades. No habríamos construido los hospitales de campaña, pero sí UCI para las que hubiéramos utilizado o bien los recintos feriales, una especie de Zendal, o rehabilitado el hospital de Manises u otros hospitales que se pusieron a disposición. Hubiésemos preparado también al personal, cosa que no se hizo, y desde luego habríamos realizado un proyecto de test masivos según zonas de incidencia para detectar los asintomáticos. 

-¿El PP qué habría hecho en Navidad con las restricciones? ¿Las habría mantenido, aumentado...?
-Hubiese hecho lo mismo que en otras comunidades. Las restricciones si son necesarias, se toman, pero con medidas de gestión sanitaria. La Comunidad Valenciana fue la que antes tomó medidas a finales de octubre y hemos tenido Navidad, por lo tanto ha fallado algo: los test. El problema de este virus es su alto grado de contagio. Por eso hay que hacer test masivos, me da igual si es utilizando la red pública, la privada, la farmacia, las veterinarias, las clínicas de odontología, etc. Todos los servicios que se han puesto al servicio de la Generalitat y a los que no se les ha escuchado para evitar la expansión. Y por supuesto hubiéramos reformado el Presupuesto para destinar el dinero público a lo verdaderamente necesario. Cuando hay que poner restricciones hay que compensar a la gente a la que le obligas a cerrar por una cuestión de salud pública. 

-En esta crisis ha habido dos modelos diferenciados, como por ejemplo el que ha llevado Madrid y el de aquí. ¿Usted por cuál se inclina más respecto a las restricciones?
-Nosotros para empezar hubiéramos informado a la oposición en cada momento de cuál era la situación, cosa que desde el PP le hemos reclamado a Puig. Yo el 13 de enero, cuando el presidente estaba contra las cuerdas porque la situación sanitaria de la Comunidad Valenciana era crítica y no tenía el apoyo de los socios de su Gobierno, me mordí la lengua porque no era momento de hacer política. El señor Puig no ha tendido esos puentes ni la complicidad que se le exige a un presidente de la Generalitat cuando la oposición ha mostrado una lealtad y una altura de miras que su Gobierno no ha cumplido. Y respecto al modelo, también me gusta el de Andalucía. El que no me gusta es el del señor Puig. Aquí las restricciones nunca han ido acompañadas de medidas de gestión sanitaria como en Madrid, que sufrió una primera ola muy dura, pero la gestionaron. Tienen un gran equipo y han solucionado algunos problemas con las UCI o los test masivos. Y, sobre todo, no les he visto criticar a otras comunidades autónomas, a diferencia del señor Puig, que se ha metido también con Madrid. 

-El 13 de enero trasladó a Puig un informe con las deficiencias del hospital de campaña que el PSPV dijo que no estaba firmado y por tanto no era oficial. ¿Han solicitado el informe que según Concha Andrés y José María Ángel garantizaba que todo era correcto? Y si es así, ¿el Consell se lo ha trasladado?
-Se lo pedimos formalmente a través de una solicitud de documentación que estamos todavía esperando. A fecha de hoy todavía no la hemos recibido, espero que nos la den voluntariamente y no nos hagan ir al edificio de detrás de Les Corts, al Tribunal Superior de Justicia. Nosotros estuvimos valorando si lo poníamos en manos de la justicia y actuábamos como el PSPV y Compromís, o éramos responsables como un partido de Gobierno. Y mi obligación era poner en conocimiento del señor Puig esas deficiencias. A mí me hubieran callado la boca en dos segundos si el señor José María Ángel y Concha Andrés, en lugar de escenificar esa rueda de prensa, hubiesen repartido el informe entre los medios de comunicación y me lo hubiesen hecho llegar. Y luego otra cuestión: si se traslada a los usuarios porque hay un episodio de fuertes vientos, que tampoco eran huracanes, y lo hacen para que estuvieran en mejores condiciones, ¿por qué no han vuelto? Hemos pasado un mes de enero y un mes de febrero muy complicados en la Comunidad Valenciana, con camas en pasillos, cafeterías, capillas... si teníamos los hospitales de campaña, ¿por qué no han ido ahí? Hay algo que no casa. 

Foto: KIKE TABERNER

-Usted le advirtió a la señora Barceló que se cuidase jurídicamente. ¿Por qué dijo aquello?
-Nosotros anunciamos que iríamos a los tribunales si no estaba todo claro. Hemos pedido toda la documentación. Pero hay una parte que no nos la dan. En el contrato original se establecía que habían 220 camas UCI De hecho, el presidente cuando anuncia en marzo que íbamos a contar con estas tres instalaciones sanitarias nos dijo que habría camas UCI, porque era un problema al no haber suficientes frente al nivel de contagio. Esas camas no están. Los que hemos estado en la Administración sabemos que se puede modificar un contrato, ¿dónde está ese modificado? Queremos saber dos cosas: si han llegado esas camas UCI y están guardadas en algún sitio a la espera de colocarlas; o, si al final no ha habido, si la tramitación de la modificación se ha hecho legal. El problema es que hacemos preguntas y nadie nos responde. No nos gustaría acudir a los tribunales, pero si tenemos que hacerlo, lo haremos. No lo dice solo el PP, lo dice también el constructor que ha montado los hospitales, donde ha reclamado en varios medios de comunicación que se le debe dinero porque no se le ha pagado una serie de obras que se habían hecho. Y lo de que se cuidase jurídicamente se lo dije a Barceló porque me sorprendió que el señor José María Ángel se apresurase en una entrevista a decir que ellos lo que habían hecho era lo que les decía Sanidad. A mí, sinceramente, me sonó a excusatio non petita, acusatio manifesta. Vamos, a intentar quitarse la responsabilidad, por si alguien no entiende latín. Me sorprendió porque son un gobierno y se supone que estas cosas se hablan.  

-En una de sus últimas intervenciones en Les Corts llamó a Gabriela Bravo, sin mencionarla, la Torquemada del Botànic, cuando normalmente el centro de la mayoría de sus críticas solía ser Monica Oltra. ¿Ha cambiado la diana? 
-No. No se trata de una diana. Estamos en Les Corts, que es el lugar de la palabra. La política tiene una parte de escenificación y los discursos políticos tienen una parte también de metáfora, poesía, reflexión. Y bueno, a raíz de las declaraciones de José María Ángel detectamos que no había suficiente feeling entre Sanidad y Justicia. Todos a una, pero cuando hay problemas, hay gente que quiere apartarse. Y yo creo que cuando esto ocurre, un Gobierno cohesionado tiene que salir al unísono. Y por eso le dije eso a la señora Barceló: que asuma su responsabilidad, pero la que no sea suya, que no la asuma. Porque creo que la están utilizando de parapeto como el señor Puig lo hacía antes con la señora Oltra.

-Ustedes pidieron hace pocos días una comisión de investigación sobre las personas vacunadas indebidamente. ¿Tienen sospechas de que haya algún alto cargo del Gobierno vacunado antes de tiempo?
-Tenemos sospechas porque lo dijo el presidente. Cuando salió a la palestra todo este tema de la vacunación irregular, la información que nos llegaba no era como nos contaba la Conselleria. Además, el presidente Puig dijo que había unas 200 personas que se habían colado y no habían seguido el protocolo. Y eso es lo que queremos saber. ¿Cómo lo sabe el presidente? ¿Por qué se estaban filtrando nombres? Porque la señora Oltra tiene razón en que se trata de datos de carácter reservado y protegidos por la ley de protección de datos. Creo que la mejor forma de disipar todas esas dudas es crear una comisión de investigación, puesto que ellos son los artistas a la hora de crear y pedir comisiones de investigación. Queremos saber también por qué se produjo un cese de una directora general por decir que no había protocolo de vacunación. Eso es lo que a nosotros nos preocupa. Por eso aparte de la comisión también pedimos protocolos claros, mando único... Creemos que debe crearse un comité de coordinación para, en el caso de que surjan dudas, tome decisiones para los 24 departamentos de salud. Y no que el de Torrevieja diga una cosa, el del Vinalopó otra, el de la Fe otra, el de la Plana otra... Y sí, nos han llegado casos en los que nos han dicho: oye, es que a mí me llamaron de Sanidad para que me vacunara y me ha llamado un periodista. ¿Quién le da ese nombre a un periodista? Es necesaria una comisión de investigación. 

-Habitualmente ha mantenido una buena relación con el síndic del PSPV, Manolo Mata, que siempre ha priorizado al PP en la búsqueda de acuerdo mayoritarios. Sin embargo, la estrategia de los socialistas viró hace unos meses a acercarse a Ciudadanos y él mismo pidió perdón por unas declaraciones sobre usted. ¿Cómo es su relación actual en Les Corts? ¿Se ha deteriorado de alguna manera?
-Mi relación personal con Manolo Mata sigue siendo la misma. Entre otras cosas porque sabe que soy una persona clara y directa. Me enfado, pero se me pasa. Y sé distinguir perfectamente el ámbito político de la relación personal. Yo puedo hacer gala de que tengo una buena relación personal con todos los síndics y síndicas y eso es importante. Entiendo perfectamente el juego político del Partido Socialista, uno no se lo tiene que tomar como algo personal. Evidentemente, ¿quién es el adversario político del PSPV en la Comunitat Valenciana? El PPCV. ¿Y quién es el adversario político del PPCV? El PSPV. Ellos quieren ganar, y nosotros también y formar gobierno. Estas reglas del juego hay que entenderlas. Luego están las salidas de tono, que yo puedo entender en un momento muy complicado y difícil, y hay que asumirlas. Somos del PP, eso te imprime carácter y curte.

Foto: KIKE TABERNER

-¿Se ve sentándose a pactar una confluencia electoral con Toni Cantó? 
-Me he sentado con Toni Cantó para hablar de muchas cosas y de estrategia. No tengo ningún problema. Lo que tenga que ser, será. Sin prisa pero sin pausa y, sobre todo, prudencia.  

-Además de sin prisa pero sin pausa, hace apenas una semana pidió discreción, puesto que tanto miembros de su partido (Carlos Mazón) como de Ciudadanos (Toni Cantó) pusieron encima de la mesa la necesidad de fusionarse para aglutinar al centro derecha. ¿Cree que fue un error exponer estos planes de fusión?
-No. También es cierto que se les preguntaba y tenían que responder. Yo creo que caímos en la trampa que nos tiende la izquierda, que hay que reconocer que son muy buenos. La derecha siempre está preguntándose sobre su identidad, dónde está, dónde va... Y yo no veo esto en la izquierda. Nadie cuestiona por qué no se fusiona el PSPV y la parte más moderada de Podemos. Y creo que todo esto era una estrategia del Partido Socialista para que no se hable de sus problemas reales de gestión y estemos metidos en nuestras cosas. Sobre todo en un momento en el que la gente quiere respuestas y soluciones a sus problemas, e incluso si es posible llegar a un acuerdo en beneficio de todos, mucho mejor. Estoy convencida de que el PSPV está intentando pescar votos en Ciudadanos. Por eso dije: lo que haya que hacer, de forma discreta. Y sobre todo porque las cosas cambian mucho en política. En cuestión de días cambia. Cuando se planteó España Suma todavía no se habían celebrado las elecciones, Cataluña había sido un punto de inflexión importante, Ciudadanos no está como estaba antes... todo cambia tanto... 

-En caso de que se produjera finalmente esa confluencia, ¿quién cree que debería liderarla?
-El partido mayoritario. Pero bueno, esto es política de ficción, de futuro. Ya se verá. En algunos casos hemos ido juntos, en otros no... Plantear esto ahora me parecería arriesgado y aventurado. 

-Aunque de facto ya lo son, ¿cree que el resultado de las elecciones catalanas les consolida como principal partido de la oposición aquí en la Comunitat Valenciana? 
-Lo somos. 

-Sí, pero el poco margen en las elecciones autonómicas siempre ha supuesto una pelea entre Cs y PP, pese a que en número de votos le superó el PP. ¿Cree que ahora ya está más consolidado como principal partido de la oposición?
-Creo que se ha demostrado en la anterior legislatura y en esta. Pero ya no se trata de si estamos o no consolidados, es que es el partido que ha gobernado 20 años en España y en la Comunidad Valenciana, donde gran parte o casi toda su transformación la ha hecho la sociedad civil valenciana con el apoyo y el empuje de un Gobierno del PP. Yo nunca he tenido dudas. Creo que cada uno intenta coger su espacio, y quizá en eso las mujeres somos más prudentes, y aquí tengo que decir la famosa frase que me encanta de Margaret Thatcher: "Si quieres que una cosa se sepa, dísela a un hombre, pero si quieres que se haga, díselo a una mujer". Yo creo que hay que ir paso a paso, poco a poco. El PP, con sus defectos, tiene una solidez que es evidente porque ha estado gobernando. Hemos tenido alcaldes, consellers, concejales, tenemos una estructura de partido... Yo constituyo una comisión de Sanidad y es brutal porque cuento con gente que son jefes de servicio, que están en la privada o en la pública, pero que han gestionado la sanidad valenciana, que han gestionado el traslado de La Fe, que han modernizado el sistema sanitario. Con Educación igual, contamos con gente que ha estado en la Inspección, que han sido directores, han estado en cargos en otras comunidades autónomas, y eso da un bagaje y un poso que se nota. Nunca lo he cuestionado, y creo que la gente también lo ve. Creo que Ciudadanos tiene un buen grupo, pero en el PP hay una solidez evidente. Además del trabajo que hemos hecho. Aquí quien ha parado la imposición lingüística ha sido el PP. 

-¿Ha notado un mayor acercamiento de Toni Cantó a su grupo desde las catalanas?
-El mismo. Tengo buena relación con Toni Cantó. Fui a verle con unas amigas a Madrid una obra en la que salía, Carmen. Siempre hemos tenido una buena relación y coincidimos en que tenemos que tejer estrategias en común, porque tenemos claro que nuestro adversario político es el PSPV, Compromís y Unidas Podemos. 

Foto: KIKE TABERNER

-¿Han llevado a los tribunales la sanción del pacto de precios de À Punt por parte del hermano de Puig y los Adell Bover?
-Hemos informado al juzgado sobre ello. 

-¿Está a favor de que los diputados cobren una indemnización cuando finaliza el mandato dado que no tienen acceso al paro?
-Estamos hablando de una especie de desempleo, porque los diputados no tenemos. Si se acaba o alguien se marcha, le cuenta lo que ha cotizado su anterior vida laboral, pero no los años que ha estado cotizando. En otros sitios como el Congreso sí que lo tienen. Eso se está estudiando, pero en estos momentos el PP no lo apoyaría, porque creo que no es el momento. 

-¿Renunciaría a esta asignación si finalmente la comisión de Gobierno Interior lo aprobase?
-Sí. A la subida salarial del 2%, por ejemplo, nosotros renunciamos y forzamos al resto de grupos a que eso no se llevara a cabo. No sé si sería posible legalmente porque al tratarse de derechos individuales, correspondería a cada uno. Si me pregunta por cada uno de los parlamentarios, daría la orden de que así se hiciera en el grupo e Isabel Bonig lo haría. Ya renuncié también al kilometraje, que es legal. Estoy empadronada en Vall d'Uixó, pero es público y notorio que vivo en Valencia. 

-Los partidos del Botànic han planteado ahora retomar la reforma de la Ley Electoral Valenciana. ¿Cuál es la propuesta del PP para esta reforma? 
-Dentro de los problemas que tienen los valencianos, alicantinos y castellonenses no entra la reforma de la Ley Electoral. Por tanto, esta es una ley para que el Botànic se perpetúe en los sillones. La bajada de la barrera electoral del 5% al 3% dicen, por Ciudadanos, pero realmente quien le preocupa al señor Ximo Puig es Unidas Podemos. Nosotros nos vamos a oponer a eso y vamos a proponer varias cuestiones más como, por ejemplo, la reducción de diputados. Es necesaria una reforma del Estatuto, pero si quieren jugar, vamos a jugar sin complejo.

-¿Qué número de diputados propondrían en ese caso?
-O volvemos a la situación que teníamos anteriormente, o podemos negociar. No ponemos una cifra, mantendríamos la proporcionalidad entre las tres provincias. Además es congruente con lo que estamos diciendo de adelgazar el staff político del Gobierno de Ximo Puig. 

-La Conselleria de Participación pretende impulsar una reforma del Estatut porque a su juicio está algo desactualizado. ¿Plantearían esa reforma en esa comisión? 
-Requeriría de un procedimiento en el seno de esa comisión. Yo no soy partidaria de reformar mucho Estatutos ni Constituciones porque creo que son documentos que deben perdurar en el tiempo. De hecho, las grandes naciones tienen Constituciones que perduran en el tiempo en sentido amplio. Vamos a ver en qué consiste la reforma que quiere hacer, porque viniendo de la Conselleria de Transparencia, me va a permitir usted que lo ponga en cuarentena. Porque si es para alguna de las chorradas que a veces se le ocurre a la señora consellera, pues en fin... ahora, una bajada del número de diputados puede ser interesante y una reorganización de la Administración también. 

-La Agencia Antifraude se niega a ofrecerles documentación porque podría afectar a investigaciones en marcha y el PSPV les acusa de querer "reventar" la Agencia... ¿No les preocupa quizá la imagen de guerra abierta PP-Agencia que se está trasladando?
-Puedo entenderlo porque eso es lo que quiere el Partido Socialista. Pero plantéelo al revés: ¿Qué hay en esos documentos para que la Agencia Antifraude no nos los quiera dar y que afectan al hermano del presidente? No sabemos si los procedimientos tienen que ver con los ya judicializados o son distintos. Lo de Trenzano no era nada y se va a sentar en el banquillo. Y eso que yo sigo defendiendo su presunción de inocencia, cosa que ellos jamás hicieron. Las subvenciones al hermano de Puig no eran nada, y ahí está el proceso judicial, sin prisa pero sin pausa. Lo de Defensa de la Competencia, lo mismo. Y en la Agencia Antifraude, insisto, tendría sentido si nadie hubiera avalado al PP, pero es que nos avalan en nuestra pretensión el TSJCV, el Tribunal Supremo y un informe de los letrados e Les Corts Valencianes Por muchísimo menos Puig y Oltra han crucificado a gente del PP. Y sobre todo me gustaría saber la opinión de Compromís y de Unides Podem, que parecen los monos de Gibraltar: ciegos, sordos y mudos con este asunto.  

-Existe una nueva polémica en la Diputación de Valencia en relación con la empresa pública Divalterra por un intento de anular la contratación de la nueva jefa de Recursos Humanos y que está conllevando un importante enfrentamiento político. Se trata de un lugar que ha sido centro de presunta corrupción tanto en la etapa del PP con el saqueo de Imelsa, la antigua Divalterra; como después con la presunta contratación ilegal de PSPV y Compromís que se investiga en el caso Alquería. ¿Cómo lo analizan?
-Como cuando vimos la detención de Jorge Rodríguez, antes del PSPV, que se va a sentar en el banquillo siendo alcalde de Ontinyent y eso es inadmisible. En este nuevo caso de Divalterra, nuestro presidente provincial está exigiendo transparencia y si nada hay que ocultar es lo que tiene que predominar. Y le digo una cosa que a lo mejor le sorprende: quiero que sepa directamente el presidente de la Diputación, el señor Toni Gaspar, que además no es de mi partido, que el PP estará a su lado si se trata de hacer las cosas bien y de limpiar caiga quien caiga. Ahora, queremos que nos haga partícipes de la situación y que si se confirma lo que se está publicando hay que conseguir que las empresas públicas tengan control y se respeten los procedimientos de selección. Lo tienen que cumplir los funcionarios, los sindicatos y los políticos.

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