ALICANTE (EFE). La recuperación de la Diputación de Valencia y mantener las de Castellón y Alicante son los retos que se marca la presidenta del PPCV, Isabel Bonig, de cara a las elecciones municipales del 26 de mayo, así como "trabajar para recuperar a los votantes que se han ido al centro derecha y el centro izquierda".
Bonig, que ha participado hoy en La Peregrina de Alicante, la romería hacia el Monasterio de la Santa Faz junto a miles de ciudadanos, ha reconocido también que los resultados cosechados por su formación en las elecciones generales y autonómicas celebradas el pasado 28 de abril "no han sido buenos".
La líder regional del PP ha achacado la pérdida de votos de su partido a la "mochila complicada y difícil" que acarreaba el partido de legislaturas anteriores.
Pese a todo, Bonig ha calculado que el PP ha estado a "4.311 votos" de sumar tres diputados más, uno por cada provincia, lo que, a su juicio, habría supuesto "un cambio y un vuelco" en el escrutinio final y en la formación del próximo Gobierno autonómico.
Ahora, lo que le "preocupa" a la líder popular es "lo que saldrá del Botànic", es decir, el acuerdo que puedan alcanzar PSPV-PSOE, Compromís y Podem.
"Van a entrar los nacionalistas de Bloc-Compromís", ha dicho, "a quienes conocemos por sus políticas lingüísticas y educativas" y también "los comunistas, que van a pedir la tasa turística y más ideología en la gestión", por lo que espera "más consellerias y más gasto público".
Por todo ello, Bonig ha pedido al secretario general del PSPV-PSOE, Ximo Puig, "serenidad y paciencia" para evitar aliarse con lo que ha calificado de "una extrema izquierda que rompa la convivencia".
Además, la presidenta del PPCV ha tendido su mano a Puig para evitar que el próximo Consell se entregue "al sectarismo, a la ideología y a la falta de inversiones" que, en su opinión, encarnan las formaciones autonómicas de izquierda.