VALÈNCIA (EP). El bailaor sevillano Israel Galván representará El amor brujo en el Teatre El Musical (TEM) de València el próximo jueves, 15 de abril, dentro de la programación de Dansa València y con todo el aforo agotado desde hace semanas.
Galván es, probablemente, el creador flamenco "más revolucionario de las últimas dos décadas". Poseedor de un lenguaje "expresivo propio y totalmente inédito hasta su irrupción a mediados de los 90 -basado en fragmentaciones, sumas de gestos y unos complejísimos pasos de baile-, ha sido capaz de generar nuevos conceptos en un arte con más de dos siglos de historia, innovando donde nadie lo había hecho jamás, pero sin perder de vista las raíces de un género universal", destaca la sala en un comunicado.
En todo este tiempo, ha ganado los premios más importantes del baile flamenco, además de varios Max y el Premio Nacional de Danza, y se ha convertido en un referente en Francia, donde recibió en 2016 la Insignia de Oficial de la Orden de las Artes y las Letras.
Ha creado piezas innovadoras a las que ha vuelto regularmente para pulirlas y mejorarlas, y ha sido capaz de adaptar al contexto flamenco referencias tan dispares como 'La metamorfosis' de Kafka, el texto bíblico del Apocalipsis (en su celebrada 'El final de este estado de cosas') o, incluso, el cine de Leni Riefenstahl, para hablar del exterminio de los gitanos en 'Lo Real-Le Réel-The Real'.
El último reto de Galván ha sido adaptar a su propio universo El Amor Brujo, el ballet con cante jondo de Manuel de Falla estrenado en 1915, y considerado una de las obras más importantes de la música clásica española.
"Si El Amor Brujo es un perro, me muerde. Lo tenía cerca y no me daba cuenta", comenta acerca de un proyecto que le sobrevino casi por casualidad, pues consideraba la música de Falla algo sagrado y no era consciente de su verdadera magnitud.
"Cuando hace unos años, durante una entrevista, un crítico me preguntó para cuándo El Amor Brujo, empecé a pensarlo. Mi búsqueda en el baile es la transformación, y, en este caso, los antiguos maestros me dan la clave para cambiar cuerpo y alma, convertirme en un bailaor nuevo frente al público y el espejo. La idea es bailar a Falla, que la partitura elabore un nuevo movimiento en mí. La música y la danza, sin la presión de contarte la historia. Esa es mi idea", explica el artista.