VALÈNCIA. El Instituto Tecnológico de Energía (ITE) está trabajando en el proyecto CATIM con el fin de desarrollar nuevos materiales catódicos de futura generación para baterías de litio basados en espinelas y la fabricación de los componentes de las celdas a través de nuevas tecnologías de impresión.
Este proyecto cuenta con el apoyo financiero del Ministerio de Ciencia e Innovación así como de la Unión Europea y su desarrollo supone una "oportunidad única para desarrollar baterías de litio de estado sólido que permitan mitigar los dos principales problemas que presentan los dispositivos actuales", según ha indicado en un comunicado el instituto.
Se trata de salvar los problemas de seguridad que presentan las baterías tradicionales debido al uso de electrolito líquido y de aumentar su capacidad ya que, actualmente, se cree que las baterías de iones de litio basadas en electrolito líquido han alcanzado la densidad de energía máxima teórica.
Durante las próximas dos décadas, los fabricantes de celdas de batería ampliarán sus capacidades de fabricación para satisfacer la demanda de la industria del automóvil, según las mismas fuentes que han apuntado una transformación clave, que ya está en marcha, por parte de los fabricantes de células para descentralizar la producción de baterías en Asia, y se prevé que Europa sea un beneficiario significativo de la misma.
China, que ha dominado el mercado mundial de fabricación de baterías de iones de litio en 2020, produjo alrededor del 77% de todas las baterías de iones de litio que ingresaron al mercado global, según el Instituto que asegura que, si bien se proyecta continúe siendo el país líder en la fabricación en 2025, se espera que Europa amplíe significativamente sus capacidades de producción.
Además, se pronostica que Europa se convertirá en el segundo mercado de vehículos eléctricos más grande del mundo y para ello se requerirá que las empresas de baterías y sus proveedores se acerquen a los centros regionales de fabricación de automóviles.
El equipo investigador de ITE considera que la seguridad, capacidad y rapidez de recarga son ventajas que permiten satisfacer los requisitos de los actuales y futuros sistemas de almacenamiento de energía de una manera más segura.
El electrolito sólido utilizado en las baterías de nueva generación no es inflamable, por lo que ofrece más seguridad. Además, su capacidad de almacenaje es mayor, el electrolito en las baterías de estado sólido no puede sobrecalentarse y la recarga bastante más rápido en comparación con las baterías de iones de litio tradicionales.
Otro de los aspectos novedosos de este proyecto son las técnicas de impresión empleadas mediante el desarrollo de tintas para serigrafía e inkjet utilizadas para la fabricación de celdas.
De hecho, CATIM, también supone un avance innovador en el campo de baterías por el empleo de técnicas de deposición por impresión de los componentes de las celdas, que representa un impulso para evolucionar hacia sistemas más versátiles, flexibles y de bajo coste que puedan satisfacer todas y cada una de las necesidades energéticas que demanda la sociedad actual.