Jaguar se adentra en el mercado de los SUV de lujo con el F-Pace, un modelo que combina a la perfección toda la deportividad y elegancia de la marca con una acertada versatilidad todoterreno
VALENCIA.- La aparición de un modelo como el F-Pace es un claro reflejo del proceso de renovación que ha afectado a JaguarLand Rover durante los últimos años. Este grupo de automoción de origen británico ha conseguido reposicionar toda su gama de productos frente a la temida competencia alemana, gracias a una considerable y acertada apuesta tanto estética como tecnológica. Una evolución que ha llevado a ambas firmas a contar con unos catálogos más globales y cercanos al usuario, sin por ello perder todo su carácter distintivo. Y la entrada de Jaguar en el mercado de los todoterreno es una clara muestra de ello.
La firma del felino se incorpora de esta manera a un mercado que hasta el momento estaba reservado para su «hermana» de grupo. Un estreno inmejorable y que se ha servido de toda la tradición y experiencia off-road de Land Rover. Sobre una base de poco más de 4,7 metros de longitud, el F-Pace recurre a los códigos estéticos implantados por Jaguar en su gama de turismos con el XF como referente. Una dinámica imagen que se refuerza por unos contundentes voladizos que le proporcionan una imponente imagen, se mire por donde se mire.
(Lea el artículo completo en el número de octubre de la revista Plaza)