VALÈNCIA (EFE). Los avances en las técnicas diagnósticas y terapéuticas permiten un mejor control de las alergias, que en la Comunitat Valenciana afectan a entre un 15 ó 20 por ciento de la población, una cifra que se prevé aumente en los próximos años a causa de factores ambientales, alimentarios e higiénicos.
Así lo indica Miguel Ángel Díaz, jefe de servicio de Alergia del Hospital La Fe de València, con motivo de la celebración este viernes del Día Mundial de la Alergia, una fecha que pretende concienciar sobre la importancia del diagnóstico y recordar cómo actuar en casos graves.
La alergia es una reacción exagerada del sistema inmunológico al entrar en contacto con ciertas sustancias ambientales, alimentarias, farmacológicas o causa de picaduras de insectos; y cada vez es más frecuente, según un comunicado de la Conselleria de Sanidad.
"Probablemente se debe a factores ambientales como la contaminación. También los cambios en el estilo de vida (alimentación, contacto con sustancias como detergentes) pueden alterar las barreras protectoras de la piel, del aparato respiratorio y digestivo, condicionando un mayor riesgo para desarrollar una enfermedad alérgica”, según explica.
Añade que los avances en el conocimiento tanto de los desencadenantes como de las técnicas diagnósticas moleculares (además de analíticas para la identificación de alergias específicas a alimentos, detección de marcadores en sangre y de pruebas en la piel) están permitiendo un conocimiento más profundo de la patología, tratamientos más precisos y, en definitiva, un mejor control de la enfermedad.
A nivel terapéutico, los progresos se sustancian en la inmunoterapia con alérgenos, vacunas que inducen tolerancia al alérgeno y que pueden llegar a modificar la evolución natural de la enfermedad y tener un efectivo preventivo.
Para concienciar sobre la importancia que tiene detectar a tiempo las alergias para poder establecer un buen tratamiento se celebra el Día Mundial de la Alergia, que también sirve para recordar cómo se debe actuar ante una anafilaxia, una reacción alérgica muy grave (normalmente causada por un alimento, una picadura de insecto o un fármaco), de instauración rápida y que puede llegar a ser fatal.
“Los signos y síntomas en una reacción anafiláctica empiezan por la piel en un 80 % de los casos. Hay un enrojecimiento, un prurito o una urticaria, síntomas a los que se unen otros que afectan a otros sistemas del organismo", explica Chus Vidorreta, enfermera del Servicio de alergias del Consorcio Hospital General de València.
Por ejemplo, a las manifestaciones dérmicas puede sumarse la afectación del sistema digestivo (náuseas, vómitos, dolor abdominal), respiratorio (dificultad para respirar, congestión nasal), circulatorio (mareos, hipotensión) o neurológico (confusión, sensación de malestar, irritabilidad en los más pequeños)”, indica.
En estos casos graves, el tratamiento primordial es la adrenalina, que debe administrarse sin demora en el inicio de aparición de los síntomas. De hecho, a las personas de riesgo, a sus familias y allegados (entorno escolar en el caso de menores) se les instruye y se les prescribe adrenalina para que puedan inyectarla de inmediato.
Atención Primaria atendió en la Comunitat Valenciana 3.799 consultas por anafilaxia el año pasado; y los servicios de urgencias hospitalarias, 2.201, de acuerdo con los registros del Servicio de Análisis de Sistemas de Información Sanitaria.