VALÈNCIA. (VP/EP). La exposición fotográfica del artista Jesús Madriñán, Mil noches y una noche, explora los procesos de construcción de la identidad juvenil, retratando a la generación Z improvisando un estudio fotográfico en locales de ocio nocturno.
La muestra, que se podrá visitar en el Centre del Carme de València dentro de los proyectos resultantes de su convocatoria V.O. de comisariado, ha sido presentada este viernes por el director de la institución, José Luis Pérez Pont, el artista Jesús Madriñán y la comisaria, Montserrat Pis, detalla la Generalitat en un comunicado.
El trabajo de Madriñán explora los procesos de construcción de la identidad juvenil recurriendo a un formato clásico, el retrato, pero situándolo "fuera de contexto". Así, el artista, armado con focos, trípode y una cámara analógica de gran formato, improvisa un estudio fotográfico en locales de ocio nocturno.
Haciendo una analogía con los cuentos de Las mil y una noches, las diferentes series fotográficas de Madriñán expuestas en Tabacalera de Madrid, en la Academia de España en Roma o en Paris Photo se reúnen, por primera vez, juntas en el Centre del Carme, como un conjunto de relatos que se suceden en el tiempo, nutriéndose los unos a los otros de sus experiencias.
La comisaria de la exposición ha subrayado la coherencia de la trayectoria del artista y ha sostenido que "cada noche lleva en si el germen de la próxima". "Cada fotografía puede entenderse como un capítulo autónomo, vinculado al resto en el acabado y la temática, pero sobre todo en su profunda humanidad", ha señalado.
"A través de sus retratos, Madriñán se cuestiona a sí mismo y nos expone a unas miradas directas, intrigantes e inquisitivas que jamás ofrecen respuestas definitivas. La exposición concluye del otro lado de las tinieblas, cuando la luz se perfila en el horizonte y la velada toca a su fin. Como en la ficción literaria, la llegada del amanecer determina la suspensión de la narración. Por ahora", ha explicado Montserrat Pis.
La obra de Madriñán está "a medio caballo" entre la fotografía documental y la escenificación y, según el artista, "no hay nada amañado en las fotografías, es todo espontáneo". En este sentido, la espontaneidad del momento de tomar las fotografías contrasta con la técnica "depurada y minuciosa" empleada por el artista, entre la fotografía narrativa y la comercial.
"De esa contradicción surge una fotografía que resulta onírica, casi poética" explica Madriñán, quien define sus fotografías como un "choque de trenes, entre el XIX, en cuanto a la técnica utilizada y el XXI, por el contexto y la escenografía".
Pérez Pont ha resaltado que la exposición invita a reflexionar sobre el concepto de identidad en el siglo XXI y es una muestra introspectiva, ya que "detrás de esos 37 rostros se encuentra el del artista, artífice de esta creación y de su propia búsqueda del yo".
"La propuesta de Jesús Madriñán es la primera de un conjunto de exposiciones que vamos a ir presentando en el Centre del Carme a lo largo del año, dentro de nuestra línea de trabajo en torno a la imagen fotográfica, como disciplina imprescindible dentro de la cultura visual", ha apuntado Pérez Pont.
La serie Good Night London, la más corta de las tres que integran la muestra, surgió mientras el artista cursaba un máster de fotografía en Reino Unido. El concepto original está basado en sus vivencias y retrata a jóvenes londinenses que frecuentaban varias discotecas de la zona del East End.
Esta serie marcó el camino que seguirían los dos proyectos posteriores. Sus imágenes rezuman cosmopolitismo, elegancia y sobriedad. La aparente simplicidad y la ausencia de anécdota otorgan a las fotografías una fuerza expresiva y una universalidad que permiten que funcionen en contextos y ante públicos muy diversos.
Por otra parte, al retorno a su Galicia natal, Madriñán emprendió un proyecto que pusiese de manifiesto el contraste entre la juventud urbana de Londres y la del ámbito rural gallego. Durante un año, el artista visitó una decena de discotecas alejadas de los principales núcleos de población de la comunidad, incorporando imágenes de los parajes naturales en los que estas se encontraban.
Así nació Boas noites, cuya juventud está dotada de "una espontaneidad y una frescura casi ingenuas", al tiempo que las naturalezas imprimen un espíritu introspectivo y contemplativo. Estas últimas suponen una pausa visual para el espectador mientras establecen un vínculo entre los retratados y su entorno.
Por último, Dopo Roma es fruto de una estancia en la Real Academia de España en Roma y supuso el salto a un formato mayor con respecto al de las series anteriores. Madriñán se percató de que la auténtica Roma se ocultaba en la periferia, lejos de la superficialidad del turismo de masas.
Los jóvenes que emergen de los 'after' romanos son tan monumentales como su ciudad. En Roma amanece como no lo hacía en Londres o en Galicia, y el artista se pregunta qué traerá el azul tenue de ese nuevo día, ya que 'dopo' significa 'después', pero también 'más allá'.
El gerente del Consorci de Museus, Nicolás Bugeda, que cumple en diciembre un año en el cargo, afirma que "todas las convocatorias de la pasada gestión eran irregulares", acusa de "desidia" en el mantenimiento del centro y deja en el aire el futuro de las exposiciones suspendidas