Las micropartículas de plástico que se desprenden en el agua pasan a la cadena alimenticia humana a través de los pescados
VALÈNCIA. Jo Roxton, con una gran trayectoria en el mundo del documental que empezó en la BBC, lleva un mensaje personal de denuncia del daño que está haciendo el plástico en los océanos, donde se acumulan millones de toneladas en forma de gigantescas islas contaminantes, alguna de ellas tres veces más grande que la superficie de España. Roxton ha producido el impactante documental An Plastic Ocean, desde el que advierte a la humanidad que, de seguir este masivo vertido, los océanos morirán. El film se presenta el sábado a las 18h en el Festival Internacional de Imagen Submarina del Oceanogràfic que gestiona Avanqua. “La idea de que el plástico es desechable es errónea, porque no se destruye nunca”, dice angustiada.
“Comencé con la BBC retratando con mis reportajes la belleza de los mares, de los animales marinos. Salía un mundo límpido y hermoso pero esa no era la verdad. Yo había escuchado que los plásticos se unían por efecto de las mareas en el océano y entonces decidí hacer un film sobre esto”. La misión no era fácil. Le ha costado ocho años de trabajo: cuatro filmando por todos los mares del planeta y otros cuatro editando el documental que ahora se proyecta en Netflix. Lo que Roxton y sus colaboradores reflejaron fue impresionante, insospechado.
“Vimos que efectivamente la basura que se arroja al mar se acumula de forma natural. Y está cerca de nosotros. A doscientas millas mar adentro en San Francisco hay una auténtica isla. Es terrorífico, pero el gran problema es que esos materiales se van degradando hasta llegar al tamaño del placton y de eso se alimentan los peces. A partir de ahí el plástico entra en nuestra cadena alimenticia, tanto los plásticos como los elementos químicos pegados al plástico que son los que pasan a la grasa del pez”.
Roxton advierte que estos microplásticos pueden provocar problemas alimenticios y también cognitivos. “El mundo produce 300 millones de toneladas cada año y la mitad de estos son plásticos en productos desechables que nunca se destruyen como vasos de plásticos, cubiertos, pajitas… esto es de locos, porque, encima, pensamos que los plásticos desechables son biodegradables y no lo son, nunca.” La peor noticia para el medio ambiente y para las especies marinas es que de los 300 millones de toneladas producidos anualmente, se arrojan cada año ocho al mar.
Pese a la realidad tan atroz que desvela el film producido por Roxton, la documentalista muestra soluciones que “están en las manos de todos nosotros. Todos los que ven mi película salen diciendo que la situación es horrorosa, pero en el film damos una respuesta fácil: podemos evitarlo entre todos. Todos podemos evitar esta catástrofe dejando de usar los utensilios de plástico que usamos de forma cotidiana”
Roxton propone que se deje de utilizar elementos de plástico tan próximos y tan aparentemente “inofensivos” como los vasos de plástico para beber agua. Por eso ella siempre lleva su cantimplora. “Hay que beber agua en vasos de cristal. Donde vivo ( UK) hay un montón de fuentes. En las tiendas, algunas, ofrecen la posibilidad de rellenar tus botellas . Además es que no es bueno beber en botellas de plástico, porque para hacer una de estas botellas de un litro, se gasta un cuarto de litro de aceite”.
La productora de Un océano de plástico, señala otros utensilios que su masivo uso están provocando a su juicio este mal como los envases para cremas, jabón , mantequilla o las bolsas no reciclables de los supermercados. Las distintas administraciones no han hecho nada para evitar este desastre medioambiental. Nadie les ha consultado y cuando empezaron a dialogar con el gobierno británico para impulsar medidas correctoras, se aprobó en referéndum la salida del Reino Unido – el “brexit” dice con cara de decepción- con lo cual se detuvo el proceso que tan sólo acaba de empezar.
“Honestamente, podemos cambiar el mundo. Todo el mundo que ve este documental me dice que nunca volverá a utilizar el plástico, pero es muy difícil, porque forma parte de nuestro comportamiento cotidiano. La idea de que el plástico es desechable es errónea porque no se destruye nunca”.
Roxton califica el festival como una herramienta para que la gente pueda conocer y entender el mundo marino. Esa es la manera para que los ciudadanos puedan ayudar a conservar y proteger las especies marinas. “Además este festival es una oportunidad para enseñar animales y localizaciones increíbles dentro de la ciudad de Valencia y hace que se sientan más cerca a ellos”, concluye.
'Las Noches del Oceanogràfic' propone un "viaje audiovisual" que incluye natación sincronizada, danza y delfines, centrado en la belleza y los riesgos de los tiburones