GRUPO PLAZA

ESTUDIO DE ESCRITORES

Joan Francesc Mira, bajo la protección de Perséfone 

Erudito multilingüe, el escritor muestra su estudio en Castellón de la Plana. Donó la mayoría de sus libros a la Universidad y ahora colecciona cerámicas

| 24/09/2015 | 3 min, 5 seg

CASTELLÓN DE LA PLANA. Císcar y yo nos apeamos en la estación de ferrocarril de Castellón. El viaje ha durado hora y media, el mismo tiempo que si hubiéramos elegido como destino la estación de Atocha. Parece ser que nadie ha explicado a los pasajeros los motivos de los nuevos horarios (¿obras del AVE?, ¿Corredor Mediterráneo?) y que Renfe desconoce el tiempo que durará esta situación.

La casa de Joan Francesc Mira se encuentra cerca de la nueva estación de la capital de la Plana y a priori el tren parecía el transporte idóneo. Por tanto, nuestra conversación con él se inicia comentando estas circunstancias y lamentando que el eje mediterráneo se haya transformado en un auténtico vía crucis para sus usuarios.

Joan Francesc Mira vive en uno de los chalets "ligeramente modernistas" de la avenida de Vila-Real. "Antes las casas de labranza que se construían en esta zona, que era de secano, se llamaban masets. Un poco más cerca de la costa, en la zona de regadío, las llamaban alquerietes. Ésta sería un maset, aunque en realidad se construyó como casa de veraneo para la burguesía castellonense. Antes todo eran campos de naranjos y de huerta, y de aquello ahora no queda casi nada: literalmente lo han bombardeado".

a pesar de la presión urbanística, el maset de JOAN FRANCESC Mira conserva todo su sabor

Y es cierto, en aquella avenida se ve todavía algún chalet rodeado por fincas de pisos, por solares abandonados, por un urbanismo desproporcionado, avasallador y salvaje. Aun así, a pesar de la presión urbanística, el maset de Mira conserva todo su sabor. Me enseña el jardín: "Por desgracia no le podemos dedicar mucho tiempo. Me gustan especialmente estos dos cedros y estas cicas revolutas... Y esta jacaranda, que cuando florece lo llena todo de sus flores púrpuras". En la entrada hay una pequeña fuente con una escultura. Le pregunto a quién representa: «¡A Perséfone! Fíjate en la espiga y en la hoz... En una ocasión, sorprendí a una viejecita rezando ante ella, y santiguándose. Le pregunté qué hacía y me explicó que le tenía mucha devoción a aquella santeta. Le hice saber que se trataba de Perséfone y me contestó que nunca había oído hablar de santa Perséfone».

Joan ríe y se dirige hacia la casa, a la que se accede por unas amplias escaleras. En el recibidor, me sorprende encontrar una colección de platos de cerámica, una faceta que desconocía del escritor. "No tendría sentido coleccionar cualquier tipo de plato, por lo tanto me he centrado en los que tienen como motivo central un pajarito. Es cerámica del siglo XVIII y XIX, de Manises, Ribesalbes y Alcora". Me explica detalles y aspectos de su colección, y sobre cómo los temas clásicos se reinterpretan desde una óptica popular. "Tengo algo más de un centena. Es interesante estudiar la evolución de los motivos... Fíjate éste con el dibujo de un ajuar". Subimos por una escalera hasta su estudio, que ocupa un espacio ganado a la casa original

(El resto de la entrevista en el número 11 de la revista Plaza, ya a la venta).

next