La Justicia investiga a un diputado del PSOE madrileño por la presunta violación a una compañera de partido. Él lo atribuye a una denuncia falsa y defiende su presunción de inocencia. ¿En qué país cree que vive?
La noticia ha pasado de puntillas por las redacciones de los medios del Régimen. No podía ser de otra manera. El protagonista es un cachorro del PSOE y su salto a la fama se debe a la presunta violación a una compañera de partido. Es una noticia incómoda para los intereses del socialismo gobernante; se comprende el escaso entusiasmo que ha despertado en los periodistas afines al Gobierno en funciones. Si hubiera sido un político de la derecha, derecha extrema o extrema derecha, otro gallo nos hubiera cantado. Nos imaginamos al gordito Ferreras y al multipropietario Wyoming glosando el triste episodio, y a la televisión pública abriendo sus telediarios.
Pero nada de eso ha sucedido ni sucederá. El diputado del PSOE en la Asamblea de Madrid, Javier Guardiola, puede estar tranquilo. No habrá, de momento, linchamiento mediático ni pena de telediario. El caso se llevará con toda la discreción posible, hasta que las circunstancias lo permitan.
Me enteré de la presunta agresión sexual del joven diputado socialista a través de los medios de la temible derecha. ¿Dónde si no? Según pude leer, una juez investiga a Guardiola por una supuesta violación a una militante de las Juventudes Socialistas. La joven se tomó su tiempo para denunciar: los hechos ocurrieron, supuestamente, el 4 de septiembre de 2021, y la denuncia fue interpuesta el pasado 21 de abril. Esto no impidió que el denunciado repitiese como parlamentario en la Asamblea de Madrid tras las elecciones autonómicas de mayo. El PSOE liderado por Juan Lobato/Lobezno pasó por alto la gravedad de la denuncia.
La cosa promete. El diputado denunciado por violación sostiene que todo ha sido un complot urdido por una facción del partido contraria a la suya, que es la sanchista. En su escrito de defensa ante la juez, Guardiola asegura ser víctima de una “denuncia falsa” con el fin de desacreditarle. Sorprende la endeblez de su argumentación para rebatir el delito del que se le acusa. El diputado doncel debe saber que las denuncias falsas son un invento de la extrema derecha. Su partido ha defendido, en innumerables ocasiones, que no hay mujer en España que sea capaz de cometer semejante atropello. Sostenerlo es un infundio, un engaño y un decidido intento de desprestigiar al feminismo dentro y fuera de nuestras fronteras. No hay mujer mala: la mujer es buena por naturaleza, según sostienen estas ahijadas de Rousseau.
Cuando Javier Guardiola sea citado ante la juez, deberá explicar esta contradicción insalvable, a nuestro juicio. Es militante de un partido que se cargó la igualdad entre hombres y mujeres con la aprobación de la Ley contra la Violencia de Género en 2004. Desde entonces, el PSOE ha tratado a los hombres como enemigos, entendiendo que le era más rentable buscar el voto de las mujeres.
“EL FEMINISMO DE ZAPATERO Y SÁNCHEZ NO HA BUSCADO TANTO DEFENDER A LAS MUJERES (AHÍ ESTÁ LA LEY SISSI) COMO APLASTAR A LOS VARONES”
El feminismo de Zapatero y Sánchez no ha buscado tanto defender a las mujeres (ahí está la ley de Sissi emperatriz para corroborarlo) como aplastar a los varones. Para estos no existe la presunción de inocencia si se les atribuye un delito sexual. El hombre, por el hecho de serlo, es culpable. La carga de la prueba recae en él y no en la denunciante. Por eso extraña que el joven Guardiola venga ahora con el invento de las denuncias falsas, algo que sólo es defendido pos los fascistas de Santi el Asirio y, más tímidamente, por la derechina del discreto Alberto.
El Gobierno al que Guardiola apoya ha llegado a afirmar, por boca de la irresistible ‘Pam’, que los hombres españoles “son bastante violadores”. La secretaria de Estado de Igualdad no fue destituida tras sus declaraciones tocineras. No quiero pensar lo que hubiera pasado si un concejal de Vox, perjudicado por el alcohol en una boda en Medina del Campo, hubiera dicho: “Todas las mujeres son bastante lagartas”. La izquierda lo hubiese cortado a pedacitos, como a quien yo me sé.
Por tanto, no te quejes, Javier, porque en el castigo llevarás la penitencia. Recogerás lo que has sembrado. Debes ser consecuente. Seguro que has sido un aliado de la causa hembrista y te has chupado muchas manifestaciones del 8-M, incluida la de 2020, en la que el Gobierno, pese a conocer la gravedad del coronavirus, animó a la gente a salir a la calle. Les iba la vida en ello, dijo Carmen Calvo de Cabra. Y, en efecto, les fue la vida en ello. Miles de personas se contagiaron y muchas de ellas —es imposible conocer el dato exacto— fallecieron por culpa de la decisión criminal de tu Gobierno.
Javier, sabes como yo la que te espera. El tal Lobato ha anticipado que se te aplicará el código ético (?) del PSOE. Te expulsarán del partido si se te abre juicio oral, sin esperar a que un juez dicte sentencia sobre tu inocencia o culpabilidad. El testimonio de una mujer basta para condenar a un hombre. No nos pongamos puntillosos con formalidades legales. Deberías saberlo. Lo has defendido durante años. Ahora apechuga. Y si las cosas se tuercen y acabas en la misma celda de Mario Conde en Alcalá-Meco, sé fuerte, Javier, y ten paciencia porque este Gobierno es clemente y generoso con toda clase de delincuentes. Conserva, pues, la esperanza de beneficiarte de un indulto. Seguro que si te portas bien y no despegas el pico, te lo concederán el Día de los Santos Inocentes.