grand place / OPINIÓN

JP Morgan, 28 de mayo de 2013 (cuatro balas)

27/04/2021 - 

LasFinn se lo tomaron bien. Desde los albores del siglo XX habían provocado crisis periódicas de mayor o menor alcance, como el crack del 29 o la crisis financiera, ya en el siglo XXI. Además de controlar las agencias de “rating” como una espada de Damocles sobre los Estados soberanos, acostumbraban a publicar sus análisis cual oráculo de Delfos. 

En la primavera de 2021, soplaban malos vientos para la libertad. La predicción hecha años atrás por JP Morgan comenzaba a tener visos de realidad. En su informe de 2013 sobre el ajuste de la eurozona, en el Territorio-Europa, -The Euro area adjustment: about halfway there-, sus analistas amagaban con aconsejar cambios políticos profundos en la “periferia-sur” europea. 

La presión social y política era necesaria para desmontar el “status quo" que les había proporcionado a estos Estados las reformas constitucionales establecidas con la democracia, una vez desaparecidas las dictaduras fascistas de las que provenían. Por dónde soplarían esos vientos, es otra cosa. Pero, total, como estos pueblos ya estaban acostumbrados a las dictaduras…

Por ello, los jóvenes analistas de esta empresa financiera habían llegado a la conclusión de la necesidad de un cambio político profundo que socavara los cimientos constitucionales de las reformas laborales y sociales de carácter socialista logradas con la caída del franquismo, en el caso de España. Las dificultades económicas de la crisis financiera empujarían la presión social hacia un cambio de paradigma, hacia gobiernos autoritarios. 

 

“En los primeros días de la crisis, se pensaba que estos problemas eran en gran parte económicos. Pero, con el tiempo, ha quedado claro que también existen problemas de herencia nacional de naturaleza política. Las Constituciones y los acuerdos políticos de la periferia sur, establecidos después de la caída del fascismo, tienen una serie de características que parecen inadecuadas para una mayor integración en la región. Las Constituciones tienden a mostrar una fuerte influencia socialista. Las deficiencias de este legado político han sido reveladas por la crisis, (…) con el surgimiento de partidos populistas”.

Todo esto se vaticinaba en la anterior crisis, en el año 2013 a.C -antes de la Covid-. El gobierno de la Unión no lo vio venir, como no vio venir el advenimiento del NuevoOrden desde LaGranFábrica. Sólo el Parlamento Europeo llegó a plantearse en plena pandemia el “retroceso en los derechos fundamentales que parecían asomar entre el virus. Los grupos vulnerables, la libertad de expresión, el pluralismo informativo y la libertad de reunión estaban en riesgo, además de un retroceso en la igualdad de género y los derechos de las mujeres. Desde dos años antes, el discurso del odio se había normalizado”. 

-Parecía una catástrofe mundial, lo del NuevoOrden… Para algunas cosas la Tieta era un poco exagerada, como el lema de LosOtros: Libertad frente a seguridad”. La presión social no llegó a producirse… Pronto nos acostumbrarnos a los pasaportes para viajar, trabajar, quedar con la gente, comprar, ir a tomar una copa. Hasta en las redes sociales, sus usuarios comenzaron a pedir prueba de vacunación o Certificado-Free-Covid (CFC). Ya ves, David, qué tontería…, si es mucho más seguro saber que no estás infectado.

-Lo siento Laura, ahora tengo que desconectar. Voy a coger un dron intercontinental y no puedo estar en modo avión. Tengo que pasar una prueba para la próxima misión internacional y no puedo arriesgarme a que me lean el pensamiento. ¡Te aviso cuando aterrice!

“El cambio está comenzando a producirse”, dijo JP Morgan en la primavera de 2013…