VALÈNCIA. Juan Echanove presenta en València su nueva faceta profesional, la de director de escena de un montaje lírico, Pan y toros, con el que se estrenó en este mundo hace tres años bajo el encargo del Teatro de la Zarzuela. “Conocía la ópera, pero no había intimado con ella”, confesó ayer en la rueda de presentación de la obra en Les Arts, donde se podrá ver a partir del 4 de noviembre. La experiencia con ella, tras los miedos e inseguridades del novato, se han traducido en un cambio de rumbo: “la lírica es ahora una prioridad en mi carrera y en mi vida”.
No solo es un empeño personal del actor y director de escena, sino también una faceta que también valoró ayer Guillermo García Calvo, director musical del Teatro de la Zarzuela y del montaje en Les Arts, que celebró que Echanove sea “uno de los pocos directores de escena que, además de conocer el texto, sabe cantar todas las partes de memoria”. La dupla ya prepara un nuevo título.
Volviendo a Pan y toros, la obra de Barbieri viene a celebrar dos hitos: en primer lugar, el bicentenario del compositor,; en segundo, la completa normalización del título de zarzuela anual dentro de la programación de la sala principal de Les Arts. El lugar que lleva ocupando desde hace algunas temporadas sigue entendiéndose como una reivindicación de una género lírico “propio”, que “hay que proteger” y que sigue pensándose desde su comparación con el resto de repertorio.
La realidad es que el título de Barbieri, según el propio García Calvo, cuenta con una complejidad musical inédita dentro del género lírico español: “Está a la altura de óperas como Donizetti [del que fue coetáneo] y combina el melodrama, el texto y el bel canto”. Se destaca así como un título de “gran exigencia vocal”.
Como acompañamiento, a pesar de que “en los libretos de zarzuela se nota la diferencia de calidad entre la letra y la música [en favor de la música]”, José Picón propone contar una historia que refleja el anhelo de la Ilustración en una España decante. Y un enfrentamiento entre los liberales y los conservadores que refleja el eterno enfrentamiento de “las dos Españas” que desde Goya hasta la actualidad son signo de la identidad nacional: “no es exactamente la pieza del puzle que puede encajar en la España de hoy, pero es que llevamos montando el mismo puzle desde años y años”.
El espíritu goyesco está muy presenta en la puesta en escena. Primero, porque los Caprichos del pintor cobrarán vida en escena; segundo, porque él mismo es uno de los personajes de la obra en los tres actos. La propuesta escenográfica, a su vez, es compleja porque cada acto sucede en un espacio diferente.
Todo este dispositivo irá acompañado de un reparto de 19 personas, entre los que destacan Ruth Iniesta, una de las sopranos más apreciadas por el público valenciano, el barítono coruñés Borja Quiza, gran triunfador de las representaciones de El barberillo de Lavapiés en 2021, la ascendente mezzosoprano barcelonesa Carol García, el polifacético tenor madrileño Enrique Viana, el destacado actor Pedro Mari Sánchez o la soprano valenciana Amparo Navarro. Y, por supuesto, el Cor de la Generalitat y la Orquestra de la Comunitat Valenciana.
Con el enfrentamiento entre liberales y convservadores que presenta la obra, la eterna pregunta sobre la polarización de la sociedad también surgió en la rueda de prensa de ayer. Ante esto, Juan Echanove tiró de la épica de la cultura para plantear preguntas y no respuestas: “reflejar mis pensamientos políticos en una obra sería una falta de respeto y de elegancia”. También definió el oficio de la puesta en escena en ser “un flautista de Hamelín que ha de llevar al público a buen puerto”.
Y dentro de esa narrativa, definió España como “un coso taurino en la que hay algunas personas que permanecen en la sombra y otras en el sol, viendo a un hombre enfrentándose a la bestia”.
Por su parte, en otra pregunta, Jesús Iglesias Noriega defendió el carácter popular de la zarzuela, “la conexión con lo popular es lo que lo hace un género en sí”. La referencia y el reflejo sobre lo español también es un carácter indisoluble. Y la obra de Barbieri es buen ejemplo de ello.
El Auditori y el Teatre Martín i Soler acogen la tercera edición de este ciclo del 24 de enero al 9 de febrero de 2025
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