VALÈNCIA. El Índice de la economía y la sociedad digitales (DESI por sus siglas en inglés) es un estudio anual elaborado por la Comisión Europea, orientado a medir y evaluar, a través de un seguimiento individualizado, los avances y la evolución de cada uno de los Estados miembro de la Unión Europa en materia de digitalización. En el caso de España, el informe señala que, en 2023, se mantiene a la cabeza de las principales economías europeas en digitalización y conectividad. A su vez, destaca la digitalización de los servicios públicos, donde lleva varios años por encima de la media de la UE, “aunque la digitalización de la administración pública se ha intensificado en los últimos años, es un camino que llevamos recorriendo de forma regulada desde que en 2007 se publicó la Ley de 11/2007 de acceso electrónico de los ciudadanos a los Servicios Públicos”, señala Juan Ramón Morales, director de Sector Público y Sanidad de la Comunitat Valenciana y Región de Murcia en NTT DATA.
Así, según este informe, España se sitúa muy por encima de la media de la UE en los indicadores que miden el número de usuarios de los servicios de la administración electrónica (84% frente a 74%); la disponibilidad de los servicios púbicos online para la ciudadanía (86% frente al 77%) y para las empresas (91% frente al 84%); la proactividad de las administraciones públicas a la hora de proporcionar formularios pre-cumplimentados a ciudadanos y empresas (83% frente a 68%) y el acceso a los historiales médicos electrónicos (83% frente a 72%).
“Cada vez más nos dirigimos a una administración proactiva y orientada a satisfacer las necesidades de atención del ciudadano de forma ágil eficiente e interconectada, pero también incluyendo a aquellos colectivos más vulnerables ante el avance tecnológico para que todos progresemos de forma conjunta”, afirma Juan Ramón Morales que pone el foco en que el impacto de la digitalización de la administración pública no solo afecta al ciudadano, "que recibe una atención mucho más ágil, personalizada, accesible y menos burocratizada”, sino que también afecta a los empleados públicos, “que ven como los procesos de atención se optimizan, reduciendo su intervención en tareas repetitivas y sin valor que les impiden dedicar su tiempo a aquellas actividades que realmente requieren de la intervención de personas”.
- En una sociedad cada vez más digital, la administración pública debe liderar esa transformación pero, ¿por dónde debe comenzar?
- No cabe duda de que la administración ha dado un paso hacia liderar la transformación digital en la sociedad, y debe continuar trabajando para que la transformación sea completa y no únicamente a nivel de sistemas de información.
Una transformación como la iniciada exige un enfoque más estratégico que únicamente desarrollar nuevas herramientas o renovar tecnológicamente las que ya existen. Requiere analizar la relación con el ciudadano, para que este sea el centro de cada interacción, pero también conocer las necesidades del empleado público que participa en estos procesos. De forma que sea la administración quien da el primer paso de interacción con el ciudadano de forma proactiva implementando tecnologías de vanguardia, como Inteligencia Artificial, automatización de procesos y un largo etcétera.
En NTT DATA estamos especializados en esta visión estratégica que permite a las administraciones disponer de una hoja de ruta detallada para los próximo 2-3 años, facilitando así su planificación tanto a nivel presupuestario, como a nivel de personas.
- Se habla mucho de la digitalización/modernización del sector público, ¿cuáles son los ejes que deben primar?
- La verdad es que no hay una receta única para todos, dependerá de diferentes variables, como el estado de madurez tecnológica/digital que tenga la administración, el modelo de interacción con el ciudadano o el nivel de transformación que proyecte implementar. Considerando esta información de partida se debería diseñar un plan de acción acorde.
- ¿A qué retos van a tener que hacer frente las administraciones en esta transformación digital?
- Los retos que asume la administración pública en el contexto actual son varios y de diferente calado, pero destacaría sobre todo dos de ellos. El primero sería el reto de fijar objetivos estratégicos de transformación profunda y no caer en una transformación cosmética o superficial. El segundo, utilizar las capacidades del tejido empresarial en una nueva definición de la colaboración público-privada, que vaya más allá de simples licitaciones, apoyándose en el tejido productivo local y global. De esta forma se obtendrían experiencias de otras comunidades, países y/o regiones y se tomarían lo mejor de cada uno, beneficiándonos de esta colaboración público-privada elevada a la enésima potencia.
El contexto actual nos permite redefinir nuevos modelos de relación con el ciudadano y con la empresa privada. Todo ello en aras de pensar si el modelo de administración actual es el que nos debe acompañar en las próximas décadas, porque no creo que tengamos otra oportunidad como la que vivimos hoy.
- La llegada de fondos europeos y la pandemia, ¿cómo ha acelerado esa transformación?
- Sin duda la pandemia fue un baño de realidad sobre la madurez de la digitalización, tanto de las administraciones como de las empresas, y sacó a relucir la necesidad de dar un salto cuántico en cuanto a la dedicación de recursos y planificación de objetivos comunes en materia de digitalización y acceso remoto a servicios en un contexto de confinamiento.
Es en este escenario donde aparecen los fondos europeos NextGen, MRR y otros tantos de los que hemos oído hablar que, con su dotación 1.800 millones de euros en total, están siendo el catalizador de los proyectos definidos y presentados ante la UE por los países miembros.
El ritmo al que avanzan los proyectos de transformación digital de las administraciones, gracias a los fondos, es muy superior al que lo habrían hecho con la financiación lograda hasta la pandemia. El hecho de que haya una fecha máxima para la ejecución de los proyectos, y por tanto de consumo de los fondos asignados, también añade un punto más de presión para lograr los objetivos de transformación establecidos.
Pero no nos engañemos, aunque las ventajas de la digitalización son enormes en el medio y largo plazo, la inversión inicial requerida, tanto en recursos económicos, técnicos y humanos, es muy alta. Siendo un objetivo de país, los diferentes gobiernos deben tomar partido y es este sentido, los fondos europeos han sido un acierto.
- Como ha señalado, NTT DATA es uno de los partners principales en esa transformación, ¿qué servicios ofrece?
- Ciertamente desde NTT DATA tenemos un enfoque de servicio integral de acompañamiento para nuestros clientes en la administración pública. Esta asistencia abarca el desarrollo del plan de transformación digital como guía para definir objetivos y una hoja de ruta. A su vez, ofrecemos servicios de desarrollo de software, Oficinas de Gestión de proyectos, Ciberseguridad, automatización, Big Data, Blockchain y optimización y externalización de procesos completos que permitan a la administración eficientar su operación.
Esto permite a nuestros clientes contar con una compañía multidisciplinar y con acceso a las mejores alianzas a nivel global. No en vano somos el noveno mayor proveedor de servicios de tecnología a nivel mundial.
- En concreto en la Comunitat Valenciana y Murcia, ¿puede destacar algunos proyectos que hayan implantado?
- La verdad es que es bastante difícil elegir, porque todos los proyectos que ejecutamos tienen mucho impacto en la sociedad valenciana y eso es algo de lo que estamos muy orgullosos. Pero podríamos destacar proyectos en los ámbitos de Igualdad, Hacienda, Justicia, Sanidad, Movilidad Sostenible, etc. Todos ellos son grandes iniciativas que nos permitirán transformar la administración pública de la Comunitat Valenciana y la Región de Murcia, además de convertirnos en el segundo mayor proveedor de servicios tecnológicos de la Generalitat Valenciana, posicionamiento que, sin lugar a duda, deseamos replicar el Murcia.