La huelga de jueces y fiscales 'pincha' en la Comunitat Valenciana

En España, un 60% de jueces y magistrados no trabajaron pero en la Comunitat el seguimiento se queda en un 52%, mientras que la media estatal de fiscales es 11 puntos superior a la de la Comunitat

19/11/2018 - 

VALÈNCIA. Los magistrados y fiscales valencianos han salido de las trincheras para ir a la huelga, pero según los datos oficiales, salieron mucho menos que sus compañeros de otras comunidades autónomas. Aunque hay que reconocer que pararon pese a ser conscientes de que sus reivindicaciones podían caer en saco roto ante una ciudadanía hastiada de la politización, cada vez más evidente, de la Justicia. Más de un 50% del colectivo no trabajó este lunes para denunciar, más allá de las subidas de sueldo, las deficiencias de un sistema que están llevando a los ciudadanos a meter en el mismo saco a toda una carrera.

Según los datos aportados por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV), las asociaciones convocantes y la Fiscalía General del Estado, el número de magistrados que secundaron la huelga en la Comunitat Valenciana fue de 294 sobre un total de 566, lo que supone que un 51,94% del total secundó el paro. La media estatal se situó en un 60,90 por ciento, nueve puntos por encima. 

En cuanto al Ministerio Fiscal, los datos fueron todavía peores de media, ya que 76 fiscales de 255 fueron a la huelga, es decir, un 29,8 por ciento sobre una media estatal del 40,59, lo que supone casi 11 puntos menos que la media estatal.

El caso de la Fiscalía es especialmente llamativo por su baja participación. Según los datos a los que ha tenido acceso Valencia Plaza con el número total de fiscales extraído del BOE, en Alicante pararon 11 de 41 fiscales; en Alcoy 2 de 6; en Torrevieja 4 de 9; en Elx 8 de 22; en Benidorm 10 de 18; en València 19 de 100; en Alzira 6 de 14 y en Castellón 16 de 26. Estos datos suman el total de 76 aportados por la Fiscalía General del Estado, lo cual implicaría que ninguno de los seis fiscales del TSJCV secundó el paro. 

Pese a los bajo de los número de la Comunitat, todo queda en agua de borrajas si se compara con la élite de la judicatura. Irrisorio resultó el seguimiento de las altas instancias pues tan solo siete de 77 magistrados del Supremo fueron a la huelga, mientras que sus compañeros al otro lado de la plaza Villa de París, es decir, en la Audiencia Nacional alcanzaron un número aún más paupérrimo con seis de 87. En el lado opuesto estuvieron navarros y riojanos con 44 de 66 y 25 de 39, respectivamente.

Reivindicaciones

El nombramiento de Manuel Marchena como presidente del Consejo General del Poder Judicial vía acuerdo PP y PSOE ha sido una de las gotas que ha colmado el vaso de la paciencia de los miembros de la carrera judicial. Un nombramiento que, supuestamente, debería votarse entre los miembros de dicho consejo una vez sea nombrado, pero que a diferencia de ocasiones anteriores, los partidos ni siquiera han querido disimular y han hecho público sin esperar al pleno.

Es más, a este respecto, en la lectura del manifiesto se dijo que:”una vez más, sin el más el mínimo respeto por el Poder Judicial ni por el poder Legislativo, se anuncia el acuerdo entre alguno partido políticos sobre el próximo presidente del Tribunal Supremo y el Consejo General del Poder Judicial”. Y añadieron que ese extremo “son hechos que se producen en el marco de una situación insostenible en la carrera judicial y fiscal, que ha llevado a todas las asociaciones de jueces y fiscales a la huelga”.

En el manifiesto leído por las asociaciones Juezas y Jueces Para la Democracia, Asociación Profesional de la Magistratura, Asociación Francisco de Vitoria, Foro Judicial Independiente, Asociación de Fiscales, Unión Progresista de Fiscales y Asociación Profesional Independiente de Fiscales, se hizo especial énfasis en el hecho que debido a esa politización “recobran especial importancia nuestras reivindicaciones sobre independencia judicial, medios materiales para poder dar una adecuada respuesta a los ciudadanos, los plazos máximos de instrucción, cargas de trabajo saludables, derechos a permisos y licencias, creación de plazas y condiciones laborables dignas para aquello que acaban de acceder a la carrera”.

Tan evidente es la politización para los jueces y los fiscales, que uno de los magistrados presentes en el paro llegó a decir: “para tener esto prefiero que no haya consejo. Que cada uno haga lo que considere”. Unas palabras que Valencia Plaza sondeó entre los asistentes y, para sorpresa, más de uno secundó.

El hastío en la carrera judicial ha llegado a tal punto que está cerca del no retorno. Las redes sociales eran este lunes un hervidero de magistrados, jueces y fiscales expresando opiniones que rara vez se pueden ver.

Están hartos, y el paro podría ser solo el principio de un efecto dominó que la ministra de Justicia, Dolores Delgado, deberá parar. Pero difícil lo tiene cuando hasta ahora era la primera en salir de la trinchera para protestar. Pero no es lo mismo estar en una línea del frente que en la otra.

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