La Historia de la filosofía de Segundo de Bachillerato es una asignatura ideada para intentar proporcionar a los estudiantes cierta visión de los hitos principales de la historia del pensamiento occidental y cierto conocimiento de sus textos y autores, de manera que desarrollen la capacidad de análisis, comparación y crítica, la completen con la que proporcionan el resto de las materias, y avancen así en su proceso de madurez personal e intelectual.
El desarrollo que propone el Ministerio de Educación de la LOMLOE o Ley Celaá presenta un borrador que contiene unos saberes básicos con autores perfectamente reconocibles, como Platón, Aristóteles, Agustín de Hipona, Tomás de Aquino, Descartes, Hume, Kant, Marx, Nietzsche o Sartre, de los que probablemente los lectores guarden algún recuerdo.
A ellos se le añaden algunas pensadoras que en otras épocas quizás estaban olvidadas, como Mary Wollstonecraft, Olympe de Gouges, Hannah Arendt, María Zambrano o Simone de Beauvoir. De esta manera se actualiza el contenido y la visión de la Historia de la filosofía de una manera sensible y razonable, más allá de que se pueda debatir la idoneidad de la presencia de una u otra persona, tanto si es mujer como si es hombre.
La Conselleria d'Educació de la Comunitat Valenciana, en manos de Compromís, se ve que no está suficientemente satisfecha con estos cambios y en el borrador que ha elaborado, a partir de Agustín de Hipona, que murió por cierto en el año 430, solo deja en el temario un filósofo (Guillermo de Occam), que incluso es posible que hasta se les haya olvidado borrar o cancelar.
Los expertos de la Conselleria parecen convencidos de que "la historiografia filosòfica es mostra, de manera intencionada en la majoria de casos, i de manera inconscient en alguns, des d'una perspectiva androcèntrica i etnocèntrica" y han prescindido de pensadores como Aquino, Descartes, Hume, Kant, Marx, Nietzsche y Ortega, que por supuesto aparecen en el documento de trabajo del Ministerio de Educación.
En el temario del borrador de la Conselleria hallamos figuras femeninas históricamente interesantes (sobre la mayoría de las cuales por cierto he escrito), como por ejemplo Diotima de Mantinea, Cristina de Pizan o Simone de Beauvoir, pero resulta totalmente cuestionable que desplacen a autores como los que hemos mencionado y que son medulares en esta disciplina: los errores no se remedian con errores y los olvidos no se enjuagan con olvidos.
La Conselleria entiende que de esta manera consigue incluir "la perspectiva de gènere en l'estudi d'aquesta materia" y que eso le permitirá "a l'alumnat detectar, denunciar i revertir l'absència femenina i de persones amb identitats de gènere diverses en els materials objecte d'anàlisi i, alhora, ampliar la mirada i qüestionar el coneixement androcèntric que des de la història de la filosofia ha perpetuat les desigualtats i les discriminacions que comporta el sistema patriarcal".
Que haga eso hasta cierto no acaba de sorprender, si uno se lee el contenido que propone en la asignatura de Filosofía de Primero de Bachillerato, que es de parecido rigor académico a la de Segundo, con sus cinco P (persona, paz, prosperidad, planeta y participación), pero voy a pasar de largo sobre el mismo por cuestiones de brevedad.
En resumidas cuentas, a mí me parece, y lamento decirlo, que en este punto la Conselleria está jugando con la formación de los estudiantes y con sus familias, y eso es muy grave. Creo que a su planteamiento le sobra sectarismo, ignorancia y arrogancia, y para eso no hace falta entrar en detalles (como por ejemplo ese de la exhortación a la denuncia de la que habla), que se podría, sino que basta con comparar su listado de autores con el listado del Ministerio de Educación y Ciencia.
Francisco Javier Gea Izquierdo es profesor de Filosofía