VALÈNCIA. Carles y Tere serían la pareja ideal si no fuera porque el montaje de un sencillo mueble de Ikea sacará a la luz su complicada convivencia después de veinticinco años de relación. Con cada taco, cada estantería y bisagra colocada, saltan por los aires las quejas ocultas, los fantasmas dormidos. Y es que, cuando un mueble entra por la puerta, el amor sale por la ventana. Esta es la trama de la que parte El Moble, la producción de Albena Teatre dirigida por Rafael Calatayud y protagonizada por Juli Disla y Cristina Fernández Pintado que acogerá la Sala L’Horta el sábado 25 de noviembre a las 19 horas dentro de su ciclo de comedia para público joven y adulto.
“El mueble es tan solo una excusa para contar cómo cualquier circunstancia anecdótica y doméstica puede llevarte al límite. Esto es lo que les ocurre a nuestros dos protagonistas. Cualquier excusa es buena para lo peor”, cuenta Rafael Calatayud, director de la obra.
La nueva producción de la veterana compañía Albena Teatre utiliza un objeto material común y corriente para sacar a la luz dos conceptos vitales diametralmente opuestos dentro de la pareja. Es la historia de un mueble, uno sólido, caro y con estilo, y otro barato, contrachapado y difícil de montar. Según Carles (personaje interpretado por Juli Disla), el mueble por fascículos comprado en Ikea es bueno, bonito y barato. Según Tere (Cristina Fernández Pintado), es de mala calidad, feo e imposible de montar. “El frágil e imposible mueble de ikea es Carles y el mueble sólido y potente que te lo suben de una sola pieza, es Teresa. Debilidad y fragilidad frente a fuerza, seguridad y aplomo”, apunta Calatayud.
La pieza, con texto en valenciano, habla de una pareja al borde del abismo utilizando las herramientas de una comedia con pinceladas dramáticas. “Pienso que una buena comedia se sustenta en el drama. Siempre pongo como ejemplo El apartamento de Billy Wilder o a Charles Chaplin con todas sus divertidas tragedias. Creo que en el teatro reírse por no llorar es la mejor terapia para disfrute del espectador. La mejor comedia”, concluye el director.
La programación de noviembre en la sala de Castellar-L’Oliveral finalizará el domingo 26 de noviembre con una pieza para primera infancia que utiliza una mariposa como alegoría sobre la evolución de la vida. Caricias, de la compañía Ñas Teatro, sigue la trayectoria de una mariposa desde su nacimiento y transformación hasta el regreso junto a su madre, en una especie de adaptación infantil de la estructura clásica del “viaje del héroe”.
Se trata de una pieza que prácticamente carece de texto, salvo algunas rimas sencillas infantiles en castellano. La historia se cuenta principalmente a través del baile, la manipulación de objetos, las sombras y los títeres.
Según cuenta Paula Portilla, autora e intérprete de la obra, “la idea de este espectáculo surgió poco antes de la pandemia, mientras hacía un curso de danza y psicología. Una vez ya confinados sentí la necesidad de contar de dónde vienen las caricias y por qué las echábamos tanto en falta, por qué son tan necesarias. Las caricias son necesarias a lo largo de toda nuestra vida y no solo a través del contacto físico, sino también a través de abrazos, de palabras amables, etc.”.
Cuenta la autora que muchos padres y madres que acompañan a sus hijos a ver el espectáculo salen del mismo dándose cuenta de cómo en nuestros primeros años de vida nos volcamos mucho en el contacto físico, pero después este se va disipando durante la adolescencia y la edad adulta. “En esas otras fases de la vida también necesitamos de ese afecto y protección de vez en cuando”, asegura Portilla.
Los más peques de la casa y sus acompañantes adultos tendrán la oportunidad de disfrutar de Caricias el domingo 26 de Noviembre en alguno de los dos pases que se ofrecerán a las 11:00 y a las 12:30 h.