Ximo Puig: "La ampliación del IVAM es irrenunciable"
Ximo Puig: "La ampliación del IVAM es irrenunciable"
VALÈNCIA. “Una obra que se escapa a las clasificaciones”. De esta forma definía ayer Josep Salvador, uno de los comisarios de la exposición Matèria, espai i temps, junto a Sergio Rubira e Irene Bonilla, la obra de Julio González, que vuelve a ser reinterpretada en el Institut Valencià d’Art Modern (IVAM) . La muestra reúne más de 200 obras de la colección del museo, vinculando la obra de González a su tiempo, un espacio de tensiones y cambios que en el que la investigación y la reflexión en torno al arte fue máxima. Tantas opciones que González no supo que sabor de helado elegir. Ni falta que hace. “Es una persona que recorre las vanguardias de una forma muy individual”, explicó Rubira, una rica dualidad que, en palabras del director del museo, José Miguel G. Cortés, “sobresale de cajones y etiquetas”. González no se casaba con nadie. Al menos, estéticamente.
Y hablando de cajones. El IVAM está de enhorabuena, pues el President de la Generalitat, Ximo Puig, avanzó en Valencia Plaza su intención de apoyar una ampliación de su sede así como la apertura de una subsede en Castellón, al modo de Alcoi. Más cajones para exponer. Sobre esta cuestión, Cortés indicó que le resulta “fantástico”, una “noticia estupenda”, una noticia que llega después de más de un año de debate en torno a la ampliación, un debate que parecía haber bajado el tono tras pasar febrero -el 30 aniversario del museo- sin anuncio y la negativa del conseller Marzà a afrontar esta cuestión en la presente legislatura. Pero Puig volvió a abrir el melón. “Espero que en este año, en este 30 aniversario, aún se pueda anunciar la ampliación”, indicó el President a Valencia Plaza, durante un almuerzo con los candidatos a las elecciones en el que tildó el proyecto de “irrenunciable”.
Ximo Puig: "La ampliación del IVAM es irrenunciable"
También apuntó a la apertura de una nueva sede, un traslado de la marca IVAM a Castelló que Cortés considera ayudará a vertebrar culturalmente la Comunitat. “Ojalá que este proyecto, me parece que es evidente, sea un proyecto que no solamente sea del presidente, sino que sea de toda la sociedad valenciana, del mundo del arte, de la cultura, de todas instituciones, porque es algo súper positivo para la Comunitat que las instituciones culturales se amplíen y tenga mayores recursos”, indicó el director del museo durante la presentación de la muestra.
Volvamos a Julio González. La exposición, que suma piezas que todavía no habían sido expuestas, enfrenta a González con su tiempo y consigo mismo. Esto se ve reflejado perfectamente en la última sala, que contrapone ‘La mujer del espejo’, una de las obras más conocidas del autor en la que juega con los límites de la abstracción, con los que coquetea constantemente, y ‘Montserrat’, expuesta en el pabellón republicano español de la Exposición Universal de París y con la que denunció el drama de la Guerra Civil española, una escultura que encarna el sufrimiento del pueblo frente a los totalitarismos. En este sentido, se hace un repaso por ese pabellón del 37 con distintas piezas y documentos que pretenden subrayar su vinculación con otros artistas y grupos de vanguardia.
La muestra sigue un orden cronológico comenzando en la Barcelona de 1900 donde nació Julio González, que reúne obras de su periodo de formación con su hermano Joan, para continuar en París recogiendo los primeros relieves del artista y su capacidad de manejar la soldadura de hierro para aligerar la esculturas, un recorrido que incluye obra de otros artistas como Pablo Picasso, Manolo Hugué, Joan Miró, Kurt Switters, Sophie Taeuber-Arp, Pablo Gargallo, Jean Arp, Constantin Brancusi, Luis Fernández, Joaquín Torres-García, Alexander Calder, Jean Hélion, Jacques Lipchitz o David Smith. Este último, explicó Sergio Rubira, definió a González como el “primer maestro de la escultura del hierro”. "No acabamos de comprender su importancia", recalcó José Miguel G. Cortés, quien aseguró que la muestra es una "alegría para los sentidos", una "vuelta de tuerca más" a la investigación en torno al autor. La muestra, además, cuenta con piezas que no se han expuesto, como Los vencedores de Brihuega de Arturo Ballester.
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