Kinépolis transforma su Sala 21 en un espacio escénico: "Queremos ser un espacio multicultural"

VALÈNCIA. Kinépolis Paterna inició, hace siete años, un nuevo camino: el de transformar parte de su complejo de cine en un ”espacio multicultural”. Lo contó ayer en una rueda de prensa Luis Esteban, su director. Tuvieron que ir a Gante, donde está la sede central de la multinacional para convencerles de que iban a probar a hacer monólogos y espectáculos en directo. De eso fue hace siete año, y el año pasado, repitieron el viaje para presentarles el siguiente paso: transformar una sala de cine en una de teatro.

Es la Sala 21, y de ella han retirado la pantalla para crear un espacio escénico por el que quieren que los fines de semana pasen producciones valencianas y nacionales “de público amplio”. El experimento, dice Esteban, viene avalado por ser un paso natural a lo que llevan haciendo desde hace siete años en el cine. “Hemos ido viendo lo que el público demandaba, y vamos que quieren espectáculos en directo”, analizaba el director del cine.

Un cine que quiere seguir siéndolo, pero que también quiere ser ambicioso: “Kinépolis tiene que ser un espacio multicultural, tenemos 18 salas abiertas para la exhibición cinematográfica, pero también tenemos una exposición [Bodies] y ahora la Sala 21. El 90% de las cosas que hace Kinépolis es cine, pero también tenemos que tener este 10% para probar cosas diferentes”.

La medida es “pionera” en la multinacional, e igual como los monólogos surgieron de València y ahora lo han adoptado otros Kinépolis de España, Esteban cree que “este es un laboratorio para probar nuevas iniciativas”.

Sobre Sala 21, será un espacio escénico de entretenimiento teatral, en el que los espectadores podrán ver las obras con palomitas, refrescos y nachos. A Virginia Muñoz, actriz de Un secreto a voces (una de las obras que se podrá ver) no le importa demasiado: “lo nuestro es una comedia y lo único que queremos es que la gente se divierta. Si es con palomitas, pues muy bien también”. Se han programado hasta diciembre nueve obras musicales, familiares y de comedia, además de circo familiar. La idea es atraer esos títulos de entretenimientos para un público amplio. Lo harán sin una dirección artística per se, sino con la complicidad de una red de empresas con las que Kinépolis ha establecido una relación de confianza, nombres como Tonet Ferrer (que llevará a la Sala 21 La vida empieza hoy, con la que ganó el Premio Max del público 2021) o Javier Alastrué, que sí que será el responsable de utilizar sus contactos y su experiencia en la industria para atraer títulos a València.

Sala 21 también quiere ser el teatro de los pueblos y del público “al que no le viene bien desplazarse a València”. Con todo, una apuesta nueva, que rompe la baraja y crea un escenario en un lugar insospechado: un cine en un centro comercial. “Normalmente son los teatros los que acaban conviertiéndose en cines o en gimnasios. Qué bonito que sea al revés”, confesaba Tonet Ferrer ayer en la rueda de prensa. El espacio escénico ha sido adaptado y equipado por Yanadú Producciones (“no pensábamos que fuera a haber espacio para poder hacer esto”, afirmó Luis Esteban), los camerinos están fuera de la sala. No se asusten si van a ver una película y ven a unas extrañas personas caracterizadas de lo que sea entrando a una sala de cine.