El 'kit' del voluntario de la Dana: mascarillas, botas y herramientas de limpieza

5/11/2024 - 

VALÈNCIA (EFE/Nacho Hererro). Desde el pasado jueves, miles de voluntarios, principalmente de València pero también de otros puntos de la Comunitat Valenciana y de España, acuden cada día a las zonas afectadas por la dana para ayudar en las tareas de limpieza. La experiencia propia y el paso de los días han permitido perfeccionar el 'kit' más adecuado para prestar esta ayuda.

Los graves problemas de tráfico que existen para acceder a estas zonas por los destrozos que provocó la gota fría y el colapso que hay en muchas vías de València capital que deben absorber el flujo de vehículos hace totalmente desaconsejable acudir en vehículos privados.

Además, las zonas de la capital más cercanas a las afectadas y desde las que se puede acceder andando presentan muchos problemas de aparcamiento. De esta manera, lo más práctico es acudir a pie, en transporte público o en bicicleta, dado que es una zona bien conectada por la enorme red valenciana de carril bici.

Para saber en qué zonas se necesita más ayuda se puede acudir a los distintos centros de distribución de ayuda que se han creado, como el que hay en el edificio municipal Ausiàs March en el barrio de Parque Alcosa. En cualquier caso, también ha bastado con ofrecer la ayuda a voces o asomarse a casas particulares y bajos para ofrecerla.

Hay además plataformas virtuales como ajudadana.es que actúa como tablón de anuncios que recoge peticiones de ayuda que los voluntarios pueden atender. Eso sí, hay que tener en cuenta que aunque progresivamente se restablece, hay puntos aún sin conexión a internet.

Se recomienda acudir con botas impermeables, bien de montaña o bien de agua. Son muchos los voluntarios que se las cierran con precinto y bolsas de basura para evitar en lo posible que el agua y el barro que todavía hay en muchas zonas se cuele a los pies.

Además, se advierte del peligro que supone acudir con heridas en los pies y en las manos. "El mayor problema que vamos a tener es que haya infecciones y el tétanos. Mucha gente no sabe qué dosis tiene puestas y desde cuándo. Se ha de tener mucho cuidado porque el tétanos está de forma latente en la tierra y ahora en poblaciones llenas de barro se puede extender. Sería lo normal", apunta Pablo García, sanitario y voluntario.

Algunos hospitales valencianos ya han comenzado a tratar infecciones en las extremidades de voluntarios que han acudido estos días a ayudar y que en algunos casos han recorrido y recorren kilómetros con calzado poco habitual para acceder a estos lugares.

Desde hace días, son muchos los voluntarios que acuden con mascarillas que, por un lado les protegen de los crecientes malos olores, pero también de posibles infecciones.

Ante la putrefacción que ya hay en el barro, el peligro de exposición a gases tóxicos, que ya ha provocado hospitalizados, y con el fin de reducir contagios de infecciones, se recomienda encarecidamente acudir con mascarilla y a poder ser FPP2, dado que las quirúrgicas impiden que quien la lleva contagie pero son estas las que evitan contagiarse de bacterias que se podrían extender, como la legionela.

El 'kit' ideal sería el que incluye un mono completo y cerrado y también gafas protectoras, pero son pocos los que se han visto estos días.

El desescombro de casas y locales comerciales se realiza en muchas ocasiones a mano, por lo que es necesario llevarlas protegidas para evitar posibles cortes. Tras unos primeros días en los que se acudía con todo tipo de guantes, la experiencia ya confirma que los adecuados son los de trabajo y no los de goma, que se rompen con mucha más facilidad.

En cuanto a las herramientas, son especialmente útiles palas y grandes cepillos, aunque la falta de disponibilidad ha hecho que muchos optaran por escobas caseras. También son muy bienvenidas otras que puedan arrastrar el agua. Estos días los voluntarios han tirado de ingenio para construir los útiles más adecuados y hay quien ha usado 'churros' de piscina abiertos para acoplarlos a palos de mopa.

En los primeros días de limpieza fueron muchos los que, en grupos, usaron puertas que habían sido arrancadas a modo de 'quitanieves' para tratar de redirigir el agua al alcantarillado o al propio cauce desbordado. Los cubos y pozales que ha podido llevar los voluntarios y que han cedido cientos de empresas han servido para formar cadenas humanas y ayudar a desatascar las zonas en las que la maquinaria no había llegado o no podía entrar.

Ahora que casi todas las zonas cuentan ya con servicio de agua, acudir con máquinas que la sacan a presión permite a los voluntarios ayudar a continuar limpiando de las calles el barro que las cubre.

En cuanto a la comida y bebida, aunque las donaciones y el trabajo altruista de muchos grupos ha llevado agua embotellada y comida a muchos puntos, muchos voluntarios acuden con una cantimplora propia y algo de comer por si se internan en zona en las que no hay o para cederlas a los vecinos de la zona.

De manera complementaria a su propio 'kit', son muchas las personas que estos días han transportado hasta las zonas afectadas material que grupos de apoyo y empresas dejaban en los puntos de acceso, un servicio de 'última milla' que también han realizado en bicicletas decenas de voluntarios desde el pasado jueves. 

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