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Kurt Wagner (Lambchop): "Es muy difícil ser optimista respecto al futuro de Estados Unidos"

El líder de la ecléctica banda de “country alternativo” explica a Cultur Plaza los detalles de su nueva gira por España, que esta vez sí tendrá parada en València. Será esta noche en el Palau de la Música, en formato de trío

5/07/2018 - 

VALÈNCIA. A nadie le extraña encontrar a Lambchop en el programa de la XXII edición del Festival de Jazz del Palau de la Música. La banda norteamericana liderada por Kurt Wagner desde principios de los años noventa encaja tan bien entre nombres como Brad Mehldau o Perico Sambeat que en un festival indie de libro como el FIB o en un pequeño ciclo de música de vanguardia. En la inasible fórmula de country alternativo, soul, jazz, electrónica y pop barroco que cultiva Lambchop caben muchos mundos paralelos. Wagner lo mismo te borda una versión de Curtis Mayfield con su voz de barítono a lo Scott Walker que te sorprende con una colaboración con Dj Koze en la que se presta sus cuerdas vocales a la magia del vocoder y el Auto-Tune. Be water, my friend.

A sus 58 años, el señor Wagner no tiene ninguna intención de hincar la rodilla y rendir pleitesía a su propio pasado. El suyo es un caso similar al de otros artistas veteranos como Nick Cave o Colin Newman (Wire). Viven en permanente mutación creativa, y no cabe esperar de sus conciertos un complaciente set list de grandes éxitos. Sus directos se centran ante todo en el presente. Y el de Lambchop suena más a sonidos procesados que a orquesta con clarinete y sección de cuerdas.

Su última andanada discográfica –Flotus- es un buen ejemplo del estado de gracia constante de la banda de Tennesee. Editado en 2016 por Merge Records -el sello fundado por MacMcCoughan y Laura Ballance de Superchunk-, este álbum refleja el interés de Kurt Wagner por los sonidos y los métodos de producción aplicados por el hip hop de última generación. Como corresponde a todo músico progresista que se precie de serlo, el artista sigue con interés el trabajo de los artistas jóvenes, y no tiene ningún tipo de reparo en reconocerlo.

Lambchop han vuelto de nuevo a España, y esta vez sí que harán parada en la capital del Turia, aunque sin batería. En el concierto que ofrecerán esta misma noche en el Palau de la Música veremos a Wagner guitarra en ristre y disparando sonidos pregrabados y efectos vocales sintéticos. Junto a él, Tony Crow al piano y Matt Swanson al bajo y el propio Wagner. Según nos adelanta en esta entrevista, el repertorio abarcará también algunos temas antiguos más emblemáticos de la banda, pero en una versión más intimista.

-Vuestro último disco fue de alguna manera un procesamiento muy personal de las últimas tendencias de la música hip-hop, ¿cuándo empezaste a interesarte por este tipo de música?
-Llevo prestando atención al hip hop desde mediados de los años ochenta, más o menos. Empezó a interesarme en Chicago cuando entré en contacto con algunos artistas de graffiti en la tienda de material de bellas artes en la que trabajaba por aquel entonces. Me sedujo mucho el ritmo, pero sobre todo el modo en que evolucionó después el género. El hip hop está todavía en continuo desarrollo, lo que lo convierte en mi opinión en una de las formas de expresión musical más vibrantes del momento actual.

-¿Cómo interpretas el hecho de que el hip hop haya evolucionado por una parte hacia bases electrónicas abstractas y experimentales, y al mismo tiempo haya conseguido liderar el circuito de la música comercial? 
-Estoy totalmente de acuerdo. La calidad de la producción que se vierte en esas canciones comerciales es muy notable. Son artistas que están continuamente tratando de sobrepasar las barreras de lo que se supone que tiene que ser la música popular. Estoy siempre pendiente de cualquier novedad relacionada con el hip hop, porque hay una clarísima intención de crear sonidos nuevos y únicos.

-Han pasado dos años desde la publicación de Flotus, ¿hemos de esperar otro cambio de timón en la propuesta musical del próximo disco de Lambchop? 
-En cuanto vuelva de València tengo pensado ponerme a mezclar el siguiente disco. Va a ser un paso adelante más para nosotros como Lambchop. Va a ser una maravilla.

-Después de más de treinta años escribiendo letras de canciones, ¿sigues encontrando la inspiración en los mismos lugares que antaño? ¿Surgen las ideas con la misma facilidad?
-Me temo que es un proceso muy impredecible. Es posible que algunos aspectos se hayan hecho más fáciles con el paso del tiempo, como por ejemplo las habilidades en la edición utilizando aplicaciones como “Bear”. Pero al final, la inspiración consiste realmente en encontrar la manera de expresar lo inexpresable. Dar con algo que signifique algo para ti como artista, y que al mismo tiempo tenga la capacidad de tener resonancia en los demás.

-El cuarto álbum de vuestra carrera, What Another Man Spills (1998), se editará por primera vez en vinilo el próximo mes de agosto ¿Qué recuerdos tienes de esa primera época de Lambchop? ¿Pensabas que seguirías en eso veinte años después?
-Ese periodo fue nuestro inicio real como banda, porque empezamos a sonar como ningún otro grupo indie de la época. Fue un momento grandioso, en el que nos dimos cuenta de que podíamos crear un sonido que no estuviera limitado por cuestiones técnicas ni financieras. Abrió una puerta a muchas otras posibilidades. Dicho esto, tengo que decir que nosotros siempre hemos concebido nuestro trabajo disco a disco; cada cosa a su tiempo. Al hacerlo así, parece que logramos estar siempre vivir en el presente.

-Tener un grupo nuevo a mediados del siglo XXI tiene poco que ver con lo que significaba en los noventa. La “democratización” de los métodos de producción musical, el cambio de paradigma del sector discográfico y la existencia de las redes sociales lo han cambiado todo. ¿Te hubiera gustado ser un músico de 20 años en 2018?
-Hace poco me tomé un descanso en las redes sociales. Me gustaba la idea de no tener todo ese ruido alrededor de mi vida. Exigen demasiado tiempo y espacio en la psique de las personas. Sé que tendré que volver a lidiar con ello otra vez, ahora que estamos cerca de publicar nuestro siguiente disco, pero si tengo que ser sincero, no soy una de esas personas que se dejan absorber por la promoción de sus trabajos artísticos. Probablemente sea porque soy viejo, pero tiene también mucho que ver con la cantidad de tiempo y energía que se pierde interactuando en tantas plataformas. Me resulta agotador el simple hecho de pensar en ello. Algunos colegas de profesión son muy buenos en este tema, pero yo estoy muy aburrido con esa cosa del “Eh, ¡mírame!”. Debo añadir que ahora mismo todos los días aparecen en las redes sociales noticias horribles relacionadas con Estados Unidos que tienen la capacidad de destruir el espíritu y el optimismo de cualquiera. Quizás pasa igual en todos los sitios, no lo sé.

La alusión a la agenda política de su país no es casual. Casado con la representante del Partido Demócrata en Tenneesee, Mary Macini, el posicionamiento de Wagner es más que explícito. De hecho, durante la última visita de Lambchop a Madrid, el pianista Tony Crow dirigió unas palabras al público antes de dar comienzo: “Disfrutemos de nuestra última noche de libertad en la Tierra”. Justo al día siguiente, 20 de enero de 2017, estaba prevista la toma de posesión de Donald Trump. Parece obligado pedir al líder del grupo un balance de este último año y medio de gobierno republicano.

-Por mucho que Trump sea el presidente norteamericano con mas memes maliciosos de la historia, no son pocos los que vaticinan que saldrá reelegido dentro de dos años ¿Estás de acuerdo? 
-No tengo ni idea. En estos mismos momentos [esta entrevista se realizó el 20 de junio], “mi país” está separando a niños de sus familias para ponerlos en jaulas, reteniéndolos como rehenes para servir a los intereses políticos de algunos ¿A dónde vamos a llegar? ¿Dónde está el fondo de este abismo?. Hay muchísimos otros ejemplos de abuso de poder absoluto y de violación de la verdad y la decencia. Mantenerse optimista con respecto al futuro es una lucha diaria.

-¿Qué te ha parecido el controvertido videoclip de la canción “This is America” de Childish Gambino? Se ha bautizado como uno de los manifiestos políticos musicales más potentes de los últimos tiempos.
-Tanto el videoclip como la canción son muy potentes y muy certeros en su intento por reflejar los asuntos a los que se enfrenta la cultura norteamericana. A pesar de lo poderoso del mensaje, me pregunto si no consigue más que hacernos sentir un poco mejor solo porque alguien está llevando un poco de luz a la injusticia y la desigualdad que nos rodea. Eso está bien, pero yo estoy hambriento de cambio, y lo quiero de inmediato. Tal y como dicen, “el tiempo apremia”.


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