En caso de que se instruya un procedimiento contra la senadora, ésta no estará como investigada hasta que el Senado lo admita y el magistrado podría archivar sin realizar el suplicatorio
VALENCIA. La exalcaldesa de Valencia y actual senadora del Partido Popular Rita Barberá está a menos de una semana de saber cuál será la decisión del Tribunal Supremo (TS) respecto a su futuro procesal. El Alto Tribunal cumplirá los 20 días de plazo que tiene para pronunciarse sobre la petición de la Fiscalía del Supremo el próximo domingo.
Según fuentes cercanas al TS consultadas por Valencia Plaza, lo más probable es que la Sala de Admisiones admita que se investigue a Barberá y designe un magistrado instructor que investigue el presunto delito electoral supuestamente cometido por la senadora.
La Ley en España es igual para todos salvo que uno sea político aforado al Tribunal Supremo. A cualquier español que se le abra un proceso penal, incluidos los magistrados aforados del TS, adquieren la figura de investigado (antiguo imputado) en cuanto se comienza la investigación judicial contra ellos. Sin embargo, los políticos pasan por una especie de limbo legal hasta que el Senado o el Congreso se pronuncien sobre sus casos concretos. Así, se puede comenzar una investigación contra un político sin que éste sea imputado.
Esa decisión dejaría a la senadora del PP en el citado limbo legal ya que, por un lado significaría que el TS cree la versión de la Fiscalía del Supremo en cuanto a la posible comisión de un delito por parte de Rita Barberá pero, por otro lado, la exalcaldesa de Valencia no estará formalmente imputada hasta que un magistrado instructor haga el suplicatorio al Senado y desde la cámara sea aprobada dicha decisión.
Teniendo en cuenta lo anterior, podría darse la paradoja de que se abra un procedimiento contra ella y el mismo se llegue a cerrar sin que ni siquiera Rita Barberá haya llegado a estar como imputada. De hecho, esa posibilidad no es nada descabellada y ha sucedido en varias ocasiones, puesto que antes de realizar el suplicatorio al Senado el magistrado instructor debe leerse la causa que se ha enviado desde Valencia y tomar una decisión.
Una vez abierto el caso, no hay plazos formales más allá de los seis meses que marca la Ley de Enjuiciamiento Criminal (LeCrim) para todas aquellas causas que no hayan sido declaradas como complejas, pero una vez se haga el suplicatorio, si se hace, la Comisión de Suplicatorios del Senado tiene un plazo de 30 días para contestar respecto de la petición realizada por el Alto tribunal. Por tanto, podrían llegar a pasar hasta siete meses antes de que Rita Barberá fuera imputada en caso de serlo.
La Sala de Admisiones del TS que decidirá el futuro procesal de Rita Barberá está formada por cuatro magistrados, más el presidente de la Sala Segunda de Lo Penal. Dichos magistrados van rotando por meses.
En el caso de Barberá la sala estará conformada por el presidente de la Sala Segunda, Manuel Marchena, y los magistrados José Manuel Maza, Miguel Colmenero, Andrés Palomo y Ana María Ferrer. Según las fuentes consultadas por Valencia Plaza es una sala "equilibrada", teniendo en cuenta que en el Tribunal Supremo la ideología de los magistrados se decanta más a la derecha que a la izquierda.