VALÈNCIA. Las artes escénicas vuelven a la gresca contra el Institut Valencià de Cultura (IVC). Tras la polémica del pasado verano por la cuestión de las ayudas, que derivó en un enfrentamiento mayor entre los profesionales del sector y la Conselleria de Cultura, el choque entre ambas partes sigue presente en el nuevo curso. Así, la Asamblea de Viriato, que se constituyó precisamente para gestionar el malestar de sus profesionales, ha emitido un nuevo comunicado en el que muestra su descontento con la gestión del organismo y en el que habla, además, directamente del plan estratégico presentado por el conseller Vicent Marzà hace apenas unos días.
“El IVC debe dejar de ser neoliberal, abandonar en sus planes estratégicos el actual modelo de industrias culturales que no responde a las diversas realidades del sector, desprivatizar la gestión de festivales, espacios y servicios públicos y apostar por una inversión en personal que permita mantener el carácter público de todos los servicios”, explican. De igual forma, denuncian que en el IVC solo se aprecia “cortoplacismo, improvisación y falta de diálogo” y, sobre el sistema de ayudas, que la “baremación objetiva en las ayudas es una falacia, ya que solo sirve a un modelo concreto de producción cultural en el que se ensalzan únicamente criterios empresariales alejados de nuestra realidad”, reflejo de una política “mal concebida, diseñada y gestionada”. Sobre la cuestión de las ayudas, cabe destacar que el plan estratégico presentado por Marzà plantea un cambio en las ayudas, una nueva fórmula plurianual y orientadas a empresas y consorcios.
En el comunicado, además, la Asamblea carga contra la propia programación que ofrece el IVC, a su juicio “sesgada”, y demanda un cambio “profundo” en la institución. “La política cultural del IVC bajo la dirección de Abel Guarinos está desconectada de la realidad rica y diversa de las artes escénicas valencianas y de los diferentes modos en que se articula con la realidad social”, critican.
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