La compensación podría ascender hasta los 47 millones, según un informe del Tribunal de Cuentas que analizó la cancelación
VALENCIA. Stadler Valencia -la antigua Vossloh España- ha vencido en los tribunales por partida doble al Ministerio de Fomento en el caso de la red de tranvía de León. La Audiencia Nacional, tras desestimar los recursos de la administración, ha hecho firme dos sentencias que condenan a la extinta empresa pública Feve -absorbida por Renfe- a indemnizar a la industria valenciana por incumplir los compromisos acordados.
Así consta en las últimas cuentas depositadas por Stadler Valencia en el Registro Mercantil. "En relación al litigio que la Sociedad tenía abierto contra el Ministerio de Fomento por la declaración de nulidad de los contratos suscritos con Feve, en fecha 18 de mayo de 2015 la Audiencia Nacional dictó dos sentencias anulando las resoluciones del Ministerio por medio de las cuales se había procedido a la declaración de nulidad de los contratos. El Ministerio de Fomento preparó e interpuso recurso de casación contra dichas sentencias si bien el mes de diciembre presentó escrito de desistimiento", explica la empresa en el informe de gestión que desgrana su balance de 2015.
Las sentencias, que son firmes desde el pasado mes de febrero -según afirma Stadler en sus cuentas-, obligan al Gobierno a cumplir sus compromisos con la empresa y a compensarle el perjuicio causado, un montante que podría ascender hasta los 47 millones de euros, según un informe del Tribunal de Cuentas que analizó el impacto de la cancelación de los contratos. No obstante, Stadler Valencia no concreta en su balance la cantidad de las indemnizaciones que le corresponden y se limita a indicar que posee compromisos de pago por parte de Feve que ascendían a 18,7 millones al cierre de 2015.
La otrora Vossloh España presentó una demanda civil contra Renfe Viajeros por anular un contrato en el que estaba prevista la fabricación de hasta 28 trenes para abastecer la red de tranvía de León. Antes de ser anulado hubo un sinfín de cambios en el contrato, que en principio contemplaba los trenes para unir el tranvía Cartagena con el Mar Menor.
Además de modificar su lugar de destino, tras la adjudicación, Feve cambió también la tipología de los trenes requeridos -que en un principio eran cuatro-, eliminó de la negociación la adquisición de piezas y recambios a las que se había comprometido y, por último, incluyó en el contrato el compromiso de adquirir un total de 28 trenes en el plazo de dos años, según el mencionado informe del Tribunal de Cuentas. Todo para, finalmente, renunciar a construir el tranvía al Hospital de León.
La resolución del conflicto judicial con la administración española es, al menos, un precedente deseado de cara al litigio similar que se avecina en Sudáfrica, donde Prasa -la empresa pública de transporte ferroviario del país- ha presentado dos demandas para tratar de recuperar los cerca de 154 millones de euros invertidos hasta la fecha en la renovación de su flota de locomotoras, cuya fabricación fue encargada a la empresa valenciana a través de la firma de leasing Swifambo. Como ocurrió en el caso de León, la industria se ha visto obligada a suspender la producción ferroviaria ante los incumplimientos de su cliente.
En las cuentas del pasado 2015 Stadler Valencia reconoce las complicaciones con este contrato, el mayor que tiene en cartera. "La inestabilidad económica y política en los países emergentes hace que la sociedad considere un crecimiento en el nivel de riesgos de los contratos que allí se desarrollan (EMTU Santos en Brasil y Swifambo Rail Leasing en Sudáfrica) que podrían implicar retrasos, replanificaciones u otros efectos en los mismos derivados de las necesidades o incumplimientos de las otras partes actoras en dichos contratos. Por este motivo, la sociedad ha extremado los controles en la gestión de estos proyectos para mitigar cualquier contingencia que pudiera aparecer", concreta la firma en el informe de gestión.