La eurodiputada Rodríguez-Piñero pide a la Comisión Europea que estudie la aplicación de cláusulas de salvaguardia para el arroz “japónica” procedente de Myanmar
BRUSELAS. Si no teníamos bastante con la competencia desleal de la naranja sudafricana y norteafricana, otro producto valenciano se encuentra amenazado por las importaciones en la Union Europea debido a la bajada de aranceles para determinados productos del continente asiático. En este caso, se trata del arroz de la variedad “japónica”, procedente de Myanmar, y que es el mismo que se cosecha en Valencia. La Comisión Europea ha reconocido el “incremento exponencial de las importaciones a Europa de esta variedad, que es la que se cultiva en un 90% en la Comunitat Valenciana”, en respuesta a una pregunta escrita de la eurodiputada socialista Inmaculada Rodríguez-Piñero.
La eurodiputada del PSPV ha pedido a la Comisión que aclare qué circunstancias deben darse “para que se adopten las medidas correctoras oportunas antes de que el sector sufra una nueva crisis”. Además, ha solicitado al gobierno de la Unión que estudie la evolución del sector arrocero en Europa, así como la “aplicación de cláusulas de salvaguardia para el arroz variedad japónica procedente de Myanmar en caso de que se confirmen distorsiones en el mercado”.
Rodríguez-Piñero ha realizado esta solicitud a través de una pregunta escrita tras reconocer la Comisión Europea “un incremento de las importaciones de esta variedad después de la activación de la medida de salvaguardia para el arroz índica en enero de 2019”.
Tras alertar los agricultores valencianos del incremento de importaciones variedad japónica (el que se cultiva mayoritariamente en la Comunitat Valenciana), la eurodiputada del PSPV solicitó el pasado julio la Comisión Europea que estudiase la evolución de esta variedad, que se ha visto afectada por la cláusula de salvaguardia que la Comisión Europea impuso a Myanmar para la variedad índica. Como consecuencia de ello, el sector agrario valenciano ha denunciado que en los últimos años la entrada a Europa de la variedad que producen los arroceros valencianos ha pasado de 4.917 toneladas en 2016-2017 a 58.029 toneladas en 2018-2019, lo que representa un incremento del 1.080%.
Ante estos datos tan alarmantes, las instituciones europeas han reconocido que, “en caso de perturbaciones graves del mercado, puede recurrirse a instrumentos como las medidas de mercado y las medidas de gestión de riesgo en el marco de la Política Agraria Común (PAC) y, si se producen distorsiones del comercio, activarse las medidas de salvaguardias contempladas en los distintos acuerdos comerciales”.
Por ello, la dirigente socialista ha pedido a la Comisión que “siga de cerca la evolución del mercado, dado que el arroz es un producto que la propia Comisión considera sensible a los acuerdos comerciales”. Y ha incidido en que, “de la misma forma que se adoptaron medidas para frenar el incremento de importaciones de la variedad índica a Europa a través del acuerdo “Todo Menos Armas”, es fundamental que ahora se estudie también la aplicación de estas cláusulas para la variedad predominante en Europa y la que da de comer mayoritariamente a nuestros productores”.
Tras un proceso de seguimiento y denuncia sobre el incremento de importaciones procedentes de Myanmar, la Comisión aplicó desde el 1 de enero de 2019 aranceles a la variedad índica, lo que ha provocado que el país asiático haya reconvertido sus cultivos y ahora exporte a la Unión Europea a través de este acuerdo preferencial una variedad exenta de aranceles como es la “japónica”, inundando el mercado europeo con la misma tipología de arroz que se produce en Valencia y en otras regiones españolas.
“No podemos esperar a que se produzcan distorsiones graves del mercado cuando la propia Unión ha reconocido tanto el incremento de las importaciones como la sensibilidad de este producto, por lo que urge que se tomen las medidas pertinentes antes de que se produzca una grave crisis del sector y se hundan los precios del arroz europeo”, ha manifestado la eurodiputada, quien ha repreguntado a la Comisión sobre esta cuestión y sobre la posibilidad de iniciar un procedimiento de salvaguarda.
Desde enero, La Comisión Europea aplica una cláusula de salvaguarda destinada a proteger al mercado europeo del arroz frente a las masivas importaciones procedentes de Camboya y Myanmar, pero aplicado a la variedad índica, gracias a la presión de Italia. Este mecanismo comporta la reintroducción de aranceles durante tres años (175 euros por tonelada el primer ejercicio, 150 euros el segundo y 125 euros el tercero) a estos envíos asiáticos. En las últimas cinco campañas se han multiplicado por 40 la importación de arroz procedente del sudeste asiático, al pasar de 9.000 toneladas en 2012 a 360.000 en 2017.