VALENCIA. Pese a la inestabilidad que se ha instalado en los mercados financieros y el repunte de la prima de riesgo española -sigue acusando la falta de un Gobierno nacional tras el incierto resultado electoral-, la banca ha comenzado a darle a la máquina de 'papelitos' y a colocar deuda, bien senior o bien cédulas hipotecarias.
Buena parte de ellos están yendo a parar a manos de inversores institucionales extranjeros (fondos, aseguradoras, planes de pensiones, gestoras...), lo que indica que España sigue inspirando confianza.
Banco Santander lanzó ayer una emisión de cédulas hipotecarias a diez años por un montante de 1.000 millones de euros. O lo que es lo mismo: activos financieros o títulos de renta fija, tal y como lo define el Banco de España, que se emiten con la garantía de la cartera de préstamos hipotecarios de la entidad de crédito emisora.
Unos activos que hasta el 'manguerazo' de liquidez de Mario Draghi y los suyos -en forma de Quantitative Easing o QE- se utilizaban como colaterales o garantías a la hora de poder apelar ante el Banco Central Europeo (BCE). Pero la macroinyección de liquidez de la autoridad monetaria europea y la recuperación de la economía española ha provocado que las emisiones se coloquen y no se queden en cartera para ir al BCE a pedir dinero.
Un día antes de que el Santander emitiera deuda, Bankia hizo lo propio con 1.000 millones de euros en cédulas hipotecarias a cinco años a un precio de 65 puntos básicos sobre midswap. Un precio que equivale a una rentabilidad de 0,915%, lo que supone unos 15 puntos básicos por encima del coste de financiación del Tesoro Público al mismo plazo.
Precisamente la entidad presidida por José Ignacio Goirigolzarri era hasta hace poco tiempo la que más apelaba en España al BCE y por eso eran contínuas las 'autocolocaciones' de cédulas hipotecarias.
Conviene recordar que entonces -2012- era el único recurso que tenía para poder acudir a la financiación barata que ya ofrecía entonces la institución europea, ya que las cédulas hipotecarias no dependen tanto del emisor y más si éste estaba catalogado como 'bono basura' como sucedía con Bankia. Una circunstancia que le impedía acudir con garantías a la 'barra libre' de liquidez del BCE.
Mientras tanto, el pasado martes era la filial española del Deutsche Bank la que colocaba entre inversores cualificados -principalmente extranjeros- cédulas hipotecarias a siete años de vencimiento por valor de 500 millones de euros, con un cupón anual del 1,125%.
Previamente, y como suele ser habitual a comienzos de año, el BBVA estrenaba las emisiones vendiendo 1.000 millones en deuda senior a cinco años a un precio de 85 puntos básicos sobre midswap que se ha estrechado 10 puntos básicos desde la oferta inicial. La demanda superó el valor en libros en 2.400 millones de euros, rozando las 220 órdenes con una elevada participación internacional. donde el proceso solo estuvo abierto dos horas.